La maleta de Álex Angulo se abre, viva, emocionante y reivindicativa, en internet

Álex Angulo guardaba todo: afiches, objetos que usaba para sus personajes, textos censurados por el franquismo... Diez años después de su muerte, la plataforma digital que contiene su legado surge como reivindicación del teatro independiente vasco. Bienvenidos a ‘La Maleta de Álex Angulo’.

La imagen es sugerente: Álex Angulo (Erandio, 12 de abril de 1953 - Fuenmayor, La Rioja, el 20 de julio de 2014) pasea por el Casco Viejo de Bilbo portando su maleta, como si fuera un clown que transporta en ella sus ‘instrumentos’ de hacer reír. El de la pantalla no es evidentemente el recordado actor vasco, conocido por el gran público por papeles icónicos como el padre Berriatua de la película ‘El Día de la Bestia’ (1994), de Álex de la Iglesia, sino el actor y director bilbaino Juan Viadas, su ‘gemelo’ en la enloquecida ‘Acción mutante’ (1993).

Viadas fue también fue su compañero de juventud, cuando, pobres como ratas, estudiaban en París en la prestigiosa escuela Jaques Lecoq. Porque de clowns, maletas, memoria, amor al teatro, buen cine y grandes dosis de cariño está compuesto el proyecto que se ha presentado este lunes en la sala BBK bajo el nombre de ‘La maleta de Álex Angulo’, y que ha sido promovido por su viuda, la coreógrafa y bailarina Mayda Zabala, y la actriz y gran amiga de Angulo Esther Velasco.

Un proyecto que incluye varias ‘patas’: un documental, que comenzará a rodarse en junio, con la hija del actor como guía y que esperan estrenar en 2026, y previsiblemente se verá en Zinebi –está hecho en el Networking del festival de cine documental– y, lo más potente, una plataforma online de nombre ‘La maleta de Álex Angulo’, un auténtico archivo vivo de la historia de las artes escénicas vascas que todavía solo está en su versión en castellano. Falta la de euskara.

Con 5.000 documentos digitalizados y disponibles para consulta y descarga libre y gratuita, la web se lanzará el próximo 13 de febrero, precisamente el día en el que la sala BBK acogerá un homenaje al actor cuando se cumplen diez años de su fallecimiento. Angulo falleció al volante, cuando se dirigía a un rodaje. La cita está abierta al público (hace falta invitación, que es gratuita) y también a todos quienes trabajaron, colaboraron y quisieron a este entrañable y estupendo intérprete.

Mayda Zabala, bailarina y coreógrafa, y Esther Velasco, actriz y coordinadora de documentación, son las promotoras de este proyecto, en el que llevan trabajando alrededor de ocho años. «Yo me enfadaba con él, porque guardaba absolutamente todo. No tiraba nada —recuerda Mayda Zabala–. Cuando nos cambiábamos de casa, viajábamos con muchas maletas que no se abrían nunca. Hasta que, cuando ya Álex desapareció, le llamé a Esther y le dije: ‘Ayúdame, vamos a abrir las maletas que hay en el ático, porque esto, como no lo digitalicemos, en dos generaciones se pierde. Y, claro, ¿qué se pierde? Se pierde toda la historia del teatro vasco, la profesionalización del sector teatral en Euskadi y documentos muy valiosos».

Carteles, fotografías, cartas, multas de la ‘autoridad’, textos censurados en el franquismo... el legado documental recogido por el actor vasco es ingente. También el punto de partida de un archivo que buscan que se vaya ampliando en el tiempo, a través de las aportaciones de todo tipo. «Esta plataforma web va más allá –explica Esther Velasco–. Lo que intentamos es rescatar una historia que hasta ahora no se ha contado, porque pertenece a la era analógica. Hay mucho que ver, mucho que leer y mucho que investigar y descubrir, porque nos hemos encontrado con un puzzle gigantesco de más de 5.000 piezas, muchas de ellas sin datar, sin catalogar, y hemos tenido que hacer una labor muy importante de investigación por hemerotecas. Queremos que sea un material importante para la consulta de estudiantes, en futuros doctorandos, para que puedan desarrollar sus investigaciones a partir del buceo por esta web. Y, por otro lado, queremos impulsar la creación del Archivo Digital de las Artes Escénicas que, a día de hoy, todavía no existe. Y creo que esa es una reivindicación importante».

