Gontzal Mendibil

A esta tierra llamada Euskal Herria

La terminología política siempre nos puede llevar a otros terrenos mas controvertidos, pero el manifiesto firmado por músicos y cantantes lo dice claro, se trata de recuperar un himno que lo fue de las siete provincias. Es obvio que surgirán opiniones discrepantes, porque la vida es movimiento, «Ezina, Ekinaz, Egina» y bien sabemos de donde venimos, pero lo importante es saber a dónde queremos ir.

Con motivo del doscientos aniversario del nacimiento de Iparragirre, un amplio colectivo de músicos vascos proponemos que "Gernikako Arbola" sea el himno para toda Euskal Herria.

Y lo primero, es determinar qué es Euskal Herria, porque como apunta el periódico "El Mundo" con respecto al manifiesto que hemos firmado más de un centenar de músicos, «Euskal Herria es un concepto inexistente», con lo cual, desde ese dogma postular, no hay opción de debate.

Extraigo íntegras las palabras de "El Mundo" donde titulaba: "Un himno para una Euskal Herria inexistente": «Un colectivo de músicos reclamaron ayer en Pamplona que el ‘Gernikako Arbola’, la canción escrita en el siglo XIX por Iparragirre, se convierta en el ‘himno de Euskal Herria’ dejando claro que ‘no de la Comunidad Autónoma vasca’. En la línea con la izquierda abertzale y con el nacionalismo en general, la iniciativa pretende ignorar que el País Vaso y Navarra son dos regiones distintas».

Por tanto, a pesar de que el alavés Lazarraga en 1564, el labortano Leizarraga en 1571 y el navarro Axular en 1643 nos hablaran del territorio Euskal Herria y de sus siete provincias vascas, todo el que se siente parte de esa Euskal Lurra o Euskal Herria, ha de saber que según algunos está en un ente inexistente, es decir en un planeta inventado. Es obvio que para ese pensamiento, ni la historia, ni la cultura tienen valor alguno, y ni siquiera el sentimiento de los habitantes de este «planeta inexistente».

Los que hemos entrado en cierta edad y hemos vivido la escuela franquista y a quienes nacimos en las faldas del Gorbea, nos obligaban a cantar el "Cara al Sol" y nos castigaban de rodillas y con copiar mil veces, «no hablaré en vasco en clase, no hablaré en vasco en clase»... algo sabemos de esto.

Franco murió, pero sus ideas siguen perennes y esperemos que no lleguen al poder porque tal vez a algunos nos destierren como le desterraron a Iparragirre. Y, ¿por qué le desterraron?, preguntaréis quienes no sepáis la historia de Iparragirre; pues ni más ni menos que por cantar el "Gernikako Arbola" y «sublevar a las masas».

«¿Qué habría hecho yo?», se preguntaba el bardo de Urretxu. Solo amaba a los míos. No había cometido ningún crimen, ni incitaba a la guerra o a la venganza. Solo quería paz y amor a nuestras tradiciones seculares».

Pues he aquí que, casi sesenta años después, hay quienes afirman que «Euskal Herria no existe», aunque el Gorbea parece que sí porque, al menos yo, lo veo, lo palpo y, sobre todo, lo siento. Y ahí está todo, en el ser y en el sentir. Así pues, lo primero es determinar qué hemos sido, qué somos y qué queremos ser.

En el significado y en el concepto de las palabras hay una terminología cultural y una terminología política. Y el titular nos lleva a la fusión y, según desde qué óptica se mire, a la disfunción. «Laurak hartuko degu/ zurekin partea / pakian bizi dedin / Euskaldun jentia» así dice una de las estrofas del "Gernikako Arbola". Y la voluntad de los vascos es la hermandad de los pueblos, es la proclama de Iparragirre.

Unir voluntades entre diferentes y en modo transversal, se mire desde donde se mire, es una apuesta enriquecedora. Por tanto, me parece que es muy loable proponer un símbolo o una canción, como es el caso, que represente lo común: una historia, cultura, idioma, sentimiento, tierra, euskal lurra, Euskal Herria... y concitar adhesiones de gentes y opiniones diferentes es la pretensión del manifiesto firmado por músicos. Lo dije y lo recalco, lo que no ha unido la política, ojalá lo consiga la música y la cultura.

