Cristina Garcia de Andoin Martín
Activista de Caravana Abriendo Fronteras- Mugak Zabalduz Karabana y Ongi Etorri Errefuxiatuak

Canarias, la última frontera que Europa dibujó en África

El cierre de las fronteras ha reactivado el tránsito de rutas más peligrosas, como la ruta canaria, que junto a las políticas migratorias asesinas impulsadas por la UE, tiene como consecuencia que al menos 1.851 personas hayan perdido la vida el año pasado.

La Caravana Abriendo Fronteras pone rumbo a Canarias, la última frontera que Europa ha dibujado con su punta más afilada en África.

250 personas -de las que el 70% son mujeres; y el 40% son de Euskal Herria–, viajarán desde la península y Baleares entre los días 17 y 24 de julio en la 6ª edición de una caravana que desde 2016 viene recorriendo cada año diferentes espacios de frontera: Grecia, Italia, Andalucía, Ceuta y Melilla y Euskal Herria. Como en anteriores ocasiones se propone denunciar la vulneración de derechos humanos, las causas de los desplazamientos forzados y reivindicar otras políticas migratorias, comerciales e internacionales.

Seguir el trazo de las políticas migratorias europeas en las islas –sea en las Canarias, las griegas o en Lampedusa– es como seguir la caligrafía de un mandato cien veces escrito: ¡no migrarás!, aunque seas tierra que andas, aunque camines para no quedar bajo tierra.

Las islas son un poco como los trozos rotos y desgastados que se le van cayendo a la vieja Europa, los cascotes de un pasado colonial bien mantenido donde sedimenta firme el racismo institucional y unas políticas de acogida racistas.

Las circunstancias políticas, sociales y económicas de los últimos años han agravado algunas de las condiciones que empujan a las personas a migrar. El impacto de la pandemia está siendo grave en los países de África Occidental y del Sahel Occidental, de donde proceden las personas migrantes que llegan a Canarias y donde la economía informal tiene un gran peso. A esto hay que sumarle el empobrecimiento asociado a los procesos de globalización, el extractivismo que despoja a estas comunidades de sus recursos y formas de vida; la violencia machista; y los conflictos armados en algunas de estas regiones, donde los gobiernos europeos tienen una responsabilidad histórica y, en muchos casos, un papel activo en la actualidad.

El cierre de las fronteras ha reactivado el tránsito de rutas más peligrosas, como la ruta canaria, que junto a las políticas migratorias asesinas impulsadas por la UE, tiene como consecuencia que al menos 1.851 personas hayan perdido la vida el año pasado.

Canarias, uno de los territorios más empobrecidos del Estado español, con una situación social insostenible a causa de la crisis económica que ha acompañado a la pandemia con el parón del monocultivo turístico, se ha convertido en frontera colonial de la Europa del capital.

A la fuerte militarización de las islas como plataforma para el neocolonialismo extractivista, se suma este nuevo papel de guardia fronteriza contra el sentir de su población que, como viene evidenciando, mayoritariamente se muestra solidaria con las personas migrantes.

Durante el último año las condiciones de detención, hacinamiento y bloqueo en las islas han sido dramáticas. El contexto de emergencia sanitaria derivada de la covid-19 y las políticas migratorias amparadas en un nuevo Pacto Europeo han servido de excusa para legitimar la vulneración de derechos humanos.

Caravana Abriendo Fronteras viajará junto a Carovane Migranti y testigos de otras fronteras para unirse a las organizaciones y colectivas sociales que resisten en las islas frente a un modelo migratorio que está en guerra con la vida.

Denunciaremos el nuevo Pacto Europeo sobre Migraciones y Asilo que sigue poniendo el foco en el retorno, las deportaciones, la externalización de fronteras y la firma de acuerdos de readmisión por terceros países como herramientas básicas del control fronterizo, por delante de los derechos humanos y la acogida digna. Denunciaremos los dispositivos de privación de libertad y los espacios de contención; la militarización y la presencia de Frontex. Reivindicaremos el derecho a la salud y a disponer de vacunas para todas las personas, el derecho a solicitar asilo, a la libertad de movimiento y la regularización para todas las personas en situación administrativa irregular que se encuentran en el territorio español.

Durante ocho días se sucederán acciones en torno a lugares significativos como playas y puertos, campamentos y Centros de Internamiento, subdelegación de gobierno, Frontex y cementerio. También se llevarán a cabo mesas de experiencias y de conocimiento y debate en torno a diferentes contenidos. Además se reservarán espacios de asamblea, reuniones y momentos de encuentro lúdicos y de cuidados.

Un año más viajamos para organizarnos, acuerparnos y aprender desde una perspectiva decolonial, feminista y anticapitalista.

Canarias, ni cárcel ni tumba ni rota. Sosteniendo la vida.

Bilatu