«Queremos impulsar la creación del Archivo Digital de las Artes Escénicas que, a día de hoy, todavía no existe. Esa es una reivindicación importante»

El archivo, que es muy fácil de consultar y es como abrir una ventana al pasado, a través de fotografías y textos permite ver el desarrollo y la profesionalización del teatro independiente e itinerante en Bilbo y Euskal Herria a finales del siglo XX, un movimiento sociocultural que, ciertamente, no ha sido estudiado. Es un material perteneciente concretamente al período 1965-1995, que retrata el momento de la creación de lo que fue el teatro vasco. Fácil de consultar, todavía está en vía de construcción. De hecho, sus creadoras la han definido como una web dinámica, porque su objetivo es que vaya creciendo.

Porque Álex Angulo es historia del cine y de la televisión de Euskal Herria y de todo el Estado español, pero también de un teatro, que desde 1971, con Cómicos de la Legua y Karraka, desde 1980, rompió moldes en los tiempos más difíciles.

Le seguimos la pista desde su primer casting para entrar en el grupo de teatro Cómicos de la Legua-Kilikilariak, allá por los años 1972, una compañía que comenzó a actuar en el extrarradio de Bilbo, en sus barrios y pueblos obreros, y donde estaban también nombres referenciales, muchos en activo todavía, como Ramón Barea, Santiago Burutxaga, Karlos Panera, Karmele Arruti o Loli Astoreka.

Montaron luego el colectivo Karraka, durante la década de los 80-90, con montajes inolvidables como ‘Bilbao, Bilbao’ o aquel ‘Ubú emperatriz’ que Álex Angulo llevaba al extremo del ridículo y la emoción. Por cierto, buceando en los documentos de la web  podemos encontrar iniciativas con protestas novedosas, como la ‘Huelga Activa o Huelga a la Japonesa’ que llevaron a cabo los actores en 1983; es decir, representaciones gratuitas de todo su repertorio como protesta, ante el desinterés y las trabas burocráticas que se encontraban  por parte de los organismos oficiales, a la hora de conceder permisos.

Pasó también por el Centro Dramático Nacional, Ur Teatro –en 2005, con ‘La Tempestad’–, con su última función fue ‘Eskaparateatro’, en 2014. Todo estaba documentado. También sus trabajos en cortos, sus ficciones sonoras y su trabajo en cine y televisión, que, a partir de los 80, compaginó con el teatro. La lista de películas es larguísima: ‘La fuga de Segovia’ (1981), ‘Todo por la pasta’ (1990), ‘Muertos de risa’ (1999), por la que fue nominado por tercera vez a los Goya, ‘El Laberinto del Fauno’ (2006)... también la serie ‘Periodistas’ (Telecinco, 1998-1992).

Entre los vídeos de compañeros y amigos –Loli Astoreka, Elena Irureta, Aizpea Goenaga...–, destacan precisamente los testimonios de sus compañeros en aquella serie, como José Coronado –«os voy a confesar un secreto: Álex no era humano. Álex era un ángel», dice mirando a cámara– o María Pujalte, su mujer en la ficción: «Durante cuatro años compartimos el rodaje de ‘Periodistas’ y muchísimas horas haciendo de pareja, él era Blas y yo, Mamen. Álex era un compañero muy generoso, muy buena gente, muy tranquilo y siempre ofrecía a los demás lo mejor de él. Aprendí a hacer televisión con él y no pude haber tenido un mejor compañero».

Y la actriz gallega da una de las claves de la personalidad del actor bilbaino: conversando un día sobre las fallidas ofertas de trabajo que recibían, en las que, después de llenarles de halagos, finalmente le daban el papel a otro, cuenta que «Álex me decía: ‘Yo siempre les digo que encantado, muchas gracias, pero que si encuentran a un actor mejor que lo entendería perfectamente’. Era un ser humano excelente, divertido y muy buena gente», termina Pujalte.