Por eso en nuestro pueblo estamos ya de preparativos concienzudos para acoger ese día a los cientos de visitantes que de seguro vendrán, los fieles desde hace años y los que llegan por primera vez y sin duda repetirán.

En estos últimos años hemos querido darle a la feria un carácter popular y lo hemos conseguido. Entendimos que había que dejar de ser decorado de actos protocolarios y hacer de este evento una celebración en la que todos disfrutáramos y el visitante se sintiera como en casa. Pensamos que además de probar el exquisito espárrago sacado días antes de los parcelas de Dicastillo, bien podríais callejear por las rúas de aire medieval de la villa, y bajar hasta las entrañas del pueblo en busca de la roca madre en la que se asienta y donde se han excavado las bodegas tradicionales, y en su frescura saborear un buen vino Denominación de Origen Navarra de las excelentes bodegas de Tierra Estella y acompañar el trago con un pintxo, música de jotas, charanga, y danzas populares. Y ya, para quien quiera extasiarse, podéis visitar los jardines y Cenador del Palacio de la Condesa de la Vega del Pozo y tomar un coctel de patxarán navarro, un acierto totalmente innovador para nuestro licor tradicional. Este año contamos incluso con la primera cerveza producida en Dicastillo, de excelente calidad que podréis degustar en la plaza de los Fueros. Y sorteo de espárragos del concurso y productos artesanos,…

La feria ha mejorado mucho, lo sabemos porque vemos a la gente disfrutar, a los del pueblo y a los que no lo son pero se sienten uno de tantos en esta vetusta aldea navarra de “irreductibles vascones”. Da gusto ver a la gente mayor recordando los tiempos de “antesmás” en ese ambiente especial que tienen las bodegas particulares; alegra ver a todo el mundo satisfecho, contento, conversando. Al paisaje de las gentes, de las voces y de la música, se une la impresionante belleza panorámica que se divisa desde la atalaya del muro de la iglesia, sinfonía de verdes primaverales desde Montejurra al Moncayo, de los Pirineos a Codés, del Ega al Ebro, entre campiñas, llanos, valles y cuestas, como no se ven más que en las comarcas medias de Navarra, todo hay que decirlo. Y finalmente un tesoro celosamente guardado espera en la penumbra del templo parroquial: la preciosa joya románica de la Virgen Nuestra Señora la Real de Irache, talla del siglo XII vestida de delicada orfebrería de plata, que merece la pena contemplar.

Y cuando ya tenemos todos los sentidos satisfechos y el espíritu elevado, y hasta el cuerpo jotero, pensamos ¡Qué bien se vive en los pueblos, qué quietud ésta del campo!

Hacer de la Feria del Espárrago una fiesta de exaltación de la esencia rural de nuestra tierra tiene una motivación profunda que va más allá de pasar un buen día. ¡Queremos pueblos vivos! Sin esta reivindicación fundamental no existiría la mejor feria del espárrago a día de hoy. Por eso este 2015 queremos y tenemos unos invitados muy especiales: los pueblos navarros, y los navarros del otro lado de la muga, los guipuzcoanos, pueblos de “la Línea” que a partir de un 24 de agosto del 2011, nos juntamos en el Centro Cívico Joaquín Madurga Kultur Etxea para plantear acciones en común contra la autopista eléctrica de 400.000 voltios que Red Eléctrica Española y el actual Gobierno foral quieren imponernos sin conocernos, sin escucharnos y sin dejarnos decidir nuestro futuro.

Sin esta reivindicación de la Plataforma en contra de la Línea de Alta Tensión que volvimos a reactivar aquel día, y sin todo lo que hemos compartido más de 200 pueblos desde entonces, la feria del espárrago habría languidecido y seguiríamos siendo un decorado vacío para una representación ajena totalmente a nosotros. Sin embargo, en nuestra Feria siempre ha habido espacio para la denuncia de la aberrante autopista eléctrica y la subestación que nos quieren imponer. Por eso, entendemos la jornada como la exaltación de lo nuestro y la celebración de una lucha que otros van a seguir por el bien y el futuro de nuestro pueblos. Compañeras y compañeros, ha sido un placer. Esta es nuestra y vuestra casa.

¡No a la línea de alta tensión! Autopista Elektrikorik ez!