El PNV ha pinchado en las elecciones y las ha ganado EH Bildu en los lugaren en liza. ¿Es tan dificil de entender?

Maddalen Iriarte se merece la makila de diputada general de Gipuzkoa, Rocio Vitero la vara de alcaldesa en Gasteiz y Joseba Asiron la de Iruñea, porque la gente les ha votado como referencia para un cambio y porque para arrebatárselas se debe echar mano o favorecer a las fuerzas más reaccionarias. ¿Qué les pasa a los Ortuzar, Urkullu y compañía? Como pollos sin cabeza buscan salvar los trastos del naufragio y parecen dispuestos a cualquier pacto mefistofélico para seguir en la jaima principal del Oasis Vasco.

La desesperanza y el desamor son malos consejeros y arrastran a quien los padece al ridículo. Y ya se sabe que en política se puede hacer muchas cosas menos el canelo.

La izquierda independentista ha cosechado los mejores resultados de su historia y los jelkides se han dado una costalada de aúpa.

Soy consciente de que pedirles deportividad a quienes siguen creyéndose señoritos en su cortijo es inútil, pero también sé que la paciencia es revolucionaria. Y que aquí las cosas ya han cambiado.