Recientemente se ha celebrado en Brasil la COP número 30 en la que los países del mundo convocados por la ONU han estado deliberando sobre las medidas a adoptar para luchar contra el cambio climático. Significativas han sido las ausencias de China y USA, que en conjunto son responsables de más del 40% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI).

Se puede resumir sus conclusiones en la falta de un acuerdo firme sobre el abandono de combustibles fósiles y en la adopción de compromisos de reducción de emisiones de GEI insuficientes para limitar el calentamiento global a 1,5 °C. Hay que recordar que hace 10 años el Acuerdo de París lo consideró como un umbral a partir del cual los riesgos y los impactos del cambio climático se vuelven mucho más graves y potencialmente irreversibles para la biodiversidad, los océanos y el clima.

Dicho umbral ya fue superado en 2024 y, aunque en 2025 el calentamiento se ha moderado, informes recientes de la ONU señalan que las políticas climáticas actuales no son suficientes y que la superación definitiva de los 1,5 °C es casi inevitable en la próxima década si no se intensifican las acciones.

La conclusión a la que se llega es que no hay un interés mundial en adoptar medidas realmente ambiciosas para que se alcance el objetivo señalado. Aun cuando hay declaraciones ostentosas, los países no son capaces de adoptar medidas eficaces para reducir las emisiones de GEI. Igualmente ocurre con las medidas adoptadas por la mayoría de las administraciones públicas del Estado, comunidades autónomas y ayuntamientos. Son medidas testimoniales con resultados positivos limitados que son compensadas por la evolución macroeconómica favorable de estos últimos años. El balance global de los últimos años es de estancamiento en los niveles de emisiones.

En este marco, tiene sentido la aplicación de acciones identificadas e impulsadas autónomamente por la propia ciudadanía para la reducción del consumo energético, el incremento de la contribución de las energías renovables y para adoptar medidas que disminuyan el impacto del calentamiento y sus consecuencias negativas a nivel local.

Para ello, está proliferando la creación de las denominadas comunidades energéticas (CE) que, bajo la forma de asociaciones o cooperativas, aglutina como miembros a personas vecinas de poblaciones pequeñas o barrios de ciudades más grandes en una labor activa en dicha línea.

En dicho marco, y contando con la iniciativa del Ayuntamiento de Pamplona de apoyar la creación de CE en todos sus barrios, la Txantrea ha activado su CE propia denominada Ekibide, que en estas fechas está en pleno proceso de incorporación de personas vecinas y pymes del barrio que incorporen su sensibilidad e interés para promover acciones verdaderamente eficaces.

Serán la definición directa de proyectos y acciones concretos en nuestro ámbito y la labor de presión a las administraciones competentes para que ejecuten proyectos de mayor entidad o de ámbito superior al estrictamente del barrio, el objetivo que debería animar a la mayor cantidad de gente posible a sumarse a esta iniciativa, estableciendo redes de colaboración, tanto internas, como con otras CE que compartan dichos fines, trabajando siempre bajo criterios de participación abierta y control por parte de todas las personas socias.

La consecuencia de dichas acciones será obtener mejoras sociales y mejoras económicas, tanto a corto como a medio y largo plazo, que son siempre inherentes a las mejoras medioambientales, y que permiten disfrutar unas mejores condiciones sanitarias a futuro.

Entre las acciones y proyectos a desarrollar, está la ejecución de instalaciones de energía renovables (instalaciones fotovoltaicas...) para el autoconsumo en las viviendas y actividades comerciales y de servicios del barrio. Igualmente, la intensificación del uso de la bici, de los desplazamientos a pie y del uso del transporte público, exigiendo al Ayuntamiento la adopción de medidas ambiciosas de reducción del tráfico de automóviles, fomento del uso de coche compartido alternativo al uso de coche propio, promoción de puntos de recarga de coche eléctrico en un barrio con prácticamente ausencia de aparcamientos comunales, teniendo como consecuencia que el espacio público sea destinado fundamentalmente a la estancia y disfrute de las personas vecinas.

Y en un ámbito complementario, renaturalización de espacios públicos donde domina el cemento (plaza de Sabicas...) para que puedan ser espacios habitables en verano e incluso refugios climáticos amigables, creación de espacios comunes para compartir utensilios, herramientas y consumo sostenible y de ámbito local, actividades de educación y formación de hábitos racionales.

El Ayuntamiento de Pamplona, con el fin de animar a la ciudadanía a seguir esta dinámica, va a ceder a Ekibide una instalación fotovoltaica de 100 Kw que será el primer proyecto tangible que acometerá durante el próximo año. Todos los vecinos y vecinas de la Txantrea están llamados a incorporarse a nuestra asociación y contribuir de la manera más eficaz posible a avanzar de forma más ambiciosa que las administraciones públicas. Contacta con ekibidetx@gmail.com e incorpórate a un proyecto colaborativo, democrático y ecologista en lucha contra el cambio climático. ¡Y saludos a los colegas de las cinco CE de Pamplona y de las 65 de Navarra en funcionamiento!