A falta de calidad, bien está que Saski Baskonia gane a Zalgiris por carácter (66-65)

SASKI BASKONIA 66 - ZALGIRIS KAUNAS 65

Como diría un castizo, ¡pa' habernos matao! Saski Baskonia se aferra a sus escasas opciones de play-in de la Euroliga después de sacar adelante un partido horroroso y emocionante a partes iguales ante un Zalgiris Kaunas que, con el nivel de juego que ha exhibido, tendría que haber caído de 20 puntos en el Buesa Arena. Probablemente este viernes, en el vigésimo quinto aniversario de Saski Baskonia en la Euroliga, se hablará del manido «Carácter Baskonia» y quizá hasta el partido de este jueves, arrancado de las fauces de la derrota con una canasta de Tim Luwawu-Cabarrot con una canasta en una jugada en la que el alero francés y Donta Hall, uno de los más destacados del partido, se han hecho un lío y del que han salido gracias al talento del ex de Asvel Villeurbanne.

Ha sido un partido por momentos dolorosamente malo, entre dos equipos con escasas posibilidades de acceder a la décima plaza de esta Fase Regular. Pero bien está lo que bien acaba, ya que con esta victoria los de Pablo Laso suman la duodécima para su casillero continental, ganando además el average particular a un conjunto lituano que, con todo, sigue por delante.

Ha sido un duelo con muchos componentes surrealistas. La canasta final de Luwawu-Cabarrot, el triple a tablero de Markus Howard del último cuarto, el juego absolutamente obtuso de un Zalgiris por momentos indigesto... Poco se puede salvar excepto el resultado, que al menos debiera dar confianza a los gasteiztarras para las próximas semanas, empezando por el partido de Liga ACB ante Gran Canaria y la visita a Berlín de la semana que viene.

Tiros libres a favor

No ha sido el mejor primer cuarto de la historia, desde luego. Saski Baskonia ha tenido más que suficiente con encontrar a Moneke y que este haya forzado tiros libres para ir metiéndolos. Ninguno de los dos equipos ha sido capaz de anotar desde más allá de los 6,75 metros, y solo la cantidad de viajes y aciertos desde ls «línea de los suspiros« ha dictado la diferencia, 18-12 al final del primer cuarto, para los de Pablo Laso, marcando un parcial de 8-1 para tomar ventaja.

En todo caso, el juego de los dos contendientes ha sido bastante desangelado, sospechosamente similar a dos equipos conscientes de su escaso futuro en la competición actual. Sea como fuere, siempre es menos indigesto en esta clase de partidos ir por delante que a remolque, de forma que los tapones de Khalifa Diop a Birutis o el mate a la contra de Samanic siempre sientan mejor con el marcador favorable.

El primer triple lo ha metido Zalgiris, obra de Brazdeikis, a los 13 minutos largos de partido, en un segundo cuarto en el que los dos equipos han querido emplearse un poco más a fondo. Con poco éxito, ciertamente, pero al menos ha dejado de tener tintes de partido de pretemporada.

Dos triples de Trent Forrest y el acierto en los tiros libres han consolidado una pequeña renta para los gasteiztarras, mientras que Zalgiris ha intentado remontar a base de cargar el rebote ofensivo y con las penetraciones de Sylvain Francisco. Poca cosa en apariencia, aunque lo suficiente para no permitir a Saski Baskonia tomar una renta muy escandalosa en tiempo de descanso, al que se ha llegado con un resultado de 38-30, máxima ventaja gracia s aun triple sobre la bocina de Rogkavopoulos.

Sudando tinta

El paso de los vestuarios no ha mejorado el partido en su calidad, pero sí en la emoción. Zalgiris ha mejorado sus prestaciones defensivas, con Brazdeikis tomando tiros para acercar al cuadro lituano. Sin embargo, en ese tercer cuarto Saski Baskonia ha mantenido a raya a su rival, con Donta Hall erigido en un bastión en defensa y hasta en ataque, en el que ha clavado todos sus tiros libres, algo insólito en el pívot baskonista.

El drama ha llegado en el asalto final. Coincidiendo con la racha de triples de Markus Howard que debiera haber roto el partido, el propio Zalgiris ha reaccionado de la mano de Sylvain Francisco y Smailagic, al punto de ponerse por delante 61-62.

En ese momento, mascándose la tragedia, ha llegado el triple a tabla de Markus Howard, metiendo el duelo en su recta final, un drama continuo que Smailagic ha vuelto a remontar, 64-65, antes de la canasta ganadora de Luwawu-Cabarrtot pese a la jugada mal ejecutada, el tapón de Moneke a su excompañero en Manresa Francisco y el triple errado por un especialista como Sirvydis para, al fin, darle un respiro a un Saski Baskonia que lo que no ha mostrado en juego ojalá le haya servido para adquirir autoconfianza para lo que resta de Euroliga, sin olvidar la Liga ACB.

FICHA TÉCNICA

BASKONIA: Trent Forrest (6), Tim Luwawu-Cabarrot (7), Tadas Sedekerskis (3), Chima Moneke (13) y Khalifa Diop (2) –quinteto inicial–, Markus Howard (13), Nikos Rogkavopoulos (3), Luka Samanic (8), Donta Hall (11) y Ognjen Jaramaz.

ZALGIRIS: Sylvain Francisco (8), Brazdeikis (17), Butkevicius (2), Birutis (8) y Smailagic (11) –quinteto inicial–, Wong (4), Sirvydis (1), Ulanovas (5), Dunston (5) y Giedraitis (4).

Parciales: 18-12, 20-18, 10-13, 18-22.

Árbitros: Hordov, Ryzhyk y Cici. Sin eliminados.

Incidencias: 8.328 espectadores en el Buesa Arena, con una nutrida presencia de aficionados lituanos. Se han confirmado las ausencias por lesión de Kamar Baldwin y Lukas Lekavicius. Ha debutado Isaiah Wong en el cuadro lituano. Se ha hecho una ofrenda floral en el asiento que ocupaba un aficionado de Saski Baskonia fallecido en recientes fechas. Indar Baskonia ha mostrado una pancarta con el lema «Show Israel the red card».