Sonia Cuesta Clemente

Conéctate con la naturaleza

Cansada de leer y escuchar continuamente en algunas redes y medios las críticas a las personas más concienciadas con el medio ambiente y sus ecosistemas, a los ecologistas.

Quiero exponer mi opinión sobre lo que es ser ecologista: ser vivo que respeta todos los seres vivos y sus ecosistemas o lugares donde viven.

La naturaleza no está para servirnos en todo lo que queramos, está para nutrirnos siempre desde el respeto y el equilibrio. No deberíamos destruirla en nuestro beneficio. Nunca olvidemos que nosotros también venimos de la naturaleza, que somos seres de este planeta y parte de estos ecosistemas. La gente se ha olvidado de conectar con nuestros orígenes. Pongo un ejemplo:

Hay muchos estudios que dicen que las personas somos energía y en nuestro día a día estamos siendo bombardeados con ondas de todo tipo, desde el microondas, wifi, antenas u otros aparatos. Estas ondas son energía y la mejor manera de eliminarlas de nuestro cuerpo y que no nos afecte de manera negativa, es descalzándonos en los medios naturales (los céspedes de los parques también cuentan) y estar en contacto con los árboles tocándolos.

Sé que a primera vista parece una tontería, pero funciona. Desde que usamos calzado con suela que nos aísla del suelo, perdemos la conexión con la naturaleza. Tan preocupados por los problemas mundanos que nos olvidamos de lo que realmente somos.

Esto es un trabajo individual de cada persona. Habrá gente que quiera y lo haga, pero yo soy consciente de que la gran mayoría ni siquiera se lo va a plantear. Digo esto con conocimiento de causa. Es más fácil que los países hagan leyes y normas para cumplir en vez de ser coherentes…

Tener como objetivo ser ecologista es un trabajo duro que puede durar toda la vida. Por eso, a veces, puedes fallar y ser incoherente, pero es normal porque el ser humano necesita socializar por salud. El problema que yo veo es que la sociedad sigue unas normas que tienes que cumplir si no quieres ser un «marginado». Por este motivo, a veces soy incoherente. Pongo un ejemplo:

Ahora que es verano y a la gente le gusta hacer barbacoas... Nos juntamos muchas personas y cuando hacemos la compra, vamos a un supermercado y consumimos una gran cantidad de plástico, más que el que consumo en todo el año. Sumamos los productos que vienen de otros países y fuera de temporada. Cuento los pesticidas y demás productos químicos que llevan. La suma total me hace sentirme mal. Tengo que poner una balanza y me digo, son mis amigos y no los puedo cambiar, son así y los acepto como son. Eso sí, para no sentirme tan mal, voy solo una vez o dos al año y llevo mis cosas, utensilios y alimentos. No puedo sentirme mal por lo que hacen otros, yo hago lo mío y sirvo de ejemplo para el que lo quiera ver.

Es verdad que no me importa marginarme, me aporta mucho más estar en la naturaleza que estar con personas que se dedican a repetir lo que oyen, ven o leer en la tele o las redes sociales sin un mínimo de cuestión.

Siempre he creído que ser autosuficiente (no solo a nivel energético) y vivir en la naturaleza, es la única manera de vivir en equilibrio con tu entorno, lo contrario, ni es ecologista ni sostenible. Y cuando hablo de autosuficiencia es tener una red de confianza donde tengas todas las necesidades vitales cubiertas. Pongo un ejemplo:

Antiguamente, en un pueblo, cada persona se dedicaba a una labor y entre todos, cubrían sus necesidades. Estaban más conectados entre ellos y con su entorno. De estas personas, pocas quedan, un tesoro que se pierde en silencio. La muerte de los pueblos es dejar de cuidar la naturaleza.

¿Evolucionamos? Un ser vivo que destruye lo que está su alrededor no me parece evolucionar. En mi opinión, esta es la mejor manera de involucionar. En mi opinión, la tecnología no es ni la panacea ni nos va a salvar de todo. En general, nos hará la vida más cómoda y hará seres cada vez menos capaces, ya que el sistema te da lo que supuestamente necesitas. Cuando la realidad es que nos crean esas necesidades para enriquecerse ellos. Lo peor es que lo sabemos, pero jugamos su juego. ¡Despierta!

