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Triplete de Van der Poel frente a un Pogaçar inmenso que ha pagado caro su único fallo

Van der Poel se ha llevado su tercera París-Roubaix consecutiva y lo ha hecho superando a un Tadej Pogaçar que ha debutado como si llevase toda la vida corriendo esta prueba. Solo entrar demasiado fuerte en una curva le ha privado de luchar hasta el final. Se volverán a encontrar.

Van der Poel, en una imagen ya tradicional, en el velódromo de Roubaix. (Francois LO PRESTI | AFP)

Números para la historia. Mathieu Van der Poel ha ganado su tercera París-Roubaix, todas ellas de forma consecutiva, y ya amenaza el récord de Roger de Vlaeminck y Tom Boonen. Y lo ha hecho superando a un corredor para el que se terminan los calificativos y cuya única comparación ya solo permite Eddy Merckx. Tadej Pogaçar ha debutado en la París-Roubaix haciendo segundo y pagando caro su único fallo, entrar muy pasado en una curva.

El neerlandés y el campeón del mundo llegaban empatados tras sus duelos en San Remo y Flandes y hoy la balanza se ha decantado del lado del de Alpecin-Deceuninck. De paso, ha empatado su particular duelo en monumentos, con ocho victorias para cada uno. Casi nada. También ha igualado a Octave Lapize (1909, 1910 y 1911) y Francesco Moser (1978, 1979 y 1980) como únicos ciclistas con tres victorias seguidas en el "Infierno del Norte".

Van der Poel, con el adoquín de vencedor. (Francois LO PRESTI / AFP)

La expectación era máxima y la jornada ha cumplido. Los focos apuntaban a ambos, pero en el pelotón hay un danés que comparte era con estos gigantes y que ha decidido hacerlo sin complejos. De hecho, ha sido Pedersen el primero en acelerar. A 103 kilómetros de meta ha querido separar el grano de la paja. Y pronto se ha visto quienes iban a ser los protagonistas. Pogaçar y Van der Poel han salido a rueda y pese a que ha habido un reagrupamiento en el tramo previo a Arenberg, el del Alpecin ha acelerado para volver a pasar el filtro. Este ritmo, además, ha servido para dar caza a la fuga del día en la que viajaba el gasteiztarra Oier Lazkano, que pese a no llevar un buen inicio de aventura en el Red Bull-Bora hoy ha querido mostrarse.

Pero ha sido bajo el icónico puente de Pont Gibus cuando Pedersen ha comenzado a aumentar unos vatios que se han disparado a la salida del tramo, con Van der Poel poniendo a cada uno en su sitio. Al mirar para atrás, a su rueda ya solo quedaban su compañero Philipsen, Pedersen, Bisseger y un Pogaçar que ha tenido que reclamar la presencia del coche para reponer fuerzas tras parecer sentirse vacío.

Pero solo lo parecía, porque en el siguiente tramo ha sido él quien ha acelerado y ha roto la cabeza. El hueco lo ha cerrado Van der Poel, mientras Pedersen sufría un pinchazo que lo sacaba de la cabeza de carrera. A las dos principales estrellas se les unía Philipsen, segundo en 2023 y 2024 y que hoy también ha viajado durante un buen tramo en cabeza.

Ahí se ha establecido la carrera, con los tres interesados en hacer camino. Calma antes de la batalla final. La próxima escena ha llegado en el segundo tramo de cinco estrellas, en Mons-en-Pévèle, donde Van der Poel ha acelerado, pero solo ha enseñado la debilidad de su compañero. Pogaçar se ha dado cuenta y ha dejado la carrera en un mano a mano.

Una mala curva para tener que volver

El campeón del mundo se sabía en terreno Van der Poel, pero no ha rehuido la batalla. De hecho, ha puesto a prueba al dorsal número uno y se ha atrevido a arrancar. Sin embargo, ha entrado pasado en una curva y se ha ido al suelo. A pesar de no hacerse daño, mientras el neerlandés, capaz de esquivar una bala sobre la bicicleta, ha hecho gala de su habilidad, Pogaçar ha tenido que reponer un problema mecánico, lo que le ha hecho perder más de una veintena de segundos.

Van der Poel, en el tramo de Camphin-en-Pevele, ya en solitario. (Jeff Pachoud | AFP)

A partir de ese punto ha sido una carrera de persecución, con la renta establecida en esos 20 segundos durante muchos kilómetros. Sin embargo, cada vez que caía un segundo lo hacía del lado del neerlandés y cuando la diferencia ya rondaba los 40 segundos, Pogaçar ha parado a cambiar la bicicleta, lo que ha terminado por romper la cuerda.

El esloveno ha terminado segundo. Hacía 50 años que un vigente ganador del Tour no terminaba en el cajón en la París-Roubaix. Y sí, el último fue Eddy Merckx. El podio lo ha completado Pedersen, tercero también el año pasado.

Sin duda, el fallo del esloveno ha privado a la afición de un cara a cara en los tramos finales, pero quizá ha puesto la semilla para enfrentamientos futuros. Pogaçar ha debutado en la París-Roubaix y se ha visto capaz de ganarla. Y vista la ambición que muestra cada vez que se sube a una bicicleta, volverá en busca de su primer adoquín. Y ahí, seguro, estará Van der Poel.