Aitor Garagarza Cambra

Hego Euskal Herria y las barreras contra el fascismo

¿Gozamos de buena salud ante el fascismo? Presumible a nivel electoral en la CAV la representación política es mínima y en Nafarroa, su presencia es fuerte, pero existen fuerzas electorales-sociales con capacidad de disputar su presencia.

El auge de las propuesta electorales de corte fascista en el continente europeo y americano han avivado el debate sobre la composición social de su electorado, su catalogación, su función histórica, el papel de la izquierda transformadora/revolucionaria, la disputa de los espacios urbanos o las formas de lucha que debemos de adoptar... muchos son los temas que se se están planteando en los últimos meses.

En Hego Euskal Herria, por las características del conflicto nacional en las últimas décadas el neofascismo, presumiblemente, ha estado bajo el cobijo de unas siglas políticas, con divisiones o peculiaridades propias en el caso de Araba o Nafarroa en algún periodo.

En apariencia en el Estado español, hasta la crisis del régimen, estas siglas han conseguido agrupar y representar a diferentes sectores de la derechona. En la fase histórica actual, las disgregación de este espectro social en tres propuesta electorales cumple varias funciones: evitar mayorías institucionales de corte progresista, ocupar con formaciones de «nuevo cuño» el desgaste de los partidos tradicionales, volver a situar al PSOE en la «izquierda» del tablero político, enterrar definitivamente el relato del 15M, hacer frente a la agenda del movimiento feminista o cualquiera de corte disruptivo y cerrar filas ante la sagrada unidad de España.

Diferentes funciones y dos objetivos; sobreponerse a la crisis del régimen (territorial, económico y de los órganos de representación clásicos) adaptándose a la reestructuración global del capitalismo, ante una crisis medio ambiental y humanitaria brutal. Por lo tanto, también, el auge de las propuestas políticas autoritarias-ultraderechistas debemos de situarlas a escala global, cumpliendo en esta fase histórica un papel bien definido contras las clases populares y desposeídas.

En última instancia, no solo se trata de que las diferentes expresiones electorales ultraderechistas conquisten cuotas en el poder ejecutivo o legislativo. Su irrupción copa la agenda mediática y social, está desplazando el eje izquierda-derecha más a la derecha si cabe. Si algo nos enseñó la guerra del 36 es que la historia no es lineal, en lo que a las conquistas políticas y sociales se refiere.

En Hego Euskal Herria parece que existe cierta visión hegemónica contra la ola electoral ultraderechista. Está por ver que sucede en estas últimas elecciones generales, pero la tendencia en los últimos comicios Estatales, simplificando, está siendo el voto útil a aquellas formaciones menos «fachas» y con posibilidades de gobierno o de injerencia. Es decir, parte de la población vasca está votando desde una perspectiva Estatal. De ahí que los partidos soberanistas (EH Bildu –el más afectado en la contienda electoral–) o dependientes (EAJ –menos afectado–) deban de mostrar la capacidad de influencia en Madrid y esa supuesta agenda vasca de algunos. Tendencia de voto que cambia en otras citas electorales.

¿Pero gozamos de buena salud ante el fascismo? Presumible a nivel electoral en la CAV la representación política es mínima y en Nafarroa, su presencia es fuerte, pero existen fuerzas electorales-sociales con capacidad de disputar su presencia. Puede que pensemos que somos una excepción y no es casualidad que en aquellos pueblos del Estado en los que el conflicto territorial es patente, las fuerzas electorales de extrema derecha cuenten con menor fuerza o su presencia social supuestamente sea menor.

¿Quién que esté leyendo este artículo no ha recibido en su WhatsApp algún mensaje racista sobre personas migrantes que cobran la RGI, sobre supuestos albanokosovares robando en pisos o ante el empoderamiento de las mujeres hemos sentido miedo a perder nuestros privilegios? En las anteriores elecciones municipales el alcalde de Sestao (PNV) realizo unos comentarios xenófobos que se filtraron y el resultado de la contienda termino con mayoría absoluta por parte de este, pasando de 8 a 13 concejales.

Existe un discurso extendido antisindical, y contra los derechos sociales de las clases populares. Una agenda neoliberal y neofascista. Existe una ola neoconservadora en defensa de los privilegios que tenemos como hombres, que afecta al espectro izquierdoso en el que nos movemos. Existe un discurso xenófobo, del miedo a las personas, si a las personas, que tienen que emigrar en definitiva por diferentes causas producidas por el capitalismo-patriarcal. Los cimientos para el desarrollo del fascismo social existen y han llegado a Hego Euskal Herria, aunque sociológicamente no se exprese, aparentemente, a nivel electoral. Los bloques y las familias políticas han sido monolíticas en Hego Euskal Herria. Parece que un mundo cada vez mas liquido esto se está desvaneciendo y de ahí uno de los tantos riesgos que emana de esta ola global.

Más allá de los riesgos, creo que es clave poner en valor la capacidad del independentismo de izquierdas (y otras familias de la izquierda vasca) para articular diferentes reivindicaciones y luchas, bloqueando a un espectro social importante, marcando agenda a otra parte del espectro, con nuestras contradicciones por supuesto, pero generando una identidad colectiva antifascista. El independentismo de izquierda ha sido capaz de generar un antifascismo transversal, no urbano– no estético e intergeneracional. Por ello, debemos de seguir reconstruyendo nuestra identidad colectiva con pensionista, feministas, gaztetxeras, junto a las clases populares, personas que trabajan en el tejido asociativo... Llenar de significantes transformadores lo que significa ser vasco, perfilar la futura república socialista y feminista vasca.

Muchos podrían ser los ejemplos a mencionar, voy a detenerme en tres: La dignidad de las personas de Erronkari, motosierra en mano, la confluencia del pueblo combativo de Errenteria o la fuerza organizativa del movimiento de solidaridad con las persona refugiadas. Por el camino me dejo muchos otros ejemplos. Con estos tres ejemplos quiere poner en valor la diversidad de cada acción, contexto y grupos de personas que lo componían.

Es importante seguir trabajando en esa linea para frenar la extensión de la agenda ultraderechista. Generar comunidad, huir de la endogamia, ganar espacios, calles, bares o barrios. Salir de nuestro espacio de confort... discutir, problematizar y confrontar con astucia e imaginación cuando sea necesario. Sin olvidarnos de la importancia de hacerles frente, también, a nivel electoral en los próximos comicios. Importante, con una agenda que ponga en el centro a las clases subalternas y confronte con los poderes fácticos.

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