Ana Tere Alvarez e Ixabel Villares
Trabajadoras de Osakidetza y delegadas de LAB

El negocio de la autoconcertación (horas extra) en Osakidetza

El Servicio Vasco de Salud-Osakidetza gasta algo más de 14 millones de euros al año en horas extras para pagar a sus médicos por operar por las tardes principalmente. Es lo que se conoce como autoconcertación, puesta en marcha por Sanidad en 1992 con el objetivo de reducir la lista de espera, especialmente la quirúrgica.

Este programa permite a los profesionales de Osakidetza (médicos, técnicos de rayos y enfermeras, entre otros) operar, pasar consulta y practicar pruebas complementarias y tratamientos por las tardes, es decir, fuera de su jornada laboral, en lugar de recurrir a la contratación para realizar estas tareas.

El año pasado percibieron 13,4 millones de euros por las horas extraordinarias que realizaron frente a los 14,9 de 2011, los 14,6 de 2010 y los 15,1 de 2009. Desde el sindicato LAB siempre hemos criticado con dureza este sistema porque entendemos que no da una oportunidad a los médicos en paro para poder integrarse en el sistema. Y, además, que en un momento como el actual, con el paro desbocado, resulta "inmoral" cobrar horas extras y no buscar fórmulas de reparto del trabajo.

El grupo EH Bildu ha presentado una proposición no de ley en el Parlamento que va en la misma línea: supresión de las horas extras e implantación de turnos de tarde en los servicios de cirugía. La Cámara ya instó en su momento al Gobierno a sustituir progresivamente la autoconcertación por la contratación de personal ajeno y que se encuentre en desempleo. Incluso el Tribunal Vasco de Cuentas analizó hace unos años el sistema, concluyendo que había permitido aumentar significativamente el número de intervenciones quirúrgicas anuales, pero el incremento que se había producido en la demanda asistencial quirúrgica había absorbido la subida de actividad. Asi, el sistema no ha permitido reducir el número de pacientes en lista de espera que fue uno de los objetivos fundamentales por los que se puso en marcha. Lo más correcto para aliviar las listas de espera es introducir un turno de tarde y normalizar los turnos, como en cualquier ámbito profesional donde se trabaja de mañana y de tarde.

Las horas extras son un privilegio que se ha ido enquistando en Osakidetza. En muchos casos, los y las profesionales derivan las operaciones para las tardes para cobrar dichas horas. Esas prácticas hay que corregirlas y más ahora, en la actual situación de precariedad. Mejorar la organización y la eficacia del sistema público es una obligación porque se financia con el dinero de todos los ciudadanos y ciudadanas.

La dirección de cada hospital es la responsable de concertar los objetivos a alcanzar, los procesos asistenciales a realizar y su volumen y los indicadores, tiempos y calidad asistencial a obtener así como la propuesta de la cuantía económica a percibir por cada uno de los integrantes en concepto de productividad. El Hospital Universitario Donostia es, con diferencia, el que más gasta en peonadas (horas extras), con una media de cuatro millones de euros cada año desde 2009. Le siguen el Hospital de Cruces (2,6 millones en 2012) y el Hospital Universitario de Araba (con 2,4 millones el año pasado). A partir de ahí baja la cantidad hasta los 1,5 millones de Basurto.

Según los datos oficiales aportados por la consejería que preside Jon Darpón, el total del gasto en los ejercicios que van de 2009 hasta 2013 en cirugía mayor son: 2009, 15.184.454,38 euros; 2010, 14.669.830,60 euros; 2011, 14.930.512,77 euros; 2012, 13.403.874,90 euros; 2013, 11.860.484,57 euros.

El número de operaciones realizadas por las tardes por medio de la autoconcertación se ha elevado a 67.106 de cirugía mayor y 16.146 de cirugía menor (operaciones de menor entidad que habitualmente no requieren hospitalización).

Es falsa la información de que no hay más remedio que recurrir a la autoconcertación porque no hay especialistas en la lista del paro. La actividad de los médicos se debe de gestionar mejor y el resultado sería bien distinto.

Por otro lado, las condiciones de trabajo que oferta Osakidetza a los facultativos que salen de la facultad son precarias y nada estables. Esto hace que muchos de ellos y ellas opten por marcharse a otras comunidades (Canarias, etc.) donde la estabilidad de los contratos es mayor.

En este sentido LAB aporta medidas concretas para un debate necesario y urgente, como es el acabar con las horas extras en la sanidad pública:

– Trabajo generalizado a turnos.
– No al aumento impuesto de la jornada laboral, sino vuelta a la jornada de 1592 horas pero aprovechamiento real del cien por cien de la jornada laboral (cumplimiento integro del horario laboral por todas las categorías, incluidas las jefaturas).
– Reordenamiento de las sesiones clínicas del personal facultativo.
– No reducción de plazas MIR (Osakidetza las ha reducido en un 50%) y ampliación de números clausus.
– Utilización intensiva de instalaciones radiológicas y quirófanos con personal a turnos
– Reducir el número de facultativos que pasan visitas juntos.

Desde LAB exigimos a Jon Darpón abandonar su apuesta por la privatización de la sanidad pública y  una mejor gestión de los servicios con el fin de acabar con las listas de espera contratando el personal necesario para tener una sanidad pública de calidad y universal.

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