Ramon Zallo

Elecciones en Busturialdea

En el eskualde de Busturialdea, conformado por veinte municipios, la abstención ha sido inferior a la media de Bizkaia que, en el caso de las votaciones a Juntas Generales, casi ha llegado al 40%. Las cifras han rondado desde la increíble mínima de 5,2% (Murueta) al 36,6% (Bermeo) con una media comarcal rondando el 25%. Las más altas abstenciones han sido las de Bermeo (36,6%) y Gernika-Lumo (32,4%). Han tenido porcentajes más cercanos a la media de Bizkaia, pero también otras dos localidades, Busturia (33,4%) –en la que esta vez no ha habido candidatura independiente–, Kortezubi (31%) y Mendata (31%), localidad esta última en la que hubo una sola candidatura (PNV).

Por encima del 20% han estado Ereño, Ajangiz, EA, Gautegiz, Ibarrangelu, Morga, Mundaka y Muxika. Y por debajo de 20% –o sea, con muy alta participación–: Arratzu, Elantxobe, Forua, Kortezubi, Nabarniz y Sukarrieta.

Las abstenciones han sido muy desiguales. Las más bajas abstenciones tienden a darse en localidades pequeñas, sobre todo donde hubo máxima polarización, de esas en las que los y las votantes tienen claro la candidatura que quiere que gane y, sobre todo, quién quieren que no gane o no lo haga en demasía. Un caso notable es el de Murueta en la pugna entre PNV y una candidatura independiente. Ha votado casi todo el censo.

Las candidaturas independientes se han presentado en 6 localidades y han sido de distinto signo. En dos de ellas por desencuentro en relación al PNV. En Mundaka el exalcalde e independiente –Mikel Bilbao– presentó una candidatura como respuesta a su previa destitución por el partido que le nominó en 2019. En Gernika-Lumo por ruptura de la coalición de Gobierno entre José Mari Gorroño y PNV en la última parte de la legislatura. Ambas candidaturas tendrán la llave de gobierno sea en beneficio de EH Bildu o, más improbablemente, del PNV. En otras tres localidades, EH Bildu no ha presentado candidatura y se supone que apoya a la candidatura independiente consiguiente (Ibarrangelu, Murueta y Sukarrieta). En Bermeo, EH Bildu y Guzan, ambas planchas de izquierda, han competido, pero es previsible que se entiendan para gobernar en perjuicio del PNV, la fuerza mayoritaria.

Solo Vox no ha presentado candidatura en ningún pueblo de Busturialdea. PSE-EE y PP lo han hecho en las dos localidades de cabecera y en otras 10 en el caso del PSE-EE y en otras 6 en el caso del PP. Elkarrekin Podemos solo lo ha hecho en Gernika-Lumo. Llama la atención que ninguna de estas candidaturas haya obtenido un solo concejal en toda la comarca.

Todo el voto ha sido abertzale, aunque repartido entre el centro-derecha (PNV), centro (candidaturas independientes de Gernika-Lumo y Mundaka) o de izquierda (EH Bildu y las otras cuatro independientes).

El PNV ha tenido un descenso general de voto, comparándolo con las municipales de 2019, a tono con lo ocurrido en Bizkaia. Pierde 14 concejalías pero, sobre todo y por el momento, las significativas alcaldías de Bermeo, Gernika-Lumo, Mundaka y Sukarrieta.

El PNV solo en 5 localidades ha sumado algún voto más (entre 8 y 18 votos) en Busturia, Errigoiti, Ibarrangelu, Kortezubi y Murueta. En Ereño y Mendata, al ser las candidaturas del PNV únicas, sube de 5 a 7 concejales. Más o menos repite votos en Arratzu, Ereño y Forua. En el resto desciende. Una tendencia general, no atribuible a terceros. Pierde en el conjunto del eskualde un 28.2% de los votos, pasando de 13.321 en 2019 a 9.559 en 2023.

Lo hace estrepitosamente en las plazas grandes y medianas. En Bermeo pierde 758 votos y 1 concejal en beneficio de Guzan. En Gernika-Lumo pierde 5 concejalías y pasa de 2.506 votos en beneficio de la candidatura escindida de Guztientzako Herria de Jose Mari Gorroño que obtiene 6 concejalías y es segunda fuerza, detrás de EH Bildu. En Mundaka pierde 226 votos y dos concejalías en beneficio de la candidatura escindida independiente Herritar Alternatiba del exalcalde Mikel Bilbao. También pierde votos en Ajangiz (y una concejalía), en EA, en Elantxobe (y una concejalía), Gautegiz, (pierde una concejalía), Morga, Muxika (pierde 110 votos y una concejalía), así como en Sukarrieta, en donde emerge con fuerza una candidatura independiente que le arrebata la alcaldía. En total, el PNV podrá mantener las alcaldías de 10 de los 20 municipios tras haber perdido Bermeo, Gernika-Lumo, Mundaka y Sukarrieta.

A EH Bildu le ha ido mejor. No tanto por subida de votos como porque puede optar a nuevas alcaldías respecto a las que ya tenía. Nada menos que a: Bermeo, Gernika-Lumo y Mundaka. Asciende en Ajangiz, Busturia, Elantxobe, Gautegiz y Muxika (casi 100 votos más). Repite en Nabarniz, Morga y Kortezubi. Y desciende en Arratzu, Bermeo (200 votos menos), EA, Errigoiti, Gernika-Lumo (470 votos menos y una concejalía menos), Mundaka (58 votos menos) y Forua. No se presentó en cuatro localidades. En dos de ellas por haberse articulado candidaturas independientes. Pasa así de tener 5 alcaldías (Ajangiz, Ea, Elantxobe, Nabarniz y Muxika) a 8, al poder sumar -si se consuman las alianzas previsibles– las de Bermeo, Gernika-Lumo y Mundaka. Un buen saldo, pero no un buen balance por ascenso electoral. Pasa de 8.731 votos a 8.096, una pérdida del 7,2% respecto a 2019.

En Ibarrangelu y Sukarrieta son las candidaturas independientes las que gobernarán. Un fenómeno peculiar de estas elecciones es que e ha habido 6 candidaturas independientes aunque son de distinto signo y significado. De todos modos si en 2019 las candidaturas no vinculadas a partidos suponían solo 2.185 votos en la comarca, en 2023 han supuesto nada menos 5.557 votos -se ha multiplicado por 2,5– lo que equivale al 24% del voto emitido con resultado de concejalías.

Con este panorama cabe decir que ha habido un ligero escoramiento hacia la izquierda pero no un giro significativo, si se exceptúan Bermeo y Muxika. En bastante grado, también Gautegiz, Elantxobe, Busturia y Ajangiz. Las candidaturas independientes ganadoras de Ibarrangelu y Sukarrieta también cabe considerarlas más afines a la izquierda. En lo relativo a las localidades más grandes, la excepción es Bermeo en donde las izquierdas suman 4.367 votos frente a los 3.465 del PNV. En cambio, en Mundaka (con 1531 de censo electoral) como en Gernika-Lumo (12.696 potenciales electores) el desplazamiento del PNV ha sido por escisiones de las candidaturas en las que iba el PNV en los anteriores comicios locales, y esas escisiones no cabe calificarlas ni de derecha ni de izquierda.

En los otros dos pueblos con más de 1.000 electores, la situación resultante es la siguiente: Busturia con 1.337 se mantiene bajo el mando del PNV pero con una diferencia de un solo concejal sobre EH Bildu; y en Muxika (1.170 de censo electoral) ahora las concejalías de EH Bildu doblan a las del PNV (6 sobre 3).

El resultado es que el PNV seguirá gobernando en 10 ayuntamientos, EH Bildu lo hará en 8 y las candidaturas independientes en 2.

Tendría su interés un análisis pormenorizado sobre las listas de candidaturas (género, edades..) y sobre el comportamiento electoral (abstención, voto preferente) de la gente joven, de las mujeres, por barrios, por demografía local o sobre la participación (indicativo de integración) de las inmigraciones con derecho a voto local, aunque se presume que su grado de abstención ha sido altísimo.

En esa campaña no ha habido sesudos debates públicos para contrastar programas. Pero lo peor es que no ha habido programas con planes de largo plazo de desarrollo estratégico de la comarca y de cada localidad en aspectos económicos, ecológicos y sociales. En cambio, los programas han abundado y competido en el socorrido campo de las infraestructuras, en claves de «yo prometo más que tú», en una época en la que por las grandes incertidumbres de futuro (declive industrial de la comarca, el cambio demográfico, los déficits de servicios sanitarios, los riesgos medioambientales, las bolsas de pobreza, los problemas de acceso...) deberían haber contrastado planes estratégicos generales y concretos que definieran el futuro deseable. Ahí es donde es más importante que compitan partidos y candidaturas y no tanto por seducir al electorado para ocupar cuotas de poder para cada sigla.

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