EH Bildu propone medidas para transformar el modelo de atención en Salud Mental de Osakidetza
El pleno de la Cámara de Gasteiz debatirá este jueves una propuesta de EH Bildu para transformar el modelo de Salud Mental de Osakidetza. Plantea un cambio radical en cómo se han abordado hasta ahora en la red pública los trastornos que sufre parte de la ciudadanía.
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El Parlamento de Gasteiz abordará este jueves el debate de una proposición no de ley de EH Bildu que pone encima de la mesa medidas para transformar el modelo de Salud Mental de Osakidetza. La iniciativa apuesta por una «atención bio-psico-social que tenga en cuenta a la persona en su integridad».
En pleno debate sobre cómo adecuar los servicios de Salud Mental de Osakidetza, donde se entrecruzan distintos intereses y la realidad de una red saturada que empuja a la gente, a la que se lo puede costear, a la red privada, llega a la Cámara esta iniciativa de EH Bildu.
La parlamentaria Rebeka Ubera no pone en duda que la atención a la ciudadanía que puede tener una enfermedad mental ha cambiado en los últimos años, pero estima que «todavía queda mucho por transformar y mejorar en la atención de la salud mental para situar al ciudadano o ciudadana en el centro, darle voz y garantizar una atención biopsicosocial considerada en su conjunto».
Su propuesta parte de «una mirada holística». «La salud mental, teniendo en cuenta los determinantes socioeconómicos y la comunidad, se situará integrada en el sistema público de salud e incluida en todas las políticas de salud», defiende.
En ese cambio de prisma a la hora de abordar la salud mental, Ubera apunta a la misma revisión de los términos que se utilizan, como ya plantean algunas voces, dejando de lado el término «enfermedad mental» y utilizando el término «sufrimiento psicológico», a fin de evitar categorizar a la población y condicionar sus vidas.
Para ir avanzando, considera «imprescindible» que en los barrios, en los municipios, a nivel comunitario, se trabaje desde la promoción y la prevención de la salud, al tiempo que se ponen a trabajar en común los recursos de los que puede disponer el primer nivel de atención –centros de salud, servicios municipales, centros educativos, agentes–, sistematizando las dos intervenciones más eficaces, a fin de mejorar el nivel de bienestar individual y colectivo.
Mirada en la prevención
Como punto de partida, fijando la mirada en la prevención, instan al Departamento de Salud a que, junto con la habilitación de psicólogos y psicólogas sanitarias para trabajar en Osakidetza y su contratación en todas las organizaciones sanitarias integradas (OSI), «reforzando así los equipos de atención primaria», diseñe procesos de intervención a diferentes niveles, comenzando por la promoción en barrios y municipios, «de modo que la ciudadanía que tenga sufrimiento psicológico o enfermedad mental tenga voz».
«No se trata solamente de contratar más psicólogos, sino de cambiar el modelo de intervención», subrayan.
Los soberanistas de izquierda demandan que el departamento que dirige Alberto Martínez a que profundice en la transformación de la atención a los trastornos mentales, priorizando y sistematizando las intervenciones grupales –también de carácter psicoeducativo y terapéutico– en todos los territorios y OSI, posibilitando y valorando especialmente la formación en psicoterapia grupal.
En esa transformación de la atención, entienden fundamental dar prioridad a las terapias de grupo, en coordinación con personal de Enfermería y Trabajo Social.
Además, insta a constituir una comisión de seguimiento, «como iniciativa pionera», con pacientes, representantes del Parlamento y de profesionales de los centros de salud mental, residenciales y recursos sociosanitarios, «para el seguimiento de medidas de humanización de la atención». Entre otros, para el seguimiento de medidas que contribuyan a eliminar la utilización de sujeciones mecánicas y químicas y los ingresos no voluntarios
Asimismo, propone a la Cámara a que inste al Departamento a que profundice en una psicología comunitaria que articule intervenciones integrales y coordinadas entre Osakidetza, servicios sociales y docencia, entre ellas la atención temprana a la psicopatología emergente.
También plantea que se revisen los tiempos y plazos de acceso a los recursos a los que realizan derivaciones los centros de salud mental y/o centros de salud, a fin de facilitar el acceso y adecuarlos a las necesidades de las personas, de forma que las intervenciones se realicen con calidad.
«Hay que tener en cuenta a todas las personas, especialmente a aquellas que se encuentran en situación o riesgo de exclusión o que tengan problemas de consumo». Para ello, se implantarán equipos de atención comunitaria de salud mental (TAC) en todos los territorios.