Estamos a tiempo para llegar a un acuerdo que nos permita dejar atrás estos años de conflicto y desunión en relación con este tema. Creemos que es la hora de pasar a una Gipuzkoa en positivo. Para impulsar esta iniciativa hemos convocado para este sábado una manifestación en Donostia-San Sebastian bajo el lema “Gipuzkoa +, Por un Acuerdo saludable”. Queremos que esta manifestación sea reflejo de una Gipuzkoa saludable y dialogante, una oportunidad para que la sociedad pueda expresarse, trasladando un mandato claro a los representantes políticos y tratar de corregir el rumbo que llevan, si cree que el actual no nos lleva a buen puerto.

En la hoja de ruta que proponemos hacemos un diagnóstico de la situación. Empezamos por señalar la necesidad que tiene la sociedad de dar una solución urgente al problema de la gestión de los residuos en Gipuzkoa. A partir de ahí nos mostramos preocupados por la deriva de esta cuestión en los últimos años. La gestión de residuos en Gipuzkoa nos ha dejado un escenario de conflictividad y división social y política que ha de ser superada. En la gestión de los residuos, donde la implicación personal de la ciudadanía es un activo indispensable, la experiencia nos ha demostrado que no es suficiente con que la solución al problema cuente con el respaldo de mayorías políticas. La verdadera solución debe ser compartida y asumida por todos como propia. No se trata de buenas intenciones ni de capacidades del gestor de turno para dar con una solución técnica al problema. Se las reconocemos a todos los actores. Se trata de prioridades y de método. Se trata de ser bueno haciendo sumas y no restas o divisiones. Se trata de tejer, de cohesionar, de poner el Todos por encima del Nosotros. No queremos que ganen unos u otros sino que ganemos todos.

El pasado 29 de julio GuraSOS, con el aval de más de 15.000 adhesiones, solicito a la Diputación Foral la apertura de un proceso de deliberación participativa en el seno de la revisión del Plan de Residuos (PIGRUG) en el que se analizara la posibilidad de gestionar los residuos sin la necesidad de construir la incineradora, desistiendo, obviamente, de licitar la incineradora hasta que dicho proceso concluyera. Desgraciadamente la respuesta ha sido, por ahora, la del No, la de «ya no es hora de debatir». Pero cambiar ese signo negativo está en nuestras manos. Pidamos más, más seguridad y derechos, más diálogo, participación y acuerdo.

La solución que proponemos pasa por legalizar la actual situación. La legislación en materia de residuos se basa en una política de mejora continua a través de la evaluación y revisión obligatoria de los Planes de Residuos como máximo cada 6 años. (Artículo 14.5 de la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.). La finalidad es obvia, se pretende salvaguardar la salud y el medio ambiente mediante la introducción de las técnicas y estrategias más eficientes y la adaptación de las soluciones a los cambiantes hábitos y nivel de concienciación de la sociedad así como de las políticas y recomendaciones europeas en materia de residuos.

Pues bien, la última revisión del Plan de residuos de Gipuzkoa se hizo en 2008. Como muy tarde debía haberse Evaluado y Revisado en 2014. No se ha hecho todavía y por lo tanto estamos en una situación contraria a la Ley con un Plan sin evaluación y revisión y sin participación ciudadana, obligatoria en dichas revisiones.

La solución no puede limitarse al ámbito político. Es imprescindible la participación ciudadana activa y tractora. Sin embargo, la excesiva politización del problema ha provocado un distanciamiento de la sociedad respecto al problema y una gran desconfianza. Hemos de revertir esta tendencia. La solución a los gravísimos problemas ambientales deben estar principalmente en manos de los ciudadanos y no de las grandes compañías contaminantes que persiguen obviamente fines lucrativos.

La salud es un patrimonio personal indelegable e intransferible. Es, simplemente nuestra. Nuestro y personal debe ser también el consentimiento a las decisiones que puedan afectarle. Ese consentimiento debe ser informado, es decir expresado con previo conocimiento de todos los riesgos y consecuencias. Como padres y madres nos preocupa la salud de nuestras hijas e hijos y tenemos la responsabilidad y obligación de velar por la integridad y salud de los mismos. En la autorización ambiental de la incineradora se establece una zona de influencia o afección donde vivimos 342.488 personas, se ubican 200 centros escolares con 69.119 niñas y niños. Son palabras mayores. Para aceptar cualquier solución al tratamiento de residuos necesitamos saber que la elegida es la mejor, la que mayores garantías ofrezca a su salud. Además debe ser la solución que mayor grado de cohesión social genere, aquella que tenga mayor aceptación social. En fin, las garantías propias de una sociedad sana y civilizada.

Y estamos a tiempo. Nunca es tarde para unir y sumar. Cuando se trata de lograr lo más saludable, cuando lo que se persigue es sustituir el camino del conflicto y la imposición por el Acuerdo y el consenso alrededor de una solución compartida por todos, por supuesto que se está a tiempo.

GuraSOS no tiene ninguna duda de que las autoridades forales quieren lo mejor para Gipuzkoa y sus habitantes. Como tampoco tenemos dudas de que los grupos de la oposición quieren solucionar rápida y eficazmente el problema de la gestión de los residuos. Por eso, porque lo creemos así, estamos convencidos de que no pondrán reparo alguno a una solución consensuada alternativa a la incineración de residuos que ofrezca mejores índices de seguridad para la salud y el medio ambiente y mejor se acomode a las políticas europeas en la materia contenidas en la Resolución del Parlamento Europeo, de 9 de julio de 2015, sobre el uso eficiente de los recursos.

Queremos hacer nuestras las palabras de Pedro Gorrotxategi, presidente de la Asociación Vasca de pediatría de Atención Primaria que en su informe “¿Puede la incineración de residuos favorecer el cáncer infantil?”, contestó así: «Se debería buscar el método de tratamiento de basuras que menos efectos secundarios ocasione a la salud, independientemente de su costo económico u otras consideraciones».

Cuando algo nos afecta en lo más íntimo, nuestra salud y especialmente la de nuestras hijas e hijos, no vale la adhesión o la simpatía política. En temas que afectan a la salud nadie puede pretender representarnos. Es el momento de enseñar a nuestros representantes el camino por el que queremos que avancen juntos, ha llegado el momento de pedirles más. No les pedimos nada imposible ni extraño. Comunidades autónomas cercanas, como la Navarra o Asturias lo acaban de hacer, esta última la semana pasada. Están revisando sus planes de residuos estudiando alternativas más seguras que la incineración.

Porque está en tus manos. Porque quieres una “Gipuzkoa +”, saludable, una sociedad más cohesionada. Porque piensas que los residuos no se gestionan con imposición sino con acuerdo y consenso. Porque quieres dar una oportunidad a la palabra. Por un futuro mejor, tu también tienes que estar en Donostia este sábado. ¡Nos van a oír!