Jaione Ugalde
Sindicato Hiru

Cuando te hacen comprar un camión que no será tuyo

Tocan la puerta del sindicato personas que, atrapadas a veces en situaciones límite, nos piden ayuda para salir de esas cooperativas que les explotan laboral y económicamente.

El titular podría parecer absurdo y lo cierto es que lo es. ¿Para qué querría comprar alguien un camión que no va a ser suyo? Pues es lo que les obligan a hacer a los autónomos de las falsas cooperativas.

Hace unos días publicaban en este mismo periódico una noticia relacionada con una empresa navarra a la que acusaban de contratar a más de 1.500 falsos autónomos. Como bien se explicaba en la noticia, la cooperativa es la que tiene la autorización de transporte y la disponibilidad de los camiones, pero, muchas veces, son los falsos autónomos quienes tienen que pagar la «letra» de los mismos.

Está claro que la actividad de estas cooperativas deriva en una grave distorsión de la competencia del mercado del transporte de mercancías por carretera y que, además, es un grave fraude a la seguridad social y a hacienda, entre otros. Este tipo de cooperativas han ocasionado muchos perjuicios a los transportistas autónomos, los de verdad, así como al propio sector del transporte. El conocido como dumping social o competencia desleal ha dejado fuera del mercado a muchos autónomos que desarrollaban su trabajo de manera legal. A otros, les ha hecho trabajar de manera precaria para poder igualar aquello que algunos ofrecen de manera fraudulenta.

Ante esta grave situación, Hiru denunció ya en el año 2011 ante las tres diputaciones y el Gobierno de Nafarroa la existencia de diferentes empresas que estaban operando con falsas cooperativas. Con nombres y apellidos. Pero no debió ser suficiente, ya que no ha existido ni una sola inspección.

¿Cómo sabemos que las administraciones no han hecho nada en todos estos años? La respuesta es sencilla: seguimos compartiendo carretera con esas empresas que defraudaban y siguen defraudando. Pero no sólo eso: tocan la puerta del sindicato personas que, atrapadas a veces en situaciones límite, nos piden ayuda para salir de esas cooperativas que les explotan laboral y económicamente.

Las administraciones vascas miran hacia otro lado ante nuestras denuncias: no les interesa lo que les contamos. La condiciones laborales y sociales de los transportistas de Euskal Herria se ven precarizadas por falsas cooperativas que campan a sus anchas por nuestras carreteras. Pero no sólo eso, miles de trabajadores están esclavizados dentro de una cabina, muchas veces en condiciones insalubres, excluidos socialmente y sin pisar sus hogares durante meses. Una vez más queremos exigir a las diputaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y al gobierno de Nafarroa, a los departamentos de transportes y hacienda, que impulsen inspecciones para destapar esta lacra que empaña nuestra profesión, ya que hace ya muchos años que no podemos trabajar con dignidad.

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