Inteligencia interdependiente
Como vivimos en pleno darwinismo comunicativo, que cada vez es más evidente, ya que los asuntos importantes se han de tratar con la palabrería que utilizan los farsantes, para no incomodar a los más sensibles prohombres que gracias a ellos el mundo evoluciona de forma radiante. Lo políticamente correcto pretende que no hay adversarios y supone que se combate con armas iguales. Todo su lenguaje es eufemístico.
Revolta Pagesa, de los agricultores y ganaderos en el Principat, que son una especie a extinguir, ya que en el PIB, solo aportan una miseria del 1,1% y encima son unos retrógrados que van en contra del progreso y de la mundialización que nos obsequia con agua de manantiales inmensos, que evitan la sequía y todos nuestros árboles estarán robustos y sanos. De todas formas para qué queremos árboles, si en el Canadá, hay muchos. Este es el argumento de la inteligencia artificial: todos somos interdependientes. Así que no vamos a pretender disponer de un sector primario que abarque nuestras necesidades. Es una auténtica idiotez.
Que la huella ecológica de una cereza sea inmensa tanto da. El deterioro climático es un invento para paralizar la inteligencia natural, que junto a la artificial, convierten a todos los humanos en sabios. La reconversión criminal que está llevando hace décadas la CEE, en el sector primario, consiste en que el suelo agrícola lo acaparen los fondos de inversión. El cronograma es: tienen que desaparecer todos estos truhanes retrógrados, y que los campos labrados con la sangre de hace siglos vayan a parar a los bolsillos globales de los inversores.
En el Principat, se está vendiendo tierra agrícola y también por medio de alquileres a todas estas empresas parasitarias que no tienen rostro. Es un drama que los medios de comunicación inclusivos, feministas, progresistas maravillosos, todos ellos callan, y encima no dejan hablar. La burocracia es una función que va en contra de los agricultores y ganaderos pequeños y medios. Es su única función. Es el garrote vil para todos ellos. Las subvenciones van a los poderosos ya que el resto son migajas a repartir, que no solucionan nada, todo lo contrario se endeudan todavía más. Ya lo ha mencionado y escrito en innumerables ocasiones: Yanis Varoufakis dice que la retórica que llega a nuestros oídos, no tiene nada que ver con lo que se cuece en las cocinas comunitarias. Por ello nuestro deber es desbrozar toda la charlatanería del cambio climático que lo único que les importa es que las grandes empresas inviertan en grandes infraestructuras que no solucionarán el problema pero el negocio consiste en esto.
La agricultura y ganadería intensiva, que es lo que propician sin ningún complejo, genera una mayor huella ecológica que incide en la salud de los humanos y no humanos, que genera un mayor número de enfermos con un mayor costo que repercute en la sanidad. Si escribir lo que sucede en el Principat, respecto a la Revolta, que quedan al margen los partidos políticos, y sindicatos domesticados, que es popular, de base, que están desesperados porque no ven ningún futuro. No queda otra opción que se haga público. La decencia informativa consiste en esto. Separarse de lo oficial cuando es necesario y justo para poder avanzar.
Atentamente