Comenzamos este artículo, con pretensiones de tesis por mi parte, parafraseando la Biblia, en su etimologia el libro por antonomasia, que juntamente con las obras de Homero: Iliada y Odisea, las tres se remontan al principio de los tiempos, están asaz (latín: «ad satis») citadas en mis frecuentes y mejores artículos en GARA, y que desde muy joven constituyen mis libros de cabecera. Y bien podríamos comparar al diario euskaldun con el grano de mostaza que una persona tomó y sembró en su huerto. Se trata de la más pequeña de las semillas, pero cuando crece se hace tal arbusto al que vienen las aves del cielo a colocar sus nidos en las ramas.

No es menos cierto ni real que GARA no llega a tener esos millones de tirada como ciertos periódicos europeos o estadounidenses pero, aunque no lo consigue vía papel, sí consigue llegar a todos los rincones de la Tierra via Internet, de eso he sido testigo yo en diversos puntos de los cinco continentes, en muchos de ellos, muy involucrados con la citada publicación, incluso lo bajan de la red y lo imprimen, pues somos muchos, especialmente los de cierta edad, a los que nos gusta tocar y oler el perfume peculiar de la celulosa, a sabiendas de que muchos ecologistas nos dirian que estamos colaborando en la deforestación y atacando al medio ambiente y la biodiversidad, aunque en nuestra defensa diremos que mayormente se trata ya de un papel reciclado.

Y, la cosa no queda así, en muchas asociaciones, de marcada esencia euskalduna, a la citada impresión del citado diario, lo acompaña la presencia de un frontón o trinkete para practicar el juego de pelota, como todos sabemos, deporte tradicional del Norte de la Peninsula Ibérica, con raíces en Euskal Herria, Nafarroa y Errioja, cuyos orígenes se remontarían al siglo XIII.

Y la cosa no queda así, el grano de mostaza que, en nuestro caso, metafóricamente representa a GARA, le caracteriza –a destacar– ese notable crecimiento y en el mismo la perfección, tanto en su metodologia de acción, como en sus objetivos. Las dos citadas cualidades las conservan durante todo el proceso hasta ver cumplido sus objetivos. En la palestra periodística muestra todo su esplendor, su mensaje es como el árbol que da sus frutos, ese que profundiza sus raíces en el suelo y en altura perfora la zona de la Biosfera en decenas de colores y, perfuman el Multiverso con sus olores.

Por ello, el diario GARA influye muy positivamente en esa sociedad y, lo hace de manera que implica e imbrica libertad, justicia y paz, esa es la auténtica piedra filosofal del medievo, reproducción siglo XXI, única fórmula mágica capaz de frustrar y conjurar cualquier intento de involución, revolución y desorden, que pretenda destruir nuestra convivencia o arrancar de raíz los cimientos democráticos, debilmente aún asentados de nuestra civilización, con reproducciones históricas totalitarias, que han dejado yertos en la tierra millones de muertos, y no solo en el Valle de los Caídos, sino en Siberia, Auschwig y más atrás, en la Batalla de las Naciones, de Napoleón, o en la retirada de Rusia de la Gran Armée, y nadie dice de derribar el Arco de Triunfo de París, ni condenar a ese militar genocida.

¿No debería GARA, olvidando lo políticamente correcto, tomar posición filosófica moral, aunque no le proporcione un rédito inmediato electoral, y lo que a nivel doméstico poco trascendente a nivel mundial pasarlo de premisa particular a premisa mayor o universal, sería una forma más platónica de incardinarnos en el devenir del Cosmos y superar nuestro complejo aldeano, en el que nos encontramos ahora?

El citado diario, a nivel doméstico, en sospechosa complicidad con el filósofo griego Heraclito, siglo V a.C. desautoriza y rechaza la situación política esclerótica e inmóvil que estamos viviendo ¿sufriendo?, y afirma junto al filósofo griego que no se puede detener la rueda de la Historia, que aunque nos parezca que a paso lento la Historia siempre avanza, la realidad siempre está en permanente movimiento y en metamorfosis. Véase en sus inmortales aforismos, y en GARA la prensa de cada día.

Volvemos a citar el episodio de la Biblia, sobre el grano de mostaza, «abriré mi boca diciendo parabolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo». Parábolas, estas son historias sencillas que vienen a ilustrar y descubrir verdades profundas, «como puños» del Ser Humano, que se pueden leer y apreciar tanto en la Biblia como en el diario euskaldun, nos sirven para meditar en la naturaleza de las cosas y a conocer su estilo de lenguaje como medio de comunicación, que esconden la profundidad de su pensamiento, atractivo reclamo para la gente exigente, con fecunda razón y amor por lo clásico. Parábola, que la introduce la Biblia, la continúa la Iliada y la cultiva GARA, ante el temor que algunos desalmados e intolerantes le «casquen» la gorra.