Sánchez denuncia el «colapso intelectual» del PP y Feijóo le dice que está «muerto de miedo»
El presidente aprovecha la comparecencia especial en el Congreso para arremeter contra la gestión de las derechas en las autonomías, en discurso electoralista. El líder de la oposición afea a PNV y Junts que no apoyen una moción de censura. Nogueras ratifica que la relación con Moncloa «está rota».
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La comparecencia especial de Pedro Sánchez este miércoles en el Congreso era sobre las relaciones con Bruselas y el Consejo Europeo, y por petición del Partido Popular, sobre las causas de corrupción y el destino de la legislatura tras la decisión de Junts de bloquearla. Pero ha acabado siendo un popurrí de muchos temas y una arremetida del líder del PSOE contra los gobiernos autonómicos del PP y el propio liderazgo de Feijóo.
Daba la impresión que el presidente del Gobierno buscaba hacerle pagar caro a la bancada de las derechas sus peticiones de comparecencia. Sin límite de tiempo (único que no lo tiene, a diferencia de los portavoces de los grupos), Sánchez ha lanzado un duro varapalo contra la gestión de los barones autonómicos, con especial ahínco contra Isabel Díaz Ayuso (Madrid) y Juanma Moreno Bonilla (Andalucía), acusándolos de privatizar los servicios públicos.
Extendiéndose largamente en su ponencia, Sánchez ha hilvanado su arremetida contra el PP, el cual está atravesando según él un «colapso político e intelectual», al referirse a la corrupción y señalar que hay conductas inapropiadas que «pueden no quebrar la legalidad pero ser profundamente inmorales». Una táctica nueva que ha experimentado este miércoles Moncloa: los dardos más duros los solían dejar para los turnos de réplica pero esta vez han sido apenas comenzado el pleno. Táctica que ha exasperado a Feijóo, quien lo ha tachado de «señor tertuliano» y «líder de la oposición al PP».
Estabilidad en debate
Al hacer referencia a cómo llevará adelante lo que queda de legislatura sin apoyos previsibles, Sánchez ha dicho que siempre lo ha hecho desde hace siete años con «una minoría parlamentaria que tuvo una oposición absolutamente destructiva, que no aporta una sola propuesta y está abonada al esperpento y rendida ante la ultraderecha». Además, ha opinado que desde la crisis financiera «asistimos al fracaso y colapso político e intelectual de la derecha tradicional».
«Tampoco es cierto que las mayorías absolutas traigan mayor estabilidad, son las políticas que se aprueban en esta cámara las que garantizan que haya una estabilidad social. Recordemos las contrarreformas en el sistema de pensiones o la laboral de Rajoy con mayoría absolutísima… la contestación social fue extraordinaria», ha recalcado. Y ha aprovechado la oportunidad para pedir «al señor Abascal que no pacte con el PP y se convoquen elecciones» en el Pais Valencià.
Luego ha entrado de lleno sobre la presunta corrupción, aunque no ha agregado nada con respecto a las denuncias que pesan sobre altos cargos del PSOE, sino que ha apuntado contra el PP: «La corrupción en nuestro país adopta muchas formas; a veces cargos que cobran mordidas, otros son comisionistas, o a veces partidos políticos que privatizan servicios públicos a cambio de determinados favores. No significa que sea ilegal, pero desde luego es absolutamente inmoral. Su consecuencia se sufre a diario, en las residencias de mayores, en las listas de espera y en las aulas».
Sánchez: «Defenderemos el Estado de Bienestar por necesidad, por convicción y por patriotismo, porque defender España no es pasearse con la bandera del aguilucho»
Ha subrayado que el Gobierno español ha transferido 300.000 millones más desde que él es presidente con respecto al Ejecutivo anterior y por eso ha dicho que «es un problema ideológico y un modelo de sociedad», porque hay gobiernos autonómicos «que usan ese dinero de la gente para satisfacer a las élites y hacer negocios que son legales pero inmorales y destructivos para la mayoría social».
Ahí ha comenzado un largo derrotero en el que Sánchez ha dado cifras (nunca citando las fuentes, también debe ser dicho) sobre los problemas en la sanidad pública en la Comunidad de Madrid, en Andalucía y en Castilla y León, hurgando hasta en el problema de la temporalidad de los bomberos forestales de la Meseta y en la infrafinanciación de las universidades madrileñas. Y ha concluido su embestida prometiendo que su gobierno va a defender «el Estado de Bienestar por necesidad, por convicción y por patriotismo, porque defender España no es pasearse con la bandera del aguilucho».
Al subir al estrado, Núñez Feijóo ha activado las pullas contra Sánchez y sus contradicciones, por ejemplo recordando que la Galiza que él gobernó 14 años tiene la sanidad tres veces menos privatizada que la Generalitat catalana que gobierna ahora el PSC.
Enseguida el expresidente de la Xunta ha puesto el énfasis en una legislatura sin estabilidad parlamentaria y en que la Mesa del Congreso bloquea el trámite de las leyes aprobadas en el Senado dominado por el PP. «¿Qué se cree usted? ¿Que las Cortes son un adorno? ¿Que somos secundarios y el único protagonista de esta ficción que usted se inventa es usted?», ha disparado.
Feijóo ha dicho que cuando sea presidente hará una «rebaja histórica de impuestos a los jóvenes al adquirir su primera vivienda» y que su vicepresidente primero tendrá las competencias en Vivienda, lo que ha provocado risas y abucheos en la bancada izquierda, señalando al líder de Vox como probable responsable.
Al mencionar el tema de la corrupción, ha opinado que Sánchez «está muerto de miedo por la acción judicial» y que sigue en el cargo «para controlar la Abogacía del Estado y la Fiscalía General». Le ha vuelto a preguntar por qué cesó en su momento a José Luis Abalos y luego lo incluyó en las listas y si su fallecido suegro financió las primarias del PSOE que Sánchez ganó. También ha ironizado: «Desde ya le aviso, yo no lo voy a amnistiar, ni a usted ni a los suyos».
Como viene haciendo hace dos años, el líder del PP ha mirado a los portavoces de los grupos socios de investidura de Sánchez y les ha reprochado su apoyo. «Han preferido a un presidente dócil antes que fiable», ha señalado, y ha advertido al PNV que «le pasará lo que ya le está pasando a Junts», que se quedará «sin votantes» por haber traicionado a su «base sociológica centrada apoyando a una izquierda populista».
Feijóo a Sánchez: «Desde ya le aviso, yo no lo voy a amnistiar, ni a usted ni a los suyos».
El presidente de Vox ha criticado en su tono habitual a Sánchez («Este parlamento entregó los mandos de la nación a un narcisista sin escrúpulos aupado por una flotilla de maleantes») pero ha sido especial el hincapié hecho contra Feijóo y los acuerdos que sostiene el PP con el PSOE (como en Bruselas o el gobierno de Ceuta). Ha insistido también con la demonización de la migración y, sin citar estudios o cifras, ha acusado del deterioro de los servicios públicos a la llegada «de tres millones de migrantes en cinco años».
El turno del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha comenzado con el único momento de camaradería parlamentaria entre los grupos en el pleno, al enviar «un fuerte abrazo» a su «amigo y compañero» de hemiciclo Borja Semper, quien está de baja por motivos de salud. Luego el diputado soberanista ha advertido del ‘lawfare’, ha retado a las derechas a que «si lo tienen tan a huevo y está todo tan mal, por qué no presentan la moción de censura», y ha reflexionado con la necesidad en las izquierdas de hablar sobre migración y seguridad «aunque incomode, porque hacer que el tema no existe beneficia a las derechas».
La portavoz de Junts, Miriam Nogueras, ha ratificado que la relación con el PSOE «está rota», ha tachado a Sánchez de «cínico e hipócrita» y ha opinado que el hecho que los socialistas hayan decidido desbloquear la tramitación de la ley sobre multirreincidencia tras el anuncio de ruptura total «no hace otra cosa que darnos la razón». Acto seguido ha hecho una mención pormenorizada de todas las medidas que fueron acordadas entre ambos partidos y que no se concretaron a pesar que solo dependían, a su juicio, del PSOE.
EH Bildu y PNV
La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha realizado un enfático llamado a todos los grupos alertando por el ascenso en el mundo «de los proyectos reaccionarios», ha pedido que el Gobierno «no abandone» al pueblo saharaui y palestino y ha destacado el partido amistoso que este sábado jugarán en Bilbo la selección vasca y palestina.
Aizpurua, con el trasfondo de la posición de Junts: «No coquetearemos con las derechas por cuestión de principios, no vamos a jugar a abrirles la puerta»
Sin mencionar a Junts pero en clara alusión, ha recalcado que EH Bildu seguirá «trabajando para aplicar avances» en la mayoría social y ha pedido a Sánchez avanzar «sin miedo a perder votaciones y sin aceptar la parálisis. Que cada uno decida cómo presentarse ante su pueblo y asuma las consecuencias de las decisiones que adopta». «No coquetearemos con las derechas por cuestión de principios, no vamos a jugar a abrirles la puerta», ha enfatizado.
Por su parte, la portavoz del PNV, Maribel Vaquero, ha criticado a Sánchez por convertir «en un mitin» la comparecencia con la que «ha entretenido» a los diputados en tono de «eterna campaña». «Usted ha venido a vender su libro», le ha dicho, tras lo cual ha pedido que se respeten los derechos del pueblo saharaui «por encima de los intereses geoestratégicos».
Sobre la legislatura, ha lamentado que «hemos pasado de estar camino de la UCI a la agonía» y le ha exigido que explique «a dónde y cómo» va la mayoría de investidura porque «no es suficiente resistir con manual o sin él, sino que hay que reconstruir confianza».