La web www.gernikako-arbola.eus lo afirma claro. Mala cosa sería si en vez de unir, dividimos. Desde una connotación cultural y emocional, estamos los que creemos en esa Euskal Herria histórica, cultural y simbólica que fomenta la conciencia colectiva de los vascos. Por tanto, no veamos cosas extrañas donde no las hay. De momento, fortalezcamos las conciencias, hoy además un tanto agazapadas y enrevesadas con la dichosa globalización.

El manifiesto firmado por el colectivos de músicos no pretende sustituir el "Gora ta Gora" por el "Gernikako Arbola", ni que el Parlamento vasco abjure del "Gora ta gora", que ya está institucionalizado en el Gobierno Vasco. "Gora ta gora" se tomó como himno oficial de Euskadi y tiene su gran significado y valor, y en ningún modo se pide quitarle su condición y cualidad. De igual manera, desde 1986, la Comunidad Autónoma de Navarra cuenta con su propio himno, conocido como "Himno de las Cortes", y tampoco se pretende obviar ni suplantar, Iparralde carece de himno vasco oficial. Por lo tanto, en el conjunto de los territorios no disponemos de un himno que nos una.

Asi pues, vayamos a eventos dispares en diferentes lugares de Euskal Herria, que tengan que ver con el deporte, cultura, historia... Euskaltzaindia, Eusko Ikaskuntza... u otros eventos extraoficiales que abarcan todos los territorios vascos, pues ¿por qué no, se cante el "Gernikako Arbola"?

La terminología política siempre nos puede llevar a otros terrenos mas controvertidos, pero el manifiesto firmado por músicos y cantantes lo dice claro, se trata de recuperar un himno que lo fue de las siete provincias. Es obvio que surgirán opiniones discrepantes, porque la vida es movimiento, «Ezina, Ekinaz, Egina» y bien sabemos de donde venimos, pero lo importante es saber a dónde queremos ir.

Entre los músicos firmantes me comentan: «Estuve tocando durante años por América y cada vez que me encontraba con un vasco de la diáspora, acabábamos cantando emocionados el ‘Gernikako Arbola’»… «Ojalá que el ‘Gernikako Arbola’ vuelva a unirnos a todos un poco más».

Y quiero acabar con el poema de Joseba Sarrionandia "Badakizu zer den gure herria?" "¿Sabés qué es nuestro pueblo?") al que puse música; no he encontrado mejor definición, o al menos mejores preguntas cuya respuesta sea para cada uno el camino que defina a nuestro pueblo.

Gure herria lokatzeko mapa bat da? Etsaiari sinetsi genion ipuina? gure herria, harriak zeinek urrunago jaurti, jokoan ari diren haurrena da? (¿Nuestro pueblo es un mapa de barro? ¿Un cuento que creímos al enemigo?, ¿nuestro pueblo, es un juego de niños de ver quien lanza más lejos la piedra?)

Gure herria Itsaso gabeko balea da? Abuztuko elurtea? Helbiderik gabeko gutuna? Hiztegi apurtu eta triste bat ez bai ez ez ez dioena? ¿Nuestro pueblo es una ballena sin mar? ¿Una nevada de agosto? ¿Una carta sin dirección? ¿Un diccionario roto y triste que ni dice sí ni dice no?

Gure herria erditua izateko dago?, Erditze naturala ala zesartarra? eta zer egiten du ba gure herriak hor, geure herriaren zain? / ¿Nuestro pueblo está para parir?, ¿de parto natural o por cesárea? Y qué hace pues, nuestro pueblo en busca de su pueblo?

Gure herria ibiliala orkatiletan korapilatzen zaizkigun kaleak dira? Gure herria topografia eta marketing, hipotesi oker pare bat da? ¿Nuestro pueblo son las calles que al andar se nos enredan entre los tobillos? ¿Nuestro pueblo es un par de errores topográficos de hipótesis de marketing?

Euskal Herria deitzen den lurralde lekutara, begira gelditzen da goizero, planeta Lurretik urrunera bailitzen, bere izen propia ere entelegatu ezinik / A esa tierra llamada Euskal Herria, se queda  mirando cada mañana, como si fuera muy lejos del planeta tierra sin poder alcanzar su propio nombre. Pero, como dice un antiguo refrán euskaldun: «Izena duen guztia omen da» («Todo lo que tiene nombre existe»).

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