Las apuestas deportivas siguen poniendo en riesgo el deporte
El escándalo del fútbol turco –371 de los 571 árbitros de las primeras categorías tienen cuenta en casas de apuestas– ha puesto el foco nuevamente en el problema de las apuestas en el deporte. La ONU asegura que el volumen de negocio de las apuestas deportivas supera al del narcotráfico.
Artikulu hau irakurtzeko
erregistratu doan edo harpidetu
Dagoeneko erregistratuta edo harpideduna? Saioa hasi
Klikik gabe gelditu zara
El presidente de la Federación Turca de Fútbol (TFF), İbrahim Hacıosmanoğlu, se presentó el pasado lunes en la sala de prensa para informar de la investigación llevada a cabo por la federación siendo muy consciente del impacto que tendrían sus palabras. Sabía que las cifras que iba a ofrecer acerca del vínculo de los árbitros turcos con las apuestas deportivas eran demoledoras. 371 de un total de 571 tienen cuenta abierta en alguna casa de apuestas y 152 de ellos apuestan habitualmente. Siete árbitros y 15 linieres de la Superliga habrían realizado más de 10.000 apuestas y 42 superaban las 1.000. En uno de los casos, el número de apuestas realizado superaba las 18.000 en un periodo de cinco años. La TFF remitió la investigación al Comité Disciplinario, así como a la UEFA y FIFA, que han abierto investigaciones propias.
La revelación se produce apenas días después de otra operación contra el juego ilegal, llevada a cabo por el FBI en Estados Unidos y en la que han sido detenidas 34 personas, incluyendo al entrenador de los Portland Trail Blazers y exjugador de la NBA, Chauncey Billups, al base de Miami Heat, Terry Rozier y al antiguo jugador de la NBA, Damon Jones. También fueron detenidos miembros de los Bonanno, Gambino, Genovese y Lucchese, todas ellas conocidas familias de la mafia neoyorquina.
El FBI acusa a varios jugadores y técnicos de la NBA de pasar información acerca de posibles lesiones o ausencias de jugadores en diferentes partidos, de manera que, con esta información, pudieran hacerse apuestas sobre el rendimiento en puntos, rebotes o asistencias de estos jugadores. Según el FBI, entre 2023 y 2024, habrían apostado cientos de miles de dólares aprovechando información aportada por los jugadores y entrenadores.
Algunos de los implicados eran utilizados por las familias de Nueva York como reclamo para atraer a jugadores a las partidas de póker, con el aliciente de enfrentarse a jugadores de la NBA. En estas partidas utilizaban cámaras, rayos X o máquinas de barajar trucadas para estafar a los participantes, llegando a ganar hasta 7 millones de dólares.
Estas dos operaciones que implican a dos de los deportes más populares en el mundo, como el fútbol y el baloncesto, vuelven a poner de manifiesto la amenaza constante que suponen las apuestas para la práctica de cualquier deporte. Porque, aunque se estima que el fútbol abarca el 60% del mercado de apuestas mundial, cualquier deporte es susceptible de convertirse en objetivo de estas redes.
Impacto mundial
Cualquier liga es objetivo de las casas de apuestas. Porque, sí, la Premier League y la Champions son las dos competiciones más populares para los apostadores, seguidas por La Liga, Serie A y Bundesliga, pero estos portales no renuncian a las categorías más bajas, tampoco a partidos de juveniles. El pasado fin de semana, aproximadamente 300 personas vieron en Gobela la victoria por 3-0 del Arenas frente al Guadalajara, pero pudieron ser muchos más los que apostaron en este partido desde Singapur, Macao o Hong Kong.
El Informe sobre la corrupción en el deporte, publicado en 2021 por la Oficina de la ONU contra la Droga y el Crimen, estimaba el negocio de las apuestas ilegales en una cifra que oscila entre 340.000 millones y 1,7 billones de dólares por año. Esta proyección lo situaría en cifras similares o por encima del volumen del narcotráfico. La amenaza que representa para el deporte aumenta, además, por la facilidad con la que se pueden utilizar las apuestas para el blanqueo de capitales.
La FIFA publicó su Código de Ética en 2004, el COI publicó en 2015 el Código sobre Prevención de Manipulación de Competiciones y todos los países de la Unión Europea tienen leyes que regulan las apuestas deportivas. Sin embargo, se trata de un sector que ya venía creciendo y que ha crecido aún más desde la pandemia.
Tampoco debería extrañar, dado que la propia FIFA, cuyo código ético impide a los jugadores y entrenadores obtener beneficio procedente de la industria de las apuestas, firmó un acuerdo de patrocinio con Betano. Este portal de apuestas tiene como accionista a la empresa Allwyn AG, a cuyo Consejo de Administración pertenece el miembro del COI y presidente de World Athletics, Sebastian Coe.
Por otro lado, aunque la publicidad de casas de apuestas y juegos de azar está prohibida en las camisetas y los estadios de La Liga, no ha evitado que varios clubes firmen acuerdos con operadores con presencia fuera del Estado español. Al mismo tiempo, la tecnología de publicidad virtual permite superponer diferentes publicidades en vallas de los campos de fútbol, de manera que, aunque en los estadios de La Liga no aparezca publicidad de casas de apuestas, en la señal de televisión de un país asiático las vallas del estadio pueden mostrar publicidad de una casa de apuestas que opere en ese país.
Hablamos de un negocio multimillonario que se ha mostrado muy efectivo a la hora de burlar las legislaciones actuales y con un alto riesgo para la credibilidad del deporte. «No saben lo que están haciendo», dijo el comisionado de la NBA David Stern cuando en 2012 el Estado de New Jersey legalizó las apuestas deportivas, y parece que el tiempo le está dando la razón.