Bidasoa arranca la fase de grupos continental con una trabajada victoria en Rumanía

Siempre hay una primera vez para todo, también para ganar en Rumanía. No pudo ser el año pasado en la visita a la cancha del CSM Constanta, pero sí este martes en el feudo del Potaissa Turda (33-34), un rival correoso, de los que rascan en defensa y con bastantes veteranos en sus filas, lo que significa que no le duran tanto las pilas.

Irudek Bidasoa se ha impuesto merced a su mayor frescura y su mejor fondo de armario, y eso le permite sumar sus dos primeros puntos en una fase de grupos de la European League que se presume durísima. En ataque han destacado los 11 goles de Rodrigo Salinas, inmaculado en sus 9 lanzamientos de penalti, mientras que Mujika (6), Nieto (5) y Tuà (5) también han sumado lo suyo.

Le ha costado entrar en calor al conjunto vasco. Ya advertía la víspera el técnico Alex Mozas que el rival era muy físico, y con las fuerzas aún sin estrenar la defensa rumana se mostraba en todo su esplendor. Solo desde la línea de siete metros lograban los irundarras seguir la estela de los locales. Pero no era suficiente para evitar que el Potaissa alcanzara una renta de tres goles (10-7, m.14).

Sin embargo, las piernas locales ya no llegaban a tapar todos los huecos y el conjunto guipuzcoano ha comenzado a recortar distancias, hasta ponerse uno abajo (10-9). El parcial ha seguido creciendo incluso en inferioridad, hasta alcanzar 0-5 en siete minutos –con tres tantos seguidos de Julen Mujika– que ha obligado al técnico de los rumanos a pedir tiempo muerto (10-12, m.21).

Igualados al descanso

Jugando con siete contra seis en ataque estático, y con un Ghita imperial que se ha marchado al vestuario con 6 dianas, el Potaissa ha conseguido llegar al descanso con un empate a 16 que dejaba todo abierto para la segunda mitad.

La igualdad se ha mantenido en la reanudación, un toma y daca con ventajas mínimas para el Potaissa que Bidasoa equilibraba a renglón seguido (21-21, m.40). A partir de ahí el equipo irundarra ha tomado la iniciativa, y la exclusión de Veres en el 44 ha marcado un punto de inflexión para marcharse con tres de ventaja (24-27).

El partido parecía encarrilado, con los de Mozas manteniendo esa renta sin excesivos apuros (28-31, m.53), pero una doble exclusión en la recta final les ha complicado la vida. En ese momento ha aparecido bajo palos Skrzyniarz. El meta polaco ha detenido primero un penalti y luego el lanzamiento a bocajarro de Piechowski que hubiera supuesto el empate a 32. Dos tantos de Salinas desde los siete metros han devuelto la tranquilidad al Bidasoa, aunque al final la renta ha sido de un solo gol (33-34).