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Gaza vuelve al centro del punto de mira de Israel: 49 muertos cuando buscaban comida

Israel no ha dejado de masacrar a la población palestina mientras ha bombardeado Irán, pero tras el alto el fuego con el país persa, la ofensiva contra Gaza acapara también el interés interno. «Ahora el foco vuelve a Gaza», señaló el jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir.


El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, abogó por actuar «con toda la fuerza» en Gaza para «completar la tarea». «Ahora volveremos a Gaza con todas nuestras fuerzas», señaló, aunque las tropas israelíes ni se han ido ni han reducido la intensidad de la carnicería. En esta carrera sionista hacia la «solución final», el Ejército israelí mató ayer al menos a 49 personas e hirió a unas 200 que esperaban recibir ayuda. Las tropas abrieron fuego contra la multitud cerca del cruce de Netzarim, en el centro de la Franja, y en Rafah, en el sur.

Se habían agrupado allí entre las 2.00 y las 6.00. «El 60% de los heridos que fueron trasladados al hospital de campaña de la Cruz Roja se encuentran en estado grave y la mayoría morirá», afirmó Ziad Farhat, un paramédico del Hospital Nasser, que aconsejó a la gente no acudir a los centros de ayuda de la denominada Fundación Humanitaria para Gaza. Ya son 516 los muertos y 3.799 los heridos a causa de los disparos deliberados del Ejército israelí contra las multitudes hambrientas en estos centros promovidos por los propios responsables del genocidio, EEUU e Israel.

El Ejército israelí también mató a cinco personas en un ataque aéreo contra una casa en el barrio de Sabra de la ciudad de Gaza, y los hospitales registraron 79 nuevos fallecidos en 24 horas, elevando a 56.077 las víctimas mortales. Las autoridades gazatíes calculan que el 31% de las víctimas son niños. El hecho de que muchos de los heridos acaben muriendo y de que miles más fallezcan por enfermedades o la malnutrición provocadas por el asedio israelí puede elevar la cifra de víctimas reales por encima de los 200.000.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU volvió a denunciar como crímenes de guerra el uso de alimentos como arma y la muerte de civiles desarmados y exigió al Ejército israelí «que deje de disparar contra la gente que intenta conseguirlos» y permita la entrada de alimentos.

«A los gazatíes desesperados y hambrientos se les dio a elegir entre morir de hambre o correr el riesgo de ser asesinados mientras intentaban obtener comida», señaló el portavoz de la oficina, Thameen Al-Kheetan.

Si en Israel sus ministros alientan a seguir con las prácticas genocidas, en Europa países como Alemania les ofrecen toda su complicidad. El canciller alemán, Friedrich Merz, insistió en que con Alemania nunca habrá una suspensión ni una rescisión del acuerdo de asociación UE-Israel.