Elias Anton Murgiondo

28 de diciembre, no es inocentada

Será el inicio de una nueva ruta para caminar unidos y alegres, pues las imposiciones minoritarias se habrán diluido en los tiempos nuevos que arrancarán para dotar a Iruñea de una representación municipal acorde con los deseos de su ciudadanía. No, no es inocentada, a pesar de la coincidencia de fechas, y todo será debido al acuerdo entre diferentes para devolver el gobierno municipal a las fuerzas mayoritarias y de progreso que derrotaron a la ultraderecha mafiosa e incompetente. Cosa que no debiera haber ocurrido, pero los astros se cruzaron y las viejas tretas no fueron admitidas, como pasó en el 79, donde se intentó colocar a alguien con menos votos por aquello de que no gobiernen los ultras navarreros. Hubo un ¡basta ya!, firme y la soberbia voto por la abstención de sus cinco representantes, dando así paso a las huestes de la Desunión del Pueblo Navarro (DPN). Sin embargo, el tiempo ha dado la razón a quienes desde un principio plantearon la alcaldía para la fuerza de progreso mayoritaria, lo cual dignifica a todas las partes, pues el afán por el control municipal de DPN le ha llevado a cometer los errores de siempre, sobre todo en la obsesión por imponer y controlar, obviando los planteamientos del resto de las fuerzas políticas y su mayoría de votos. De ahí la moción de censura que la señora Ibarrola considera una «indecencia» y el Sr. Esparza una «rendición ante el fascismo abertzale...». Han ocurrido muchas cosas en estos seis meses transcurridos desde la toma de poder de la señora Ibarrola, pues la muerte política del señor Feijóo y su desgarrador griterío proclamándose ganador de las elecciones en el Estado, la unidad natural entre la familia facha, la soberbia cantada a partir de las encuestas amañadas (vender la piel del oso antes de cazarlo), dando por segura la victoria y obligando al resto de agrupaciones políticas a poner pie en pared para derrotar al populismo sanguinario que se preveía, son una parte del cambio. La praxis del trabajo en común por parte de las fuerzas antifascistas ha conseguido frenar el avance ultraderechista que Feijóo, Abascal y Esparza pretendían imponer, lo cual ya supone un triunfo y un motivo de alegría; también una lección para aprender algo sobre el respeto al votante y a la cooperación entre diferentes cuando de parar al monstruo se trata. Ya fueron suficientes los 40 años de franquismo y los siguientes 40 de reforma política neofranquista. Por ello la amnistía y la necesaria reforma de la constitución. Son tiempos nuevos, donde el diálogo y el debate son más necesarios que nunca, donde, sin olvidar el pasado, los esfuerzos de trabajo y los acuerdos políticos debieran suponer atender a las necesidades de todos los pueblos y naciones sin estado que malconviven en la península; esta unidad de acción entre diferentes debiera suponer el inicio relacional de una hoja de ruta de progreso y solidaridad, basada en el respeto y la convivencia, dotando a cada región y nación de capacidad para decidir su futuro. Para ello resulta necesario adaptar la Constitución a los nuevos tiempos, reformar todo lo que sea necesario para dar cabida a todas las formas de convivencia y acoplar todos los avances de libertad que el tiempo requiere, todo ello porque las normas constitucionales no debieran ser un texto inamovible y suponer una caja cerrada para imponer las reglas de juego: el mundo evoluciona y las ideas también, así como los conceptos de libertad y respeto, donde la justicia está por encima de lo escrito como si se tratara de un auto de fe, pues la imposición no es libertad.

Ha ocurrido que Pedro Sánchez ha sido elegido presidente en el Estado español, que la señora Chivite es presidenta de la Comunidad Autónoma de Nafarroa y Joseba Asiron será el próximo alcalde de Iruñea. Todo ello con mayoría de votos ciudadanos de los diferentes territorios y con el griterío en contra de las huestes de la extrema derecha hispana, donde la agresividad y las promesas de recortes e ilegalizaciones han confluido de manera consciente en su actividad cotidiana. En Nafarroa se destacan estos días Ibarrola y Esparza, pues en su lento descenso en apoyos, intuyen el descalabro y por ello no dudan en enfrentarse a todos con insultos y falsedades, convocando manifestaciones y protestas porque pierden espacio y notoriedad. DPN (UPN) se halla en proceso de descomposición, se acaban las mentiras y una representación engañosa y bastarda, pues su mensaje es falso y no defiende a Nafarroa, depende de lo que le oferte la derecha centralista, la derecha neofranquista, la cercana al levantamiento del 36 con todas sus malditas consecuencias.

Nafarroa es la excusa para los y las abducidas, ignorantes y anclados en un pasado indigno, cooperantes necesarios para mantener las mentiras de una historia falseada y que les ha producido ingentes beneficios y poder durante largo tiempo. Este 28 de diciembre comienza una nueva etapa para esta hermosa ciudad y la unidad entre diferentes conllevará ilusión y avances en un gobierno municipal nuevo y abierto, donde el diálogo y las propuestas habrán de surgir con naturalidad y donde todos, incluidos los adeptos a DPN, podrán exponer y ofertar sus planteamientos e ideas para un buen funcionamiento municipal.

Asiron fue un buen alcalde y no tengo duda de que lo seguirá siendo, por ello, el día de los inocentes comienza una nueva etapa, con el apoyo necesario de otras fuerzas de progreso para atender las necesidades ciudadanas y ese día demostraremos que también sabemos llenar la Plaza del Ayuntamiento y cantar, sin insultar ni berrear como Esparza e Ibarrola demostraron. Se promete un hermoso día, feliz y lleno de alegría, para apoyar a la nueva Corporación en su nueva andadura. Allí estaremos y lo celebraremos como se merece. Gora herria! Euskal preso politiko eta iheslariak etxera!

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