Vivir en una ciudad no es sostenible, que no te engañen de lo contrario. Hay que ser críticos y dudar, investigar y analizar. No conozco a ningún ecologista real que viva en una ciudad.

Últimamente leo mucho la crítica constante hacia las personas ecologistas y no encuentro el sentido. La única conclusión a la que llego es la siguiente:

El movimiento ecologista existe desde hace muchas décadas porque el ser humano lleva años devastando la naturaleza con consecuencias a pequeña y gran escala. Muchas de ellas, las vemos hoy en día, como el desgaste de tierras de cultivo, problemas en ciertas poblaciones de seres vivos hasta el punto de la desaparición, plásticos por todos lados, etc. Hay personas que esto no lo ven importante, pero la tiene porque todos los seres que habitamos este planeta servimos para algo, todos contamos y si se rompe una cadena, todos los eslabones se ven afectados. Suena romántico, lo sé, pero es así. No lo digo yo.

Pocas veces en la historia se han tenido en cuenta nuestras opiniones, ¿y resulta que ahora que las personas que trabajan en política han hecho suyo nuestro discurso, son ecologistas? ¿Y todos los ecologistas somos como ellos? Eso es una ofensa y solo diré que, por favor, nos informemos mejor antes de hablar que la ignorancia divide y mata.

No entiendo la ignorancia de la sociedad... ¿En qué momento pensamos que los políticos gobiernan para las personas y la naturaleza? En la historia que nos cuentan no hay muchos datos el respecto. ¿Por qué iba a ser distinto ahora? Permitirme que lo dude mucho.

Solo pido que se cuestione y que se analice todo y pongo un ejemplo:

Una persona que no lleva ni ropa ni complementos que provengan de animales y usa todo sintético. Estas cosas sintéticas que se hacen en laboratorios. Esas fábricas contaminan los ecosistemas haciendo que muchos seres vivos desaparezcan. ¿Estos seres no importan?

Una persona que ha decidido dejar de usar papel de escribir por los árboles, pero, sin embargo, tiene mucha información en las nubes y correos electrónicos. Internet contamina y mucho porque esos servidores se calientan y necesitan energía para refrigerar. Para alimentar estos sistemas, usamos «energías sucias».

No quiero juzgar porque el sistema está hecho de tal manera que todo gira en torno al dinero y ese consumo desenfrenado y voraz que destruye todo a su paso. Hace personas desnaturalizadas y deshumanizadas que solo consiguen una supuesta felicidad si consumen.

Cuán confundida está la sociedad que piensa que cuanto más tienes más feliz eres. Este pensamiento va en desacorde con la naturaleza, el ecologismo y la humanidad. La felicidad es una manera de viajar en esta vida, no una meta final.

No digo con esto que dejemos de consumir, sino que seamos más conscientes de las cosas que necesitamos para ser felices. Muchas veces las cosas sencillas y fáciles de conseguir es lo que nos produce la felicidad. Esas pequeñas cosas de la vida que tenemos todos los días, que no cuestan y que no tenemos en cuenta. Ni siquiera las valoramos.

Tampoco digo el volver a las cavernas… típica frase que me suele decir la gente que es ignorante en este tema. Estoy diciendo claramente y nunca me cansaré de decirlo, que seamos más consciente de lo que hacemos en nuestro día a día. Que todo es más fácil, solo usar la coherencia y no dejarnos llevar por esa ingeniería social que manipula sin piedad para conseguir lo que quieren. ¿Y qué quieren? Ganar dinero a costa de estropear la salud del planeta y con ella la de la sociedad, ya que ambas están conectadas. Este planeta es nuestro hogar.

Pido que despertemos y volvamos a ser seres en contacto con nuestro origen, la naturaleza. Que volvamos a los antiguos oficios, en la que todas las personas aportaban un bien para la comunidad. Todas las personas tenían un don y se creaba un ecosistema dentro de la sociedad y con el entorno.
 
Las marionetas políticas solo trabajan para otros intereses que no sea el bien común. No van a arreglar los desequilibrios de los ecosistemas.

Abre los ojos, cambia tus hábitos y deja de dar excusas para no hacer lo que es necesario.

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