Iñaki Uriarte
Corregidor urbano

Día Internacional contra la Corrupción

Es necesario establecer políticas, sistemas y medidas para que las personas puedan alzar la voz y decir no a la corrupción exigiendo la responsabilidad de los gobiernos de implementar medidas efectivas de protección a los denunciantes

Ayer 9 de diciembre, se celebró el Día Internacional contra la Corrupción aprobado por la Asamblea General de la ONU en 2003, aceptando la convención contra la corrupción previa y que entró en vigor en diciembre de 2005. Su fundamento básico se establece con esta definición: «La corrupción es un complejo fenómeno social, político y económico, que afecta a todos los países. Por ejemplo, socava las instituciones democráticas al distorsionar los procesos electorales, pervertir el imperio de la ley y crear atolladeros burocráticos, cuya única razón de ser es la de solicitar sobornos».

Asimismo, en sus propósitos menciona: «La corrupción afecta en todos los ámbitos de la sociedad. Por eso su prevención permite avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ayudar a proteger nuestro planeta y crear empleos, favorecer la igualdad de género y garantizar un mayor acceso a servicios esenciales como la salud y la educación».
También recuerda que «los esfuerzos en la lucha contra la corrupción benefician a todo el conjunto social, pero la mala conducta y las irregularidades están robando recursos valiosos». El Día Internacional contra la Corrupción busca destacar los derechos y responsabilidades de todos –incluidos los Estados, los funcionarios públicos, los agentes de la ley, los representantes de los medios de comunicación, el sector privado, la sociedad civil, el sector académico, el público y los jóvenes– en la lucha contra la corrupción.

Prosigue recomendando, «Para lograrlo, es necesario establecer políticas, sistemas y medidas para que las personas puedan alzar la voz y decir no a la corrupción exigiendo la responsabilidad de los gobiernos de implementar medidas efectivas de protección a los denunciantes, para así garantizar que los mismos estén protegidos contra cualquier posible represalia. Estas medidas contribuyen a que las instituciones sean eficaces, responsables y transparentes, y a que haya una cultura de integridad y equidad».

En Euskal Herria, fundamentalmente en el tercio autonómico donde está más que implantando el PNV se divisó un horizonte esperanzador cuando el lehendakari Iñigo Urkullu proclama: «la corrupción no encaja con nuestra cultura y nuestros valores políticos y sociales». El problema es que los ámbitos políticos, sociales, económicos, sanitarios, e incluso los culturales ya están contagiados.

El ideario del Partido Nacionalista Vasco, sus principios rectores y cinco conceptos claves son: poder autonómico, control absoluto, acaparar puestos, buena marcha del negocio, y permanencia. In saecula saeculorum.

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