Fernando Espinosa Martín

Carta abierta a la ciudadanía de Huarte: Que parezca que todo cambia

No permitamos que nos sigan engañando. Tomemos el ejemplo de nuestros pensionistas y reivindiquemos lo que nos pertenece. Profundizar en democracia, en derecho a decidir, tiene un coste de 0 euros. Seguir dejándolo todo sólo en manos de nuestros políticos locales más de 2 millones y medio. ¿Qué prefieren?

En noviembre de 2013 el Pleno del Ayuntamiento de Huarte aprobó por unanimidad dar por finiquitada la vida de la Sociedad municipal Areacea, una sociedad que, a la sombra del ladrillo y con procedimientos oscuros, había sido el brazo ejecutor del desmesurado crecimiento urbanístico de la localidad. Se incluyen entre sus chanchullos las ruinosas obras faraónicas del Centro de Arte Contemporáneo, del Cubo Spa-sport Itaroa y del frontón Euskal Jai Berri (frontón que, a pesar de ser de titularidad municipal, está en manos de una empresa gestora que no le saca ningún rendimiento ni entrega un solo euro al Ayuntamiento y que, ni tan siquiera, repara los desperfectos y averías que se han ido produciendo con el correr de los años).

Por si no fuera suficiente con el acuerdo plenario, y en vista de que no se ejecutaba la disolución de la sociedad en cuestión, tanto EH Bildu (que ostenta la alcaldía) como Geroa Bai (que la sustenta) lo insertaron como prioridad en los programas con los que concurrieron a las elecciones de 2015. EH Bildu llegó incluso a cubrir Huarte de pancartas denunciando la situación y organizó una asamblea en la que intervinieron como ponentes don Alfredo Arruiz (actual alcalde) y su asesor, don Santiago Quiroga. Ambos dejaron claro a todos los asistentes el despropósito y el menoscabo que suponía para las arcas municipales no haber extinguido  todavía Areacea s.m. Además añadieron que todo lo malo que había ocurrido y que seguía ocurriendo en la villa era culpa del Grupo Independiente de Huarte, pero que no había que preocuparse, ya que si ellos ganaban las elecciones iban a revertir rápidamente la situación.
Hoy es el día en el que todavía no se ha dado un solo paso para materializar el compromiso adquirido. En 3 años que llevamos de legislatura el coste para el Ayuntamiento de Huarte por mantener aún activa la Sociedad Municipal de Gestión Urbanística Areacea asciende a 2.100.000 euros (una tercera parte del presupuesto del Ayuntamiento). A esta cifra hay que sumar el salario de 3 trabajadores de servicios múltiples (30.000 euros anuales por cada uno, lo que supone un total de 270.000 euros desde 2015), unos trabajadores que han dejado de atender otras necesidades municipales propias de su ámbito laboral, lo que, como puede comprobar cualquier huartearra, ha ido en detrimento del propio mantenimiento de la localidad (iluminación, pavimento, limpieza…). Es decir, desde que arrancó la presente legislatura, el coste por conservar operativa Areacea es de 340 euros por huartearra, lo que trasladado, por ejemplo, a una familia de 4 personas cuyos miembros no hayan asistido nunca a las instalaciones del Spa-Sport Itaroa supone más de 1.000 euros.

En cualquier caso, nuestros problemas no acaban aquí. Dichas instalaciones van a tener un déficit anual estimado, según el interventor municipal, de 300.000 euros (sin incluir, al menos, 200.000 euros más en sueldos), además de la mencionada pérdida de calidad en el mantenimiento del pueblo y de sus otras instalaciones por sustraerse personal que ahora está dedicado en exclusiva al Spa-sport.

No es menos cierto que el Spa-sport también tiene sus aspectos positivos. Es usado por algo más de 600 vecinos y vecinas que sólo pagan 72 euros anuales –Huarte tiene una población de 7.000 habitantes–, da trabajo a varias personas del municipio y sirve de marco para el programa "De la pastilla a la zapatilla", un exitoso proyecto que apuesta por introducir la receta deportiva y por animar a nuestros mayores a practicar ejercicio físico.

Quizá la rentabilidad social del Spa-sport justifique el quebranto económico para nuestra economía municipal, quizá compense que siga abierto aunque andemos siempre cortos de dinero (al tiempo que gastamos unos 200.000 euros anuales en abonar los intereses de la deuda de tanta megaconstrucción), quizá sea mejor dilapidar el dinero en esto que invertir, por ejemplo, en una casa de cultura adaptada a la actual dimensión demográfica de Huarte o en ajustar los alquileres de las viviendas municipales a la renta de las familias inquilinas o en contratar una técnica de igualdad o en aumentar el personal general para dar un mejor servicio a la ciudadanía (hay que reseñar que tenemos una plantilla dimensionada para cuando en Huarte no había ni la mitad de población que existe hoy en día), quizá…

Ahora bien, ¿por qué no se permite que sean las y los huartearras quienes decidan junto con sus representantes sobre estas cuestiones tan relevantes? ¿Por qué continuar fomentando la apatía política desde las instituciones? ¿Por qué seguir confiando en unos partidos que dicen una cosa y luego hacen la contraria? Eso sí, siempre les queda la posibilidad de espetarnos que si no estamos satisfechos con su gestión, dentro de 4 años podemos votar a otros (aunque tampoco existen garantías de que los siguientes vayan a ser fieles a su palabra).

Si no establecemos mecanismos de control de la acción política de nuestras concejalas y de nuestros concejales no habremos elegido representantes, sino jefes. Seremos víctimas del gatopardismo de quienes proponen que todo cambie para que, en realidad, todo siga igual, de quienes donde dijeron «digo» ahora dicen «Diego», de supuestos adalides de la participación ciudadana, pero que, mientras que nos aproximamos a cumplir la segunda década del siglo XXI, siguen aplicando las viejas recetas del siglo XX.

Lo que nos afecta a todas y todos debemos decidirlo entre todas y todos y más cuando se refiere a ordenanzas o a materias especialmente sensibles como el caso que nos ocupa y donde hay tantas posibilidades distintas de invertir semejantes cantidades de dinero. Debemos impedir que salga tan barato tirar con pólvora del rey. Seguro que en alguna ocasión habéis abordado por la calle al alcalde o a algún concejal para preguntarle por qué no se hacía tal o cual actuación y os ha respondido: «No hay dinero» (que es lo que contesta M. Rajoy cuando le interrogan por la subida de las pensiones). Sí que lo hay. Lo que ocurre es que se gasta de forma indebida.

No permitamos que nos sigan engañando. Tomemos el ejemplo de nuestros pensionistas y reivindiquemos lo que nos pertenece. Profundizar en democracia, en derecho a decidir, tiene un coste de 0 euros. Seguir dejándolo todo sólo en manos de nuestros políticos locales más de 2 millones y medio. ¿Qué prefieren?

* Todos los datos que figuran en la presente cata abierta son reales. Si alguna vecina o algún vecino de Huarte quiere comprobarlos con mucho gusto les atenderé en el propio Ayuntamiento. Dejen su número de teléfono o su dirección de correo electrónico en las oficinas municipales y en el más breve plazo posible me pondré en contacto con ustedes para concertar una entrevista.

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