José Luis Úriz Iglesias
Ex parlamentario y concejal de PSN-PSOE

Esta vez votamos con toda la información

En las próximas elecciones la ciudadanía que vaya a votar no se va a poder llamar a engaño, ya que esta vez sí lo hará consciente de a quién y qué vota.

Lo que supondrá votar a las izquierdas ha quedado claro durante los últimos cuatro años. Si dan los números habrá de nuevo un gobierno de coalición de PSOE con UP o Sumar, que volverá a pactar para las cuestiones esenciales con el resto de las izquierdas, ERC, Bildu y BNG, más los progresistas de PNV.

Este gobierno seguirá la senda trazada esta legislatura de aprobar decretos y leyes encaminados a proteger a los más vulnerables y afrontará la crisis provocada por lo que quede de guerra en Ucrania de la misma manera.

Probablemente, aprovechará los próximos cuatro años para afrontar la solución del único reto pendiente que nos dejó la Transición, las tensiones centro-periferia, de una manera justa, democrática y equilibrada.

Por último, tendrá que afrontar de la misma manera el reto del cambio climático, especialmente la sequía derivada del mismo, con un reparto justo del agua que cada vez es más escasa.

Siempre con la bandera (en eso tiene razón la señora Ayuso) de la justicia social.

Que les quede muy claro a los votantes de las diferentes izquierdas que ese será sin duda el camino a recorrer. En definitiva, culminar el emprendido en esta legislatura.

En la otra orilla, las derechas de PP, Vox, UPN, Foro de Asturias, o Coalición Canaria, aunque ya habían enseñado la patita especialmente los segundos, en estos instantes durante los últimos meses al sentirse ya ganadores han tenido que quitarse definitivamente que la careta, especialmente un PP que ha abandonado sus veleidades centristas de la época de Casado para mostrarse tal y como es; de derechas de toda la vida.

Incluso se debe agradecer a una lenguaraz Isabel Díaz Ayuso que, dirigida por el gran gurú de esas derechas, Miguel Ángel Rodríguez, se haya mostrado en los últimos tiempos en su estado puro y duro.

MAR es un personaje peculiar, el más listo de la clase, aleccionado por un Steve Bannon con quien comparte charlas habituales, empapado hasta la médula del espíritu de Trump.

Así solo en los últimos 15 días nos ha deleitado con lo mejor de su repertorio de derechas. Consciente de que estas deben poseer el poder de manera natural, ha protagonizado dos episodios clarificadores.

El primero en la recepción que la Comunidad Autónoma de Madrid, o sea ella, dio con motivo de la fiesta del 2 de mayo. Ella y solo ella decidía quién estaba en un lugar u otro ignorando protocolos, decretos, o normas de buena educación y cortesía.

Así, el pobre Bolaños, que acudía en representación del presidente del Gobierno, se quedó sin su lugar en el escenario, cayendo en una trampa ya prevista.

El segundo hecho fueron sus declaraciones unos días más tarde, en las que aseguraba que la «justicia social» era una bandera de la izquierda que no iba con ella.

Gracias Ayuso por quitarte la careta y mostrar a la derecha de este país tal y como es, la más reaccionaria de la UE.

En mi época se solía decir que «no hay cosa más tonta que un obrero de derechas». Cabe aplicar este dicho popular a este instante en el que todo ha quedado suficientemente clarificado.

Quizás solo añadir, que también alguien de izquierdas que no acuda a las urnas a votar entra en ese calificativo.

Esa probablemente sea más que nunca la clave, la participación de las gentes progresistas y de izquierdas.

Veremos...

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