Txema García
Escritor, periodista y miembro de la plataforma Guggenheim Urdaibai STOP

Carta desde Urdaibai al ministro Urtasun

Estimado ministro:

Me dirijo a usted como máximo responsable de la cultura de ese país-estado llamado España. Y lo hago con el fin de conocer cuál es el verdadero alcance de las palabras que pronunció (así como de todo lo que evitó decir) el pasado 28 de febrero en el Congreso de los Diputados, en el marco de una sesión de control al Gobierno y como contestación a una pregunta del diputado del PP, Javier de Andrés, que le interpeló sobre su opinión acerca del proyecto del Museo Guggenheim en Urdaibai.

Su contestación, cuando la leí, me generó un sabor más bien agridulce, tirando a amargo. Usted expuso que ese proyecto de Museo genera «muchos problemas, medioambientales y urbanísticos», si bien dejo claro que la última palabra sobre su ejecución corresponde a las instituciones vascas, competentes en la materia.

Pues muy bien, qué quiere que le diga. En primer lugar, me parece impropio de un ministro de Cultura no hablar en términos culturales y sí hacerlo, en cambio, con respecto a otras materias que, estrictamente, tampoco son de su competencia directa: medioambiente y urbanismo. ¿O era para escurrir el bulto y tirar balones fuera?

¿No tiene Vd. nada que decir sobre el proyecto del Museo Guggenheim Urdaibai desde un punto de vista específico, es decir, desde una perspectiva cultural, aunque en todo este tiempo prácticamente nadie haya hecho mención a la misma? ¿Le parece bien? ¿Le es indiferente? ¿No tiene opinión sobre una actuación que también tiene una dimensión cultural? ¿No le preocupa el colonialismo cultural en el ámbito de los museos que se está produciendo, al igual que en otras artes, como la música, el cine, o en el mundo digital? ¿Que las instituciones vascas sean competentes en la materia elimina de raíz que usted pueda tener una posición cultural al respecto?

¿Tampoco usted tiene nada que decir, como miembro del Gobierno español y representante de una formación de izquierdas, acerca de los peligros de la turistificación masiva y sin control a la que se está exponiendo nuestra costa y nuestras ciudades de cabecera y que ese proyecto agudizará sobremanera? ¿No le preocupa la salvaguarda de la identidad cultural de esta parte del país que, para muchos de los que aquí habitamos, forma Euskal Herria?

Cierto que este proyecto de Museo Guggenheim en Urdaibai conlleva muchos problemas» medioambientales y urbanísticos», pero creo que se queda muy corto en su apreciación y que no es de recibo que un responsable con un cargo como el suyo despache con una frase de mecha corta una pregunta-trampa de un político de derechas que quiere ponerle en un aprieto. Este proyecto que nos quieren imponer es un tema serio que preocupa y ocupa a toda una comarca que ve cómo su futuro se quiere jugar a una sola carta, con ciudadanos que ponen de su bolsillo aquello que buenamente pueden para corregir en los tribunales una decisión que el Gobierno al que pertenece ha tomado en los despachos.

Y creo que se queda muy corto en su apreciación, porque no sé si sabrá que el Gobierno del que Vd. forma parte ha autorizado nada menos que una partida de 40 millones de euros procedentes de las arcas públicas para limpiar unos terrenos altamente contaminados por una empresa −Astilleros de Murueta− en lugar de hacerlo, en todo caso, con los recursos de la empresa contaminante. ¿Qué le parece esta decisión de sus compañeros del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico? ¿La comparte también? ¿Y si no lo hace, la va a tratar de cambiar? ¿No tiene ninguna posición al respecto?

Más preguntas, señor Urtasun: ¿le parece bien que ese mismo Ministerio de Transición Ecológica incumpla la Ley de Costas y haya rebajado de 100 a 20 metros la protección de servidumbre para hacerle espacio al Museo, ocupando así parte de la zona núcleo más protegida de la Reserva de la Biosfera? ¿Va a hacer algo efectivo Vd. y el partido en el que milita (Sumar) para combatir este ecocidio? ¿Va a presentar algún recurso ante los tribunales para parar esta barbarie? Porque eso lo puede hacer hoy mismo, antes de que sea demasiado tarde. Los ciudadanos ya lo han hecho de la mano de la plataforma Guggenheim Urdaibai STOP y Greenpeace también se ha sumado a la demanda.

Dígame, señor ministro: ¿tiene su formación algún plan de actuación concreto, con medidas eficaces, para detener este despropósito? ¿Han evaluado la opción cada vez más perceptible de que detrás de todo esto no esté sino una operación especulativa de altos vuelos a cargo de todos los contribuyentes?

Tampoco me queda claro que usted haya visitado la zona donde se quiere instalar este Museo Guggenheim. ¿Conoce el solar de la antigua fábrica cubertera Dalia que se pretende derribar y donde se quiere instalar la primera de las dos sedes de este proyecto de Museo Guggengheim en Urdaibai? ¿Sabe que la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública (AVIOP) ha expresado que «Dalia no es una «ruina industrial» sino una obra significativa del arquitecto Luis María de Gana y Hoyos y que su edificio actual es culturalmente reutilizable»? ¿Tampoco le merece este hecho ningún comentario de defensa al respecto?

Señor ministro, permítame un apunte final para acabar esta misiva. Un cargo público de la importancia del que Vd. tiene no puede andar por la vida soltando la primera frase que se le ocurre y sin contextualizar con más rigor un tema que para muchos ciudadanos tiene muchas más dimensiones. Y, por favor, no envíe la pelota a ningún otro tejado porque Vd. y el Gobierno español del que forma parte también sería corresponsable de un presunto delito de malversación de caudales públicos y de favorecimiento de una empresa que ha contaminado unos suelos y que ahora ustedes pretenden que se limpien con el dinero de todos los contribuyentes. ¿O no está de acuerdo con que «el que contamina, paga»?

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