Xabier Vila-Coia

En relación a...

Tanto en este caso como en el anterior, «a» y «con» son perfectamente intercambiables ya que en ambos la preposición «a» ejerce de mero nexo gramatical que no condiciona el sentido de lo comunicado.

Según nos enseña el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD), las expresiones «respecto a» y «respecto de» se pueden utilizar indistintamente puesto que ambas son correctas. En cambio, «en relación a» el DPD la considera una locución no válida por ser el resultado de un cruce (sic) entre «con relación a» y «en relación con», términos que pueden significar, según el contexto, «a propósito de» o «en comparación con».

Sin embargo, en el uso hablado y escrito de la lengua española se percibe una utilización cada vez mayor de «en relación a» frente a las otras dos locuciones preposicionales, por lo que estamos ante una circunstancia similar a lo que ocurre desde hace tiempo con los referidos términos «respecto a» y «respecto de», los cuales proceden de «con respecto a» y de «con respecto de», también tras la pérdida de la preposición «con».

Veamos un ejemplo de lo que acabo de comentar:

«En relación a tu último viaje debo decirte…» (de acuerdo con la norma, las oraciones correctas serían: «Con relación a tu último viaje debo decirte…», y «En relación con tu último viaje debo decirte…»).

Si lo analizamos en detalle, veremos que en este enunciado la preposición «a» desempeña idéntica función gramatical que si la expresión empleada fuese «respecto a» en lugar de «en relación a»; esto es, de simple enlace, sin vínculos semánticos directos con la acción.

Como escritor y lector no aprecio en este ejemplo concreto, ni en otros muchos, que la expresión que nos ocupa sea errónea o genere confusión por el hecho de incluir la preposición «a» en lugar de la preposición «con». Igual me ocurre si leo «El testamento está escrito con pluma» o «El testamento está escrito a pluma», a pesar de que es evidente que cuando se escribe, se escribe con algo, acto del que no informa la preposición «a» mientras que sí lo hace la preposición «con». En consecuencia; tanto en este caso como en el anterior, «a» y «con» son perfectamente intercambiables ya que en ambos la preposición «a» ejerce de mero nexo gramatical que no condiciona el sentido de lo comunicado.

Este dilema se me planteó durante la redacción de mi libro recién publicado, "Pornografía. Hacia una ontología de la penetración". No deseando valerme de las voces «sobre» y «respecto a» para evitar su excesiva repetición en el conjunto del texto de la obra, construí la siguiente frase: «Habría que reflexionar asimismo en relación a la conveniencia de prohibir los filmes…» (Vila-Coia, 2018, pág. 41). Como señalé, conforme a la norma del español las alternativas adecuadas (correspondiendo a las diferentes variantes [las aceptadas y la rechazada por la Real Academia Española y por la Asociación de Academias de la Lengua Española, autoras del DPD] de la locución «con relación a» la acepción «a propósito de») serían: 1. «Habría que reflexionar asimismo con relación a la conveniencia de prohibir los filmes…» y  2. «Habría que reflexionar asimismo en relación con la conveniencia de prohibir los filmes…».

La primera de estas dos opciones me pareció tan chocante que repelí servirme de ella, y la segunda, leyéndola con atención, la percibí menos adecuada para fundamentar el argumento que pretendía desarrollar que la finalmente utilizada. Hay, además, otro motivo a considerar: la cacofonía provocada por la cercanía entre la preposición «con» y la primera sílaba de la palabra «conveniencia». Y la mejor forma de evitarla era sustituyendo «con» por «a», sin que a causa de ello en modo alguno resultara alterado el significado ni la relación sintáctica existente entre las palabras.

Por consiguiente, lectores, escritores y hablantes en general del castellano y de otras lenguas, haremos bien en tener presente al usarlas que la evolución de todos los idiomas se caracteriza por primar la economía lingüística, de modo que el hecho de integrar en una sola –siempre y cuando semántica y sintácticamente sea correcta, y no induzca a error– dos o más locuciones similares no es sino una materialización de dicha economía lingüística, pilar fundamental de la comprensión mutua y garantía de la pervivencia de los sistemas de comunicación oral y textual humanos.

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