El Consejo del Diálogo Social o la mariposa vampiro
El 27 de septiembre de 2013 nos encontramos con el siguiente titular: «Constituida la Mesa del Diálogo Social, un órgano consultivo para la concertación económica y laboral», y la fotografía de la Sra. Barcina en primer plano.
Aunque parezca una perogrullada definirlo, un órgano consultivo es aquel establecido para ser oído y consultado por quienes gobiernan. Nada más o nada menos que una oruga escuchadora.
El 20 de noviembre de 2013, en sesión de trabajo parlamentaria, EH Bildu preguntó a UGT y CCOO sobre la incompatibilidad de su función y la naturaleza consultiva y nos encontramos con la primera cabriola circense: «UGT y CCOO defienden que la Mesa del Diálogo Social tenga carácter decisorio». Por Don infuso se planteaba una metamorfosis.
Casi un año más tarde, el 3 de octubre del 2014, en la web del Gobierno de Navarra y sin rubor, aparece de nuevo la oruga: «El Gobierno de Navarra, CEN, UGT y CCOO han firmado un acuerdo para la reactivación de la actividad y el empleo, que contempla una inversión de 545,5 millones... el acuerdo firmado hoy se recoge la necesidad de consolidar la concertación social mediante el impulso de una ley que permita la creación del Consejo de Diálogo Social de Navarra... con carácter no solo consultivo sino también decisorio en las medidas que sean de su competencia».
La creación del Consejo aflora a la luz pública, aparece la mariposa que no sale de su crisálida sino del capullo de una rosa que costará a las navarras y navarros 545,5 millones de euros. Pero hay que darle el último empujón. El mismo día, a las 13:23, se presenta en el registro del Parlamento la Proposición de Ley Foral por la cual se crea el Consejo Navarro de Diálogo Social por parte del Grupo Socialista. Y la mariposa empieza a salir del capullo de una rosa. ¿Es casualidad que el mismo día del anuncio del Gobierno de Navarra sobre la necesidad de una ley, el PSN la presente?
Por lo visto la mariposa tiene mucho poder de convicción y no solo a nivel institucional, ella solita ha logrado que las navarras y navarros, por obra y gracia del PSN y UPN, avalemos esto: «La ley de Presupuestos Generales de la Comunidad Foral de navarra consignará anualmente una partida presupuestaria que, como subvención no- minativa, irá destinada a las organizaciones sindicales y empresariales más representativas, con independencia de las subvenciones para el fomento de su actividad como organizaciones de interés general en el ámbito económico y social».
El 27 de octubre de 2013 Barcina, cuando la Mesa del Diálogo solo era una simple oruga, dijo: «por primera vez se da el máximo rango a la concertación social» y es extraño que después del paso de crisálida convirtiéndose en mariposa y, con la aprobación en el Parlamento, se ha transformado en mariposa vampiro (Calyptra thalictri), es extraño que no sea oportuno un dictamen de un proyecto que se presentó nada más y nada menos que el 3 de octubre.
El pasado 6 de noviembre el PSN y UPN aprobaron la ley y la mariposa vampiro surgió de la votación; justo en su última transformación, una evolución llena de cientos de millones de euros, sin justificación ni justificantes, una transformación con informes negativos de la Cámara de Comptos, una historia de apoyo simbiótico al Gobierno de Navarra.
Sin considerar el fondo, y solamente considerando la forma del proceso, lo que ha ocurrido en este año y medio es de vergüenza, un ejercicio de clientelismo, una operación perfectamente orquestada entre UGT, CCOO, CEN, Gobierno de Navarra, UPN y PSN y un insulto para la ciudadanía. Una ciudadanía que está sufriendo las consecuencias de esa crisis estructural general en la que mucho tienen que ver algunos de los destinatarios de ese montante. Es un insulto y una vejación para todas aquellas personas en paro, en situación precaria, viviendo sin recursos. Un insulto para quienes están sufriendo los recortes en sanidad, en educación; para quienes no pueden costear el comedor escolar de sus hijos e hijas; para quienes sufren los recortes en políticas sociales. Un insulto para la lucha obrera, para los sindicalistas combativos que trabajan al pie de su puesto de trabajo por mejorar las condiciones laborales. Para toda la ciudadanía navarra en general.
Y si consideramos el fondo y la forma... querella por infamias. ¿Ustedes qué creen?