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La ONU certifica el desplazamiento de población también en Cisjordania

Una comisión de investigación de Naciones Unidas sobre Palestina ha determinado que el Gobierno de Israel tiene una «intención clara y consistente» de desplazar por la fuerza a la población palestina no solo de Gaza, sino también de Cisjordania.

Soldados israelíes detienen a un palestino en Ramallah. (Zain JAAFAR | AFP)

Los desplazamientos forzados de población –un crimen de guerra– están siendo llevados a cabo a la vista de todo el mundo en Gaza, y las autoridades israelíes hablan explícitamente de su plan para que finalmente abandonen el territorio. Pero también ocurre en Cisjordania a la sombra de las atrocidades en la Franja.

La comisión constata que las políticas implementadas por Israel demuestran una clara intención de desplazar por la fuerza a los palestinos, expandir su presencia y anexar la totalidad del territorio para impedir «cualquier posible autodeterminación y creación de un Estado palestino».

Las recientes operaciones militares de Israel en los campos de refugiados de Jenin, Tulkarem y Nur Shams «han alterado significativamente el paisaje geográfico mediante la destrucción de edificios e infraestructura», señala.

Más de 40.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. Israel ha sellado los campos y les impide el regreso siete meses después de comenzar la operación.

La comisión de la ONU también cataloga de «castigo colectivo» la destrucción de viviendas de supuestos atacantes palestinos en distintos puntos de Cisjordania.

Las razias militares y los pogromos de colonos son diarios, y hacen imposible la vida en Cisjordania. Ayer, un grupo de colonos mató a un joven de 20 años de un disparo en el pecho durante una incursión en la aldea de Al-Mughayyir. Los colonos, amparados por el Ejército, atacaron el suroeste de la aldea y abrieron fuego contra sus habitantes, hiriendo a seis de ellos.

A la vez, las fuerzas israelíes irrumpieron en la ciudad de Sinjil, al noreste de Ramallah; realizaron dos incursiones en el barrio oriental de Jenin con varios detenidos, y asaltaron la ciudad de Salfit y convirtieron una de las viviendas en un cuartel militar. A la vez, colonos destruyeron una plantación de guayabas y dañaron tuberías y tanques de agua en la ciudad de Al-Zawiya.

«Estoy particularmente consternada por el reciente anuncio del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, de anexar el 82% de la Cisjordania ocupada, y por la aprobación de un plan que consolida la expansión del asentamiento E1», señaló la presidenta de la comisión, Navi Pillay.

«La invasión israelí de la totalidad de Cisjordania y el despojo y reubicación de múltiples comunidades palestinas son ahora objetivos explícitos de los que los funcionarios israelíes se enorgullecen. Estos planes y declaraciones son aborrecibles y deben ser ampliamente condenados», denunció.

Ataque a todo el pueblo palestino

Sobre Gaza, la comisión de la ONU alerta de que la reducción del territorio por el establecimiento de las «zonas de seguridad» que ocupan el 75% del territorio tiene «implicaciones significativas» para la capacidad de la población de «ejercer su derecho a la autodeterminación» y no ha podido hallar «ningún argumento razonable» que las justifique.

Señala igualmente la extensa fragmentación del territorio y la destrucción de recursos naturales e infraestructura esencial que impiden que los palestinos puedan regresar a sus hogares, lo que ha allanado el camino para que numerosos líderes israelíes hayan argumentado que hay que deportar a la población palestina a terceros países.

Como en su anterior informe, la comisión constata «el propósito de destruir, total o parcialmente, a los palestinos, lo que constituye un acto subyacente de genocidio», y observa que las similitudes entre las operaciones en Cisjordania y en Gaza muestran que Israel «esta atacando al pueblo palestino en su conjunto».

Como parte de ese trabajo, identifica a seis ministros israelíes como probables responsables de crímenes internacionales relacionados con la tierra y la vivienda, entre otros. En última instancia, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, es señalado como el responsable de la conducta de Israel y de los actos que constituyen crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y crimen de genocidio.
 
Último aliento del sistema sanitario Ayer, las matanzas continuaron, con al menos 34 muertos más hasta el anochecer, y la posibilidad de que los heridos y pacientes en los hospitales incrementen la lista de cadáveres ante el colapso del sistema sanitario.

El Gobierno de Gaza alertó de que el sistema está «dando sus últimos suspiros... y todos los intentos de salvar lo que queda de él pueden fallar ante la sistemática destrucción de los hospitales y los servicios sanitarios». «Quedan pocos días para que los hospitales dejen de funcionar debido al agotamiento de las reservas de combustible», alertó Sanidad.

Las Fuerzas Armadas jordanas, que operan un hospital de campo en la ciudad de Gaza, anunciaron su traslado a Jan Yunis ante el avance del Ejército israelí en el barrio Tal al-Hawa de la capital.

La Media Luna Roja Palestina denunció que el Ejército israelí mantiene sitiado uno de sus hospitales, el Al-Quds, sin permitir que nadie entre o salga del centro. En el hospital Rantisi sus médicos advirtieron que ya no pueden ofrecer comida a sus pacientes.

UEFA y FIFA
Ocho expertos de la ONU, entre ellos Francesca Albanese, pidieron a la FIFA y a la UEFA que suspendan a la selección israelí de las competiciones internacionales «como respuesta al genocidio en curso en el territorio palestino ocupado». «El deporte debe rechazar la percepción de que todo sigue como de costumbre», señalaron, y  agregaron que «las entidades deportivas no deben mirar hacia otro lado».  

Manifestación
Palestinarekin Elkartasuna ha convocado para el próximo 4 de octubre en Iruñea una manifestación nacional ante el agravamiento de la situación en Gaza y en Cisjordania, donde «Israel avanza en su anexión». Frente a la solución de los dos Estados, defiende «la descolonización completa de Palestina y la entidad colonial».