Elias Anton Murgiondo

Chapoteo costumbrista

Parece ser que el barro resulta relajante y anima a pringarse a todo quisque saliendo de cualquier portal o entrando en cualquier cueva mediática donde el insulto o el agravio resulta gratis y facilón, cuestión que se acelera cuando concurren encuentros o citas electorales y las bocas cambian el bostezo por la mentira y el insulto. Lo estamos viendo en la España galleguizada, donde Feijóo y Tellado se esfuerzan en chapotear en el barrizal que su frustración por haberse estrellado contra la nada los tiene enfangados. Los gritos e insultos constantes dirigidos a quienes les han derrotado, utilizando la mentira y la paranoia como arma preferente, produce asco y pena; alguien debiera animarles al sosiego y al relajo, sería bueno para la salud, pues el hecho de no haber llegado al gobierno aliándose con Vox tiene el demérito de culpabilidad franquista. Unos eligen apoyos para ganar y no siempre lo consiguen y otros lo consiguen haciendo esfuerzos por lograr entenderse para avanzar y mejorar la convivencia y el diálogo. Alguien debiera acercarse a los correveidiles del PP para advertirles que no resulta didáctico el repetir todas las ocurrencias del hombre del yate de la droga y su secretario lenguaraz, pues no resulta original y huele a venganza frustrada y a rencor faccioso.

Las elecciones en la CAV se acercan y también por estos lares comienza el chapoteo, pues los sonidos postelectorales anuncian un respetable ascenso de la izquierda abertzale que amenazaría a la mayoría del regionalismo-unionismo vasco; los diferentes portavoces de estos partidos se han lanzado al barro sin ningún tipo de complejo y no dudan en culpar a EH Bildu de todos los males y respuestas sociales que incomodan al gobierno de Lakua o inciden en justas reclamaciones populares donde la sacrosanta Ertzaintza participa y reparte pelotazos y palos sin complejos, dañando con gravedad a personas que tienen el derecho a la protesta y a pasear por los pueblos y ciudades de nuestra tierra.

El PRV se halla en un momento de pánico, donde sus miembros, los viejos y los nuevos, se han lanzado a escupir sin complejos y así lo ha hecho Erkoreka en vísperas de su jubilación forzada. El hasta ahora Consejero de Interior no ha dudado en señalar a la izquierda soberanista como responsable de la actuación vandálica de la Ertzaintza, en ningún momento ha planteado que los diferentes grupos que componen la policía de Arkaute se parece más a un queso gruyer, donde los infiltrados abundan y trabajan para la radicalidad hispana y antivasca, creando malestar y enfrentamientos innecesarios en tiempos de diálogo y entendimiento. Es así que el nuevo aspirante a lehendakari por su partido, el señor

Pradales, también se ha unido a los rumores y las mentiras que Ortuzar se digna a esparcer en sus charlas de «banktzoki»; es el mantra que procede en vísperas electorales para pescar incautos necesarios temerosos en JEL, donde Jaungoikoa resulta tan necesario para mantener la mentira y el poder del dinero. Pradales se une a Erkoreka y dice que las pelotas y las porras son necesarias si la gente protesta y que deben utilizarse si la ciudadanía grita sus derechos, anuncio reflexivo de un joven-viejo adiestrado en Sabin Etxea.

Los avances progresivos de EH Bildu en el tiempo y las citas electorales hablan objetivamente de una forma de hacer política cercana a la sociedad vasca y de tratar con rigor la problemática social de la población, lo cual inquieta sobremanera a los partidos de gobierno y su pacto antiabertzale; es así que Andueza ha dejado de repetir aquello de «cuando yo sea lehendakari...», para plantear «nosotros somos imprescindibles para gobernar...», dejando a un lado la compra de votos con billetes de tren y autobús gratis o de repartir caramelos o palomitas de maíz en los cines de la CAV con idéntico objetivo. Su unidad es el escudo necesario para frenar a EH Bildu y si no les llega, ahí están el PP, Vox o UPN para ayudar, cuestión que todo el mundo sabe, pero hay que disfrazar, contradicción importante con el actuar real del soberanismo en Madrid o Iruñea, marcando estabilidad y progreso en la medida de lo posible, votando a favor de una amnistía para Catalunya que debiera suponer el respeto a la nación catalana y preparar su legítimo derecho a una consulta de autodeterminación, como ha sucedido en Escocia y deberá suceder en Irlanda, Corsica, Euskal Herria o Galiza. La libertad no deben escribírnosla, la libertad se practica y compete a los pueblos y naciones sin estado el ejercerla. Libertad es que en Madrid no decidan lo que a Euskal Herria le conviene. El respeto a las costumbres, la cultura y el idioma, así como a su población mayoritaria, debiera ser suficiente para lograr un autogobierno necesario y justo, lo cual se convierte en deseo para que ocurra lo mismo con quien desee la misma libertad para su región o nación peninsular. Si Madrid quiere ser independiente y poner de reina a Ayuso es cuestión de votar y autoinmolarse con tranquilidad, yo nada tengo que decir, pues compete a los y las madrileñas.

Antes ya lo dije, nosotros a lo nuestro, pues el entorno no resulta amable ni colaborador, preparando las elecciones y trabajando firme y amable, ofreciendo lo que tenemos y confiando en nuestro pueblo, pues abriendo las puertas y ventanas de nuestro edificio se conoce mejor cuáles son los objetivos para la soñada libertad para Euskal Herria y será nuestra implicación en el presente absolutamente necesario para lograr el futuro social y la igualdad mediante la solidaridad y el respeto. Gora EH Bildu! Gora herria!

Euskal preso politiko eta iheslariak etxera!

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