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EHNE alerta de la «uberización» del campo, mientras las explotaciones desaparecen «gota a gota»

EHNE ha alertado del doble fenómeno que se está dando en el ámbito rural, con las explotaciones desapareciendo «gota a gota» y los fondos de inversión aprovechando esa situación para realizar una «uberización» del campo y generando a la vez zonas tensionadas de alquiler de tierras.

Patxiku Irisarri y Fermín Gorraitz, durante su comparecencia ante los medios. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

El ámbito rural está sufriendo un doble proceso sobre el que ha alertado este viernes el sindicato EHNE: la «uberización» del campo, mientras las explotaciones viven una «situación idéntica a la del pequeño comercio», ya que «estamos desapareciendo gota a gota».

Los encargados de trasladar esta alerta han sido Fermín Gorraitz y Patxiku Irisarri en una rueda de prensa en la que han analizado los problemas por los que atraviesan las zonas rurales y en el papel que puede tener a la hora de afrontarlos la nueva Ley de Desarrollo Rural y de Cohesión Territorial que está elaborando el Gobierno de Nafarroa, que se encuentra en periodo de consultas.

En este sentido, han recordado que «hace 20 años se puso sobre la mesa la Estrategia Territorial de Navarra y lo único que se ha cumplido es el área polinuclear central de Iruña-Iruñerria. Centralizar servicios y población. Todos los demás, abandonados de la mano de Dios».

Ante esa situación, se han preguntado «¿cómo revertir una política de 20 años que ha concentrado la población y servicios en Iruña-Iruñerria? ¿Es la Ley de Desarrollo Rural y Cohesión Territorial la que nos salvará del abandono definitivo del campo navarro?».

Porque la situación del campo requiere medidas urgentes, ya que «tenemos zonas que están agonizando», con las explotaciones «desapareciendo gota a gota», mientras se asiste a «la uberización del campo. Nosotros también tenemos zonas tensionadas de alquiler de tierras y son los fondos de inversión los que están acaparando todo lo que sale al mercado. Y, casualidades de la vida, generalmente tierras de regadío… o que pronto lo serán».

Sobre esas zonas tensionadas de alquiler de tierras, Irisarri ha detallado que hace ocho años había parcelas de comunal que se podían conseguir por 3.000 euros, pero, en la actualidad, ese precio se ha llegado a elevar hasta los 17.000.

Frente a esos fondos que compran tierras para luego «tener tractoristas», como si fueran conductores de Uber, para atenderlas, desde EHNE lo que se propugna es que el protagonismo en este ámbito «lo debe tener el agricultor ganadero profesional. Las pequeñas explotaciones no profesionales no nos asustan, ayudan a fijar población. En los pueblos es mejor tener veinte unidades de producción mixta y no profesional que una sola macrogranja».

Un ‘Nasuvinsa rural’

Han insistido en que para fijar población en los pueblos, «tiene que haber servicios y también incentivos. Se necesita construir inmuebles en los que puedan residir jóvenes o aquellos que acojan a profesionales de la educación u otros (una especie de Nasuvinsa rural), centros educativos y escuelas infantiles sin ratios mínimos y una fiscalidad diferenciada entre quienes residen en las zonas rurales y urbanas, ¿por qué no? Y una política migratoria audaz, que sea de acogida y repoblación de dichas áreas rurales».

Otro ámbito en el que también buscan el trabajo conjunto con el Gobierno de Nafarroa tiene que ver con el nuevo período de la PAC, que entrará en vigor a partir de 2028. En este terreno, desde EHNE se quiere reeditar el acuerdo firmado el 6 de marzo de 2020 entre el Ejecutivo navarro y los agentes sindicales.

En el mismo se contemplan una serie de puntos que «hoy en día siguen vigentes» y que tienen que ver con «la defensa del modelo de explotación familiar, la desaparición de derechos históricos, topes por explotación, ayudas de modo prioritario para agricultores/ganaderos profesionales, producciones agrarias sostenibles económica, social y ambientalmente, y cláusulas espejo.

Gorraitz e Irisarri han afirmado que «esta PAC que tenemos no gusta a nadie» y los que piden desde las explotaciones es «la simplificación de la burocracia. Estamos haciendo el trabajo que antes realizaba la Administración. Cada vez que llega un requerimiento es como cargar una losa a la espalda. Crea frustración. Todo se monitoriza, pero a veces hay que salir al campo a ver las cosas con nuestros propios ojos».

En este sentido, han señalado que «se han lanzado balones hacia adelante, retrasando el cuaderno digital y temas ganaderos, pero eso llegará. La digitalización no quiere decir simplificación».

Introducir cambios en la PAC en ese sentido es lo que se ha venido reivindicando con las movilizaciones agrarias de 2024 y que comenzaron hace exactamente un año en Hego Euskal Herria.

Sobre las mismas, han señalado que «la plataforma 6F canalizaba el descontento de los primeros días, mientras los sindicatos EHNE, UAGN y UCAN, también en unidad de acción, acordaban y planteaban una serie de medidas que coincidían en un 90% con las planteadas por la plataforma, ante el consejero Aierdi».

Y han destacado que, en el herrialde, «el tema fiscal ha tenido una gran repercusión, ya que Navarra tiene la potestad de dirigir su propia política fiscal. A nuestro entender, se han dado pasos muy importantes».