Zestoa: El fiscal admite la sombra de violencia machista pero mantiene la petición de multas
La Fiscalía ha admitido este viernes que en el caso de Zestoa «ha planeado la violencia de género», tras reconocer como «dramático» el testimonio de la mujer. No obstante, mantiene la petición de multas contra quienes la arroparon en una dinámica de solidaridad feminista.
El fiscal del caso de la vecina de Zestoa denunciada por su expareja, por supuestas coacciones para que renunciara a la custodia compartida del hijo de ambos, ha señalado este viernes en la última sesión que en el juicio «ha planeado la violencia de género».
Además, ha dicho que pocas veces ha escuchado «un relato tan dramático» como el de la acusada cuando el jueves relató ser víctima de maltrato psicológico grave.
El juicio contra esta mujer, para la que el Ministerio Público solicitaba inicialmente tres años de cárcel por un delito continuado de coacciones y otro contra la integridad moral, ha concluido este viernes con la presentación de los informes de las partes, en una sesión en la que el fiscal ha explicado por qué se ha acogido a la eximente completa de «miedo insuperable» para retirar las acusaciones contra la mujer.
En esta causa, se ha juzgado a otras cinco personas, entre ellas el propio alcalde de Zestoa (EH Bildu), Mikel Arregi, a los que retira también la pena de prisión de dos años y siete meses que reclamaba la Fiscalía y se rebaja de 30.000 a 15.000 las multas que pedía en conjunto.
En octubre de 2018, la expareja de la mujer presentó una denuncia en la que señalaba que, tras la ruptura sentimental en 2016, se difundió en Zestoa que era «un maltratador, un drogadicto y un alcohólico» e incapaz de cuidar a su hijo y acusó a los procesados de crear un «grupo de presión» y cometer actos de hostigamiento.
«No se puede volver la espalda al sufrimiento»
Durante su intervención hoy, el fiscal ha señalado que durante este procedimiento «ha planeado la violencia de género» y ha remarcado que «no se puede volver la espalda al sufrimiento de la demandada y el relato desgarrador» de la mujer.
Sin embargo, ha considerado que «el denunciante estaba en todo su derecho de pelear por la custodia de su hijo, por mucho que les duela a la acusada y sus amigas». Y ha considerado que «existen pruebas que corroboran actos de hostigamiento» hacia el demandante.
La acusación particular, por contra, mantiene los cinco años de prisión para la expareja del demandante y para el alcalde por un delito de coacciones continuadas y contra la integridad moral y cuatro años y dos meses por los mismos delitos para el resto de acusadas.
El abogado ha indicado que la exmujer de su representado «quiso obtener en la calle lo que no obtuvo en los juzgados y lo que logró fue el destrozo de una persona».
Defensa: La solidaridad como pilar
Por su parte, la defensa de los procesados ha incidido también en el carácter «especial» de este juicio que constituye un «espejo en el que mirarse de cara al futuro» en lo relacionado con la violencia machista.
«Pudo haber un momento ayer en el que se dudara de quién era realmente el denunciante», ha considerado el letrado, que ha incidido en que en este procedimiento se trasluce «uno de los pilares» de la lucha contra la violencia de género, que debe ser la solidaridad. Ha incidido en que los acusados eran amigos y formaban simplemente una «red de apoyo» a la mujer.