Manuel Millera

El flotador de plomo

«Fue en España donde mi generación aprendió que uno puede tener razón y ser derrotado, que la fuerza puede destruir el alma, y que a veces el coraje no obtiene recompensa» / Albert Camus, sobre la Guerra civil

¿A qué cabeza de familia sensato se le ocurriría solicitar un préstamo que no va a poder pagar? De no cambiar las cosas, en el futuro vamos a ser todo lo libres que dice la televisión, dentro de una parcela desierta cada vez más pequeña y con muros más altos. El pasado 20 de Julio, el gobierno publicó una previsión para el pago a los bancos. Los bancos reciben un capital del BCE al 1 % y éstos lo prestan al Estado al 6%, una cantidad que puede ir aumentando en función de la mala calificación que le den unas agencias calificadoras creadas por esos mismos bancos. En 2012, la cantidad para el pago de intereses será de 28.913 millones, y en 2013, 39.000 millones de un total de 126.792 que gastará el Estado. Un gobierno que parece delincuente reconoce que esta cantidad es el gasto más importante del Estado, más incluso que los gastos de personal, incluidas policías, ejército y monarquía.

Dicho de otra forma, los bancos se llevan en la usura que practican, tanto como todos los funcionarios juntos, con la diferencia de que el cafelito de éstos puede durar 30 minutos y el de los bancos todo el día, pues no deben hacer absolutamente nada, solo esperar a cobrar. Esos mismos bancos que despojaron en tan sólo 3 meses de 2012 a 46.559 familias de sus viviendas. El próximo año (de aquí a 12 meses) cada habitante de la piel de toro deberá pagar 1.000 €uros en concepto de deuda sólo para devolver el interés, capital aparte. Una familia de 5 miembros, 5.000 €uros.

La coincidencia de fechas no parece augurar nada bueno. Hace 76 años un puñado de próceres de la patria también se creyeron enviados desde lo más alto para salvarnos, y 40 años nos costó levantar la cabeza. Ahora, con otro tipo de armas se ha producido un ataque a la ciudadanía en toda regla, ¿cuánto nos costará la recuperación? Gallardón muestra su verdadera cara con una ley del aborto que nos devuelve casi a épocas predemocráticas.

El gobierno parece delinquir por muchos motivos: favorece el gran fraude fiscal, pues ni lo castiga ni lo persigue; porque reconoce de hecho a más de 70 paraísos fiscales repletos de dinero en sótanos oscuros; dirige una fiscalidad que obtiene una recaudación de las rentas del trabajo y no del capital; aprueba leyes que perpetúan y aumentan la deuda odiosa; aplica políticas que aumentan el paro, la precariedad y los recortes sociales; abusa de su poder privatizando derechos básicos (educación, vivienda, sanidad) que van a empobrecer aún más a la población; dilapida el patrimonio del Estado, vendiendo sus activos a precios de ganga al mejor postor; impone una Constitución inamovible donde los deberes ciudadanos son obligatorios y los derechos se convierten en papel mojado; coloca a los mejores peones de la empresa privada para cumplir un servicio público en el que no creen y sólo pretenden destruir; convierte la deuda privada de unos bancos irresponsables en deuda pública y general, etc… Pero si no van a la cárcel ¿es porque todo es legal? Una querella desde una plataforma del 15M contra el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha sido presentada el 14 de junio. Puede olerse el hedor en la esencia misma de un sistema corrupto y desalmado. Resulta del todo indigno que una cuadrilla de personajes aunque hayan sido elegidos, (con otro programa, claro) niegue el futuro de varias generaciones. El capitalismo se ha quitado la máscara y viene de frente a despojarnos de todo, incluidos dignidad, pensamiento y harapos. Como una antítesis de Robin Hood, roba a los pobres para entregarlo a los ricos... ¡Qué triste manera de ser recordado! Yo fui el mayor villano del siglo, parecía decir mientras se rascaba su blanquecina barba gallega, casualmente un 18 de Julio, día de infausto recuerdo.

Y además tanto esfuerzo…¿para qué?... Ya hubo un tremendo hachazo en 2008, que presuntamente iba a sacarnos del pozo. Ahora se anuncia una larga lista de medidas antisociales y lo primero que sucede es la subida de la prima de riesgo. Los mineros nos han enseñado un camino que han pretendido esconder, acusándoles de vagos, terroristas e insolidarios, en nuestras manos está el aprender de su experiencia. Según Julio Anguita, estamos ya en un «estado de excepción» y hace un llamamiento para crear un frente cívico que paralice el país. Que el PPSOE no es la solución está claro hace tiempo, 3 millones de votantes socialistas se abstuvieron en las últimas elecciones, y hoy tampoco lo harían, según las encuestas.

Hay un camino que podría surgir mezclando el capital indignado de las plazas Tahrir, (liberación, en árabe) Sol u Occupy Wall Street; la llama de Syriza, la marea antimonárquica surgida de los patinazos reales, la militancia persistente de algunos pequeños grupos y partidos y los juicios de Islandia. No deberíamos descartar, según Javier Couso, la formación de un frente político y ciudadano que con pocos puntos comunes pero claros y absolutamente irrenunciables, como la creación de una banca pública, la paralización inmediata de los planes de la llamada austeridad y sus recortes, la auditoría de la deuda y la nacionalización de los sectores estratégicos, consigan aunar el sentimiento de protesta ciudadana y su expresión en las urnas.
Según Vicenç Navarro, si que hay dinero, lo que hace falta es determinación para ir a buscarlo donde está. Los mismos que han hecho naufragar el barco, nos ofrecen ahora un flotador de plomo… ¡Que se lo pongan ellos!... Salgamos a la calle y recuperemos lo que nos han quitado en lo que podría ser uno de los mayores robos legales de la Historia. Como dijo Blas de Otero, aún nos queda la palabra. La palabra y la solidaridad humana, convertidas en lucha ciudadana. Ojalá esta vez Camus no tenga razón.

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