Contra la normalización del sionismo, ¡boicot Noa!
Mediante este artículo, desde el movimiento BDS queremos llamar públicamente al boicot del evento que se celebrará hoy 24 de septiembre en el Guggenheim de Bilbao, donde participará la conocida «artista» sionista Noa.
En el contexto del genocidio televisado que está perpetrando Israel, que lleva ya casi 50.000 víctimas y millones de desplazadas palestinas en Gaza y Cisjordania, nos parece una extrema falta de humanidad y de respeto que se dé voz a representantes sionistas.
Al enterarnos de que Noa vendría a Bilbo, desde el BDS nos reunimos con los organizadores, el BBK Bilbao Kultura Social Forum, para expresar nuestra disconformidad y exigir la cancelación del evento. Frente a su negativa, nos vemos obligadas a hacer público este escrito y señalar también la complicidad del Ayuntamiento de Bilbao y la Diputación Foral de Bizkaia, por patrocinar con dinero público la normalización y el blanqueamiento del sionismo.
Que Noa venga a Bilbo, al igual que cualquier «artista» sionista actúe en Occidente, no es un simple «evento cultural». La «industria cultural» es una herramienta fundamental de la estrategia colonial israelí, una estrategia cuyo fin es la legitimación y normalización del sionismo a escala global. El «arte» y la «música» son armas de una más amplia guerra cultural, armas de distracción de masa con las que el Estado sionista se construye una imagen de «multiculturalidad» y «apertura al mundo», ocultando su verdadera naturaleza supremacista y colonial.
Llegados a este punto, algunos podrían preguntar, ¿Pero, por qué boicotear a Noa, conocida por haber tomado públicamente posiciones «críticas» respecto a Israel?
La respuesta es simple: Noa es parte activa de esa estrategia de normalización y blanqueamiento de la colonización, aunque disfrace su sionismo bajo la etiqueta de «voz crítica». Noa representa al «sionismo con rostro humano», un sionismo «progresista» que es funcional al proyecto colonial, que puede llegar a criticar «los excesos» de Netanyahu, pero sin nunca ir a la raíz del problema; sin nunca poner en el centro la colonización, el apartheid y la naturaleza imperialista del Estado sionista.
Un ejemplo del carácter hipócrita e instrumental del «sionismo progresista» de Noa es la constante retórica equidistante. Ese odioso discurso del «buen colono», que rechaza «todas las violencias, vengan de donde vengan»; que equipara la piedra lanzada por un niño palestino contra un tanque, a las bombas israelíes que exterminan a 1.000 civiles en Gaza; que condena por igual una manifestación contra el muro del apartheid por parte de palestinas y palestinos, y la destrucción de cientos de escuelas y hospitales o el uso del hambre como arma de guerra en Gaza. Este discurso hipócrita que reduce el conflicto a una máxima abstracción, a una cuestión de «excesos de unos y de otros»; esa retórica que se llena la boca de «solución pacifica del conflicto», sin nunca mencionar todas las cuestiones estructurales que son la causa del «conflicto» (colonización, apartheid, ideología de muerte del sionismo...). Desde el BDS lo tenemos claro: poner en el mismo plano a oprimida y opresora, a víctima y verdugo, es otra de las herramientas de la guerra cultural sionista y Noa es parte activa de esta guerra cultural.
Para entender el papel de Noa en el blanqueamiento del sionismo, valga con citar solo algunos hechos que desvelan el carácter instrumental de su «progresismo» para el proyecto colonial: participación en 2009 en Eurovisión, representando y blanqueando al Estado sionista, junto con Mira Awad.
La carta con la que, también en 2009, Noa culpó a Hamás de las 14.000 víctimas palestinas en Gaza, causadas por los bombardeos sionistas.
Noa justificó abiertamente, con la excusa de la «lucha al terrorismo», también otras agresiones militares genocidas, como la Operación Plomo Fundido con la que el Estado sionista atacó Gaza en 2014.
Las innumerables veces en las que, en medio de agresiones militares y ataques de colonos en Gaza y Cisjordania, Noa «problematizó» la cuestión, achacando la responsabilidad de las masacres al pueblo palestino (y a su «falta de compromiso con la paz y el diálogo»); defendiendo, además, el «derecho a la defensa» del Estado sionista.
Finalmente, Noa se opone firmemente a todas las campañas y acciones del BDS y tacha de «antisemitas» las iniciativas en solidaridad con el pueblo palestino.
Como recordó el arzobispo sudafricano Desmond Tutu: «Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor». Ese es el lado que están eligiendo los organizadores en caso de seguir adelante con la programación prevista para el 24 de septiembre.
Por todo ello, renovamos nuestro llamamiento a que vuelvan sobre sus pasos y suspendan la participación de Noa. Y, de lo contrario, nos tendrán enfrente: el 24 de septiembre, a las 18.30, en la entrada del Guggenheim.
¡Noa-l sionismo! ¡Boicot Noa! Palestina aurrera!