Un penalti deja sin recompensa el esfuerzo defensivo de Osasuna en el Bernabéu
El conjunto navarro regresa de vacío de la siempre complicada visita al Santiago Bernabéu. Lisci ha planteado un encuentro muy defensivo y ha logrado minimizar el peligro del Real Madrid, que se ha impuesto en una jugada aislada en la que Juan Cruz ha derribado a Mbappé (1-0).
Un penalti cometido por Juan Cruz sobre Mbappé al poco de comenzar la segunda parte ha impedido que Osasuna puntuara en su visita al Real Madrid, en el estreno de Lisci en el banquillo navarro. Los rojillos se han empleado con eficacia en defensa, pero apenas han generado peligro ante la portería de Courtois.
El técnico italiano se ha decantado por una defensa con tres centrales –Cruz, Boyomo y Catena– con el debutante Rosier y Bretones como carrileros, la tripleta Torró-Moncayola-Aimar barriendo por delante de la zaga y Rubén García y Budimir con la tarea de generar peligro en la meta de Courtois. Un 5-3-2 que cerraba sobre todo por dentro el ataque merengue.
En el Madrid de Xabi Alonso destacaban las novedades en defensa, con los fichajes Trent, Carreras y Huijsen, además de Militao, mientras que el joven argentino Mastantuono –procedente de River y que cumplió 18 años la semana pasada– ha comenzado en el banquillo.
El conjunto local ha monoppolizado el balón desde el arranque, con Osasuna parapetado en su campo. En el minuto 10 la posesión ya era de un 82% para los blancos, aunque sin ocasiones. Huijsen ha sido el primero en intentarlo desde su casa, aunque el disparo se ha envenenado para Herrera debido al bote.
Sin grandes sobresaltos
La cosa iba de centrales, porque Militao no ha querido ser menos y ha obligado al meta rojillo a mandarla a córner. Lisci pensaría que mientras el Madrid lo siguiera intentando desde 35 metros ni tan mal. A lo tonto, la primera media hora, hasta la parada para echar un trago de agua y recibir instrucciones, se ha evaporado sin grandes sobresaltos. ‘No notice, good notice’, que diría un inglés.
Han probado suerte de más cerca Mbappé y Vinicius, pero sin puntería. En el otro área, Osasuna ha dado las primeras señales de vida en el 39, con un balón largo que le ha caído a Budimir. Por desgracia, el derechazo del croata se ha marchado muy desviado.
Al descanso, Juan Cruz reconocía ante los micrófonos de Dazn que les estaba «costando salir con el balón», pero se mostraba satisfecho por el trabajo defensivo realizado. «Dice el míster que tenemos que disfrutar en bloque bajo», resumía. Las cifras no engañaban, diez remates locales por uno rojillo, 380 pases frente a 84.
Quiebro y derribo
Pero todo el mundo sabe que aguantar 90 minutos sin encajar un gol en el Bernabéu es tarea casi imposible. Recién comenzada la segunda mitad, Mbappé ha quebrado a Juan Cruz y este le ha derribado al tirarse al suelo. Penalti inapelable que el francés ha mandado a la red engañando a Herrera(1-0, m.51). El gol modificaba el guion, faltaba por saber cuánto estaba dispuesto a arriesgar Osasuna.
Con el marcador a favor, el Real Madrid ya no tenía prisa. Guller lo ha intentado desde fuera del área mientras el público del coliseo merengue coreaba el nombre de su nuevo ídolo –«Franco, Franco»– que calentaba en la banda.
Lisci ha dado entrada a Víctor Muñoz por Rubén García en el 65, en principio pieza por pieza. Xabi Alonso respondía con Carvajal y Mastantuono por Trent y Brahim, renovando su ala derecha.
El técnico rojillo no ha cambiado su dibujo hasta el 84, cuando Raúl García ha suplido a Cruz. Seis minutos más descuento para buscar el empate, pero lo único que ha encontrado Osasuna fue una roja más que rigurosa a Bretones por un choque con el madridista Gonzalo.