Pese a la ley, González dice que no se podía evitar el acto de Falange y pide la ilegalización
Pese a que la Ley de Memoria Democrática impide la celebración de actos que exalten la dictadura franquista, el diputado general de Araba, Ramiro González, ha aseverado que no se podía evitar la movilización de Falange el 12 de octubre en Gasteiz. A su juicio, el «camino es la ilegalización».
Artikulu hau irakurtzeko
erregistratu doan edo harpidetu
Dagoeneko erregistratuta edo harpideduna? Saioa hasi
Klikik gabe gelditu zara
La ley establece que, «sin perjuicio de derecho de reunión pacífica», se considerarán actos contrarios a la memoria democrática la realización de movilizaciones que «entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares, y supongan exaltación personal o colectiva de la sublevación militar, de la Guerra o de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial». Así, cabe preguntarse cómo fue posible que los falangistas de concentrarán el 12 de octubre en el centro de Gasteiz, brazo en alto y cantando el Cara al Sol. Y lo hicieran, además, a escasos metros del Bosque de Luz, erigido en recuerdo de las víctimas de la represión fascista.
En palabras del diputado general de Araba, el jeltzale Ramiro González, Falange Española es un partido político legal y le asiste el derecho de manifestación y reunión, y la solución «lógica y razonable» para impedir que estos hechos vuelvan a repetirse es impulsar su ilegalización. «Representan a posiciones que asolaron Europa en la década de los 30 y 40 del siglo pasado, y hay motivos más que sobrados para su ilegalización», ha aseverado antes de matizar que la Diputación no es la competente para autorizar manifestaciones frente al Palacio Foral: «Es un espacio de titularidad foral pero de uso público».
«No se autorizan manifestaciones. Las manifestaciones se comunican. Y a un partido legal le asiste el derecho manifestación, aunque a mi me repugne», ha añadido González, que también ha cargado contra los antifascistas que hicieron frente a Falange. «Ante la provocación no cabe la violencia. Esa no es la forma de resolver los problemas ni de enfrentar al fascismo», ha aseverado, incidiendo en que al fascismo se le responde con «más democracia, no con violencia». «El camino es la ilegalización. La respuesta no es la violencia. La respuesta es más democracia», ha manifestado, pasando por alto una pregunta importante: ¿Alguna institución informó de que el acto de Falange tendría lugar junto a un lugar de memoria?
Esta pregunta la ha puesto sobre la mesa el juntero de EH Bildu Xabier Valdor, que ha recordado que la convocatoria de Falange era conocida desde el inicio del curso político, «y para nuestro asombro no se ha hecho nada». «Pensábamos que ustedes u otro gobierno moverían ficha», ha destacado, y ha criticado el papel de la Ertzaintza: «En esa lamentable jornada pudimos ver como los falangistas salieron con palos y barras de hierro, armas y cascos de un garaje sin que fueran interceptados. Vimos como agredían a viandantes en la plaza Juan de Ayala y vimos también como la Ertzaintza actuaba de parte. En una pelea entre dos grupos, la Ertzaintza dejó un marcador de 19 a 0 detenidos, a favor de los fascistas, cargas en una sola dirección, con disparos a bocajarro».
Desde Elkarrekin Araba, David Rodríguez también censuró el acto de Falange, que profirió «eslóganes provocadores», y la respuesta de Diputación. Los representantes de PNV y PSE, por su parte, han defendido la actuación del Gobierno foral y han remarcado su oposición al fascismo, «pero desde la legalidad». Llama la atención que el PP ha declinado realizar preguntas y valoraciones sobre lo ocurrido.