El Aberri Eguna (día de la Patria vasca), se conmemoró por primera vez en el año 1932, y tuvo lugar un día domingo de pascua, tomando como referencia los hechos ocurridos en Irlanda, cuando este país, declarará su independencia de la Gran Bretaña.

Han pasado 86 años desde el primer Aberri Eguna, que se conmemoró un 27 de marzo de 1932, en la ciudad de Bilbao. Los testimonios que nos llegan de la época, nos revelan que las calles de Bilbao, se llenaron de personas, siendo la gran mayoría jóvenes, los cuales, portaban ikurriñas. Todo ello ocurrió en el marco de un clima festivo y muy colorido.

En este sentido, miles y miles de nacionalistas vascos recuerdan en esta afirmación pacífica y colectiva los derechos que le asisten a la nación vasca, como así también, la unidad territorial de Euskal Herria, manifestando además, la firme voluntad de un pueblo, que tiene en claro que hay que seguir luchando por estas reivindicaciones, como así también, por el objetivo final, que es lograr cristalizar el derecho a decidir del pueblo vasco.

El Aberri Eguna se continuó conmemorando y al año siguiente, (1933), tuvo lugar en la ciudad de San Sebastián, a donde asistieron miles de vascos y vascas junto a personalidades de la política europea. Los cronistas de la época resaltan que la jornada se desarrolló en clima de gran fervor patriótico, en demanda de la libertad negada a Euskal Herria.

Será en el año 1934, fue cuando la celebración se mudó a Gasteiz y un año más tarde, la conmemoración tuvo lugar en Pamplona-Iruñea. Con lo cual, a esta altura, el festejo, se había desarrollado, en cada uno de los cuatro territorios históricos vascos de hegoalde.

En los años posteriores, las amenazas de la aviación nazi y la posterior instauración del régimen franquista, impidieron continuar con la festividad. En tal sentido, recién en el año 1963, los jóvenes tomaron la iniciativa y convocaron a un Aberri Eguna. Esta vez, las actividades tuvieron lugar en la localidad de Itsasu, en el territorio histórico de Laburdi, en Iparralde.

Este año 2018, nuevamente se conmemorará el día de la patria vasca. En este sentido, desde la diáspora sumamos nuestros deseos para que la misma sea lo más unitaria posible y se convierta en un día para la fiesta y la reflexión, privilegiando la tan necesaria acumulación de fuerzas soberanistas. Además, entendemos que siendo consecuentes con una demanda expresada por una gran mayoría de la sociedad vasca, debemos continuar extendiendo nuestra mano generosa, en la búsqueda de la resolución definitiva del conflicto político vasco por las vías pacíficas, civiles y democráticas. Por último, cabe destacar que toda nuestra lucha para cristalizar estos objetivos antes enunciados, se encuentra enmarcada en el convencimiento, de que nosotros, los vascos, somos una nación y tenemos derecho a la autodeterminación.

Un párrafo aparte en este Aberri Eguna, es nuestra solidaridad con el pueblo catalán, siendo consecuentes con las enseñanzas que nos impartieran nuestros referentes históricos vascos, entre ellos, el lehendakari José Antonio Agirre, cuando manifestaba con claridad y firmeza, que los vascos deberíamos estar hoy y siempre acompañando al Catalunya en sus reivindicaciones soberanistas.