El Alavés entra en competición copera, un arma de doble filo para su mala racha liguera

La Copa se presenta para el Alavés como un arma de doble filo. Puede convertirse en un punto de inflexión o agravar todavía más su crisis deportiva, después de haber encadenado el quinto tropiezo liguero seguido en su visita a Vallecas.

Conocido es lo traicionero que puede resultar el torneo del K.O., por lo que el duelo a partido único frente al Compostela, aunque no se pueda considerar como un ultimátum, sí que tiene importancia capital para Luis García Plaza y sus jugadores.

Por su condición de Primera, El Glorioso parte como favorito ante un rival heredero del que hace tiempo ya dejó atrás sus mejores años, pero que estará respaldado por 7.000 almas en su feudo, para intentar poner su granito de arena a la sorpresa.

La diferencia de nivel obliga al Alavés a la victoria, sobre todo teniendo en cuenta que la escuadra gallega ocupa la decimocuarta plaza en su grupo de Segunda Federación, tras haber vencido en solo dos encuentros ligueros.

En todo caso, poco margen para la confianza, pues los anfitriones vienen de firmar su mejor encuentro de la temporada en su visita al Avilés, donde pudo adelantarse durante el primer tiempo, si bien la falta de puntería –siete goles en nueve partidos– está siendo el talón de Aquiles del bloque dirigido por Antón Permuy.

En el otro banquillo, los problemas en defensa son la mayor de las preocupaciones de un García Plaza que no podrá contar para la zaga con los lesionados Hugo Novoa y Abdel Abqar. Podría disponer de minutos Aleksander Sedlar, que ha regresado con el grupo.

Jesús Owono debutará esta campaña en la portería, mientras que la defensa tendrá rotaciones y podrían entrar los canteranos Egoitz Muñoz, que viajará con la expedición, y Adrián Pica, junto con Santiago Mouriño y Moussa Diarra.

Como es de esperar, el técnico madrileño le dará la vuelta al once, aplicando todas las rotaciones que estén a su alcance, ya que en apenas tres días le aguarda un Mallorca al alza, aunque también con un apretado calendario que afrontar.

En el centro del campo podrían compartir posición Joan Jordán y Carlos Protesoni, mientras que las bandas serán para Abde Rebbach y Luka Romero. Stoichkov y Asier Villalibre serán las referencias de un equipo que está obligado a imponerse a su rival.

En las dos últimas temporadas, la Copa ha sido una especie de bálsamo cuando el bloque babazorro ha pasado por sus peores momentos en el campeonato de la regularidad. Ahora podría servir para recuperar las sensaciones y confianza que sí tuvo al comienzo de curso.

Por su parte, Permuy dará continuidad al bloque que viene jugando en las últimas jornadas, con la incertidumbre de si apostará de inicio por el veterano delantero Manu Barreiro, exjugador del Alavés. La única baja que tiene el técnico gallego es la del centrocampista Pablo Antas por una lesión muscular que ya le impidió jugar en Avilés.

«¿Cómo voy a dudar de mí?»

García Plaza ha reiterado su petición de apoyo a jugadores y cuerpo técnico en un «momento jodido», asegurando en su comparecencia ante los medios que es «un alavesista más» y que se va a dejar la vida por cambiar el rumbo del equipo.

«Mi primer año aquí no bajamos del cuarto puesto y conseguimos el objetivo de ascender; el segundo año nunca entramos en descenso y quedamos décimos y este año nunca hemos entrado en descenso. ¿Cómo voy a dudar de mí?», ha remarcado, convencido de que «se han acumulado varias circunstancias».

Ha manifestado que sus futbolistas están «capacitados para darle la vuelta a la situación», que «tenemos que seguir, porque con una victoria lo cambiamos» y que al final de liga, «siempre se hace justicia».

Respecto a la Copa, ha indicado que es «una competición súper bonita», en la que nunca sabes cuándo puede haber una sorpresa. «Hay que intentar pasar estas eliminatorias para poder dar la sorpresa ante equipos más grandes», ha añadido.

Sobre el Compostela, ha expresado que alterna diferentes sistemas de juego y ha destacado al exalbiazul Manu Barreiro. «Tenemos que tomarlo con el máximo respeto. Es el rival más fuerte que había en el sorteo para los equipos de Primera», ha catalogado.

«Tengo el culo pelado como entrenador, llevo mucho tiempo en esto y los estados anímicos son fundamentales, hay que tener confianza y no nos tenemos que caer cuando nos pase algo«, ha explicado, para, a renglón seguido, lamentar que «cada golpe nos afecta mucho».