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Osasuna-Real: El Sadar acoge el derbi de las dinámicas contrapuestas

Involucrados en dos dinámicas totalmente contrapuestas, Osasuna y Real se miden en El Sadar –sábado, 18.30– en un derbi que determinará si ambas trayectorias se ven prolongadas. Los rojillos necesitan una imperiosa victoria, mientras que los txuriurdines afrontan el duelo con mayor tranquilidad.

Catena y Oyarzabal, en el último derbi en El Sadar, volverán a verse las caras. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

A principios de octubre, la Real tocaba fondo y caía a puestos de descenso. En esa misma octava jornada, Osasuna ocupaba una cómoda decimosegunda plaza, gracias a su fortaleza casera, que no hacía intuir que los problemas estaban cerca.

Cuatro partidos más tarde, ambas situaciones, las de rojillos y txuriurdines, han dado un vuelco completo. Los de Sergio Francisco han encadenado cuatro partidos seguidos sin perder –dos victorias y dos empates–, mientras que los pupilos de Alessio Lisci han sido incapaces de ganar en ese tiempo –tres derrotas y un empate ante el colista–.

Ninguno de los dos puede descuidarse. La Real ha abierto un hueco de tres puntos sobre el descenso, mientras que el de Osasuna se reduce a uno. Los números recientes transmiten que los locales llegan más necesitados al derbi de El Sadar y la escuadra guipuzcoana, más tranquila y confiada en sus posibilidades.

Todo ello hace que el encuentro tenga una carga de responsabilidad poco habitual superado el primer cuarto del campeonato. Encadenar un segundo tropiezo casero –los aficionados rojillos vieron cómo su equipo caía ante el Celta hace casi un mes– podría hacer caer a la escuadra navarra a los puestos de la quema y acabar con su buena racha le supondría a la Real regresar a los viejos fantasmas.

Ninguno de los dos equipos vascos quiere que ello suceda y un empate no les sacaría del atolladero, aunque lógicamente sería más beneficioso para los visitantes. Por eso, quitando las naturales precauciones, se espera un partido en el que no se salga a especular, habida cuenta de la importancia de los puntos.

La enfermería es otro factor a tener muy en cuenta, especialmente en el caso de los anfitriones, que tendrán que tirar de cantera para ocupar la lastimosa posición del lateral derecho, al que le ha caído un mal de ojo con las lesiones de Rosier, Iker Benito y Moncayola.

La oportunidad de Argibide

Iñigo Argibide es el futbolista llamado a encargarse de dicho cometido, si bien parece que el preparador rojillo va a aguardar hasta el mismo día del encuentro para dar la lista definitiva de convocados, a la espera de la evolución del de Garinoain y de Ante Budimir, otra de las dudas, ya que Lisci no lo ha descartado.

A ellos se suma el tocado Lucas Torró, que no parece claro si estará disponible de inicio. Quien sí parece ya preparado para recuperar la titularidad es un Aimar Oroz –no lo es desde el pasado 14 de septiembre– al que se le ha echado en falta en el juego ofensivo del conjunto osasunista.

También sufrirá bajas importantes la Real. A la recaída de Yangel Herrera, que probablemente no podrá volver a jugar hasta 2026, hay que sumarle las ausencias de Igor Zubeldia y Mikel Goti, ambos con molestias y que no han entrenado durante toda la semana, y las ya conocidas de Óskarsson, Rupérez y Karrikaburu.

Todo apunta a que el hueco del zaguero de Azkoitia lo cubra Caleta-Car, sustituido al descanso con Croacia por un grave error, y que no parece que pueda medirse a su compatriota Budimir, al menos en principio. Por si acaso, Sergio Francisco ha llamado al central del Sanse Luken Beitia.

Como nota positiva, el bloque guipuzcoano recupera a Jon Mikel Aramburu, ya restablecido del traumatismo craneoencefálico que padeció en Elche, además de que Barrenetxea, que también ha entrado entre los elegidos tras dos semanas en el dique seco por un hematoma.

Osasuna no gana desde el pasado 3 de octubre, que lo hizo contra el Getafe, y la Real no vence a domicilio desde hace siete meses, aunque cuenta entre sus filas con uno de los futbolistas más en forma del torneo, un Mikel Oyarzabal ubicado entre los máximos goleadores.

Alto nivel técnico y centros al área

La preocupación va por barrios y así lo han manifestado tanto Alessio Lisci, como Sergio Francisco. Al transalpino le inquieta el «alto nivel técnico» de su rival, mientras que el irundarra tiene serios recelos sobre la querencia rojilla a poner centros, faceta defensiva en la que la Real no se está mostrando especialmente sólida este curso.

Además, el míster local ha apretado a los suyos. «Han entendido que nos falta ese punto de competitividad, de ser un poco más cabrones, más pillos y más listo dentro del campo. Ya lo vimos en Sevilla, de dónde nace el penalti. Esos detalles que tenemos que ir metiendo en el campo, no queremos ir más abajo y tenemos que espabilar», ha asegurado Lisci.

Respecto a su idea de juego, «será parecida, aunque creo que la hemos modificado en función del rival. Tenemos que seguir en la misma línea y continuar con la idea que tenemos. No merecemos siete derrotas, pero las tenemos».

Para Sergio Francisco, el duelo será «muy igualado», en un Sadar «que aprieta mucho», pero hemos estado cerca de poder ganar en otros partidos, y confiamos en que esta vez sea la definitiva», respecto a la sequía de su equipo como foráneo.

Y ha señalado que la Real ha aprovechado este parón de selecciones para «corregir y mejorar» ante el sprint final del año y está «con ganas de volver a competir en otro derbi muy interesante».