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‘Route 66’, la primera mención en el mundo de la ficción al exilio vasco

«La construcción visual de una memoria del exilio infantil vasco: De Euskadi a Miami pasando por Cuba, en Route 66». Bajo este título, el profesor Oscar Álvarez ha desgranado en el congreso internacional ‘Emigraciones y exilios’ la primera mención que se hace en la ficción al exilio vasco.

El profesor de EHU Oscar Álvarez Gila presenta su ponencia en la apertura del congreso internacional «Emigraciones y exilios. Itinerarios paralelos». (Andoni CANELLADA | FOKU)

‘Route 66’ fue una longeva serie estadounidense emitida en la CBS desde el 7 de octubre de 1960, hasta el 20 de marzo de 1964 con un total de 116 episodios, en 4 temporadas. En uno de esos capítulos se hace mención a los «niños de la guerra» que fueron evacuados a Stoneham, en Inglaterra, y la toma de Bilbo por las tropas franquistas el 19 de junio de 1939. No es un hecho menor ya que se trata de la primera mención en el mundo de la ficción al exilio vasco, ha señalado Oscar Álvarez Gila, profesor de EHU, en su ponencia de apertura del 19 Congreso Internacional organizado por Hamaika Bide Elkartea y el Departamento de Filología e Historia de la Facultad de Letras de EHU bajo el título ‘Emigraciones y exilios. Itinerarios paralelos’.

«Cuando juntamos los términos exilio infantil y memoria cinematográfica o visual lo primero que nos viene a la cabeza es la conocida obra de Luis de Castresana ‘El otro árbol de Gernika’, que contó con dos adaptaciones a la pantalla, una en 1969 y otra en 1977. Pero hay otra obra, más desconocida que también habla del exilio infantil y es la primera mención que se hace en el mundo de la ficción a este fenómeno», ha precisado.

‘Route 66’ seguía el viaje de dos jóvenes amigos, Tod Stiles (interpretado por Martin Milner) y Buz Murdock (George Maharis) –en la tercera temporada se sumó un tercero, Lincoln Caso (Glenn Corbett)–. En un automóvil Chevrolet Corvette, que se convirtió en símbolo de esta road movie, atravesaban Estados Unidos «actuando como caballeros errantes tratando de arreglar los problemas de la gente con la que interactúan en su periplo».

«No se trata de un producto menor. Es una teleserie de la zona A, en su momento fue una de las de mayor éxito en la televisión estadounidense y que no se frenaba a la hora de introducir temas de alto contenido político y esto tenía que ver con quién era su guionista, Stirling Silliphant, quien en los 60 fue muy activo políticamente».

‘Peace, Pity, Pardon’, de Stoneham a Miami pasando por Cuba

Concretamente el capítulo ‘Peace, Pity, Pardon’, emitido en la tercera temporada en 1963, se hace eco de la evacuación de los niños durante la guerra de 1936 a través de dos hermanos, Quiepo y Largo Varela, pelotaris en el Jai-Alai de Tampa, Florida, escenario principal en el que se desarrolla la trama.

Aunque el tema central es la Revolución cubana –«ambos hermanos son activos anticastristas dentro de la comunidad de cubanos en Florida y mantienen una tormentosa relación con un tercer hermano, Ramos, uno de los líderes de la Revolución que opta por permanecer en Cuba»–, el guionista «se dio cuenta de que los pelotaris del Jai Alai no eran cubanos». De ahí que «los hace a la vez cubanos y vascos».

En una conversación, Quiepo explica que su escuela fue «un campamento en Stoneham, en Lincolnshire, Inglaterra, donde éramos unos tres mil»» y que es «vasco. Los ingleses nos ofrecieron refugio». Recuerda también el momento en que el «padre Sebastián» viajó desde Bizkaia a Lincolnshire: «Aquí mismo, junto a mis ojos, tras un cuarto de siglo, aún tengo su cara, una cara triste. Niños míos, acabo de venir de España… de Bilbao… a comunicaros la voluntad de Dios… una voluntad dura, pero que debemos soportar. Ayer… 19 de junio, los tanques del enemigo cruzaron el Nervión y entraron en Bilbao. Nuestra capital, niños míos, ha caído… es el fin de la independencia vasca».

En palabras de Álvarez Gila, este capítulo refleja «un adecuado trabajo de documentación con la identificación del campamento y el número de niños que había, con la mención a los sacerdotes católicos vascos encargados de custodiar a los niños, con la referencia  a la independencia y al 19 de junio de 1937».

«Quiepo y Largo reciben un mensaje confidencial enviado por su hermano Ramos en Cuba. La parte central es el debate que tienen los dos hermanos sobre si aceptan o no la petición de unirse que les hace su hermano. Largo dice que no, el otro va a visitarle. Quedan en un encuentro en el Mar de Florida. Los inefables americanos Tod Stiles y Lincoln Caso serán quienes les lleven en una lancha. Ramos le dice a Quiepo que teme por su vida en Cuba y lleva a su hija Carlota a la seguridad, entre comillas, del exilio. En ese momento, hay una pelea en la que militantes leales a la Revolución matan a los dos hermanos, y Tod y Lincoln consiguen llevar a Carlota a Estados Unidos, y la ponen en manos de Largo, el único hermano superviviente. Es interesante cómo ligan un exilio infantil con una nueva generación», remarca.

Régimen franquista y Revolución cubana

«Se pone de relieve el totalitarismo represivo del régimen franquista que, curiosamente, sirve de contraparte para ilustrar la imagen también totalitarista que se quiere dar de la deriva que está teniendo el régimen cubano. Es un capítulo también anticastrista: la manera que tiene de identificar esos elementos de totalitarismo del castrismo es compararlos con el franquismo», añade.

Hay otro detalle a tener en cuenta. El título, ‘Peace, Pity, Pardon’, hace referencia al discurso pronunciado por el presidente de la República, Manuel Azaña, el 18 de julio de 1938 en el Ayuntamiento de Barcelona: «Paz, Piedad y Perdón». Aunque, según el guion original, debía de aparecer en el capítulo, fue eliminado. «Es el único parlamento del guion original que es eliminado de la versión que se lleva a la pantalla y le quita al espectador entender el porqué de ese título».

En este punto, Álvarez Gila ha destacado que este capítulo resume «el espíritu» de este congreso, que «menciona a esa historia del exilio vasco pero, al mismo tiempo, es un intento de enlazar lo que entonces era pasado con lo que en ese momento era de rabiosa actualidad».

A este respecto, historiador y miembro de Hamaika Bide Elkartea Iosu Chueca ha subrayado que en esta jornadas han puesto «dos años como referencia. Por una parte, lo que concierne al exilio de 1936-1939, que ha sido nuestro campo de trabajo fundamental, pero también los exilios y migraciones que, desgraciadamente, se está dando hoy en día a nivel europeo y mundial. ¿Qué paralelismos se pueden establecer entre aquel extraordinario exilio de 1936-1939 y los exilios y migraciones que se están dando en la actualidad con tanta fuerza, potencia y parámetros crueles».