Gontzal Fontaneda

Iruña-Veleia: ¡A por Eliseo!

Si los grafitos fuesen antiguos, Eliseo Gil sería inocente y los grafitos, un tesoro de la Humanidad.

El 08-06-2020 el Juzgado hizo pública la sentencia judicial contra Eliseo Gil. Desde el principio de este problema en 2008 se decidió el culpable antes de demostrar que hubiera culpa.

En la polémica que surgió de si los grafitos recién hallados eran auténticos o falsos, se ha actuado al revés.

1) La Diputación Foral de Álava encargó a los miembros de la Comisión Científica Asesora que elaborasen informes, en los que expusieron sus opiniones al respecto, sus teorías y hasta sus conjeturas.

2) Habiendo recibido de los once solo dos informes (y uno era el de Eliseo Gil), expulsó a Eliseo Gil de Iruña-Veleia. Cuando le llegaron los demás informes, pusieron en duda la autenticidad de los grafitos e incluso cinco de los once los acusaron de falsos sin haberlos enviado a datar a laboratorios especializados.

3) La Diputación, después de expulsar del yacimiento a Eliseo Gil, presentó en el Juzgado una querella contra él. Mientras tanto, la prensa adicta lanzaba y sigue lanzando una tremenda campaña en contra de Eliseo Gil.

4) El juicio trajo la sentencia, pero no aclara quién, (o quizá no fue él) qué otras personas hicieron lo que no se sabe a ciencia cierta si se hizo.

5) Todos se han negado siempre y siguen negándose ahora a los análisis científicos que pongan fecha a los grafitos y a la excavación supervisada que reclaman no solo Eliseo Gil desde el primer momento sino también el informe de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (ESCRBC). [ver https://www.veleia.fontaneda.net > cuadro 10]

He aquí seis ejemplos de este tratamiento incorrecto.

1. El primer informe (25-06-2008) de la Comisión Científica Asesora declaraba falsos los grafitos basándose en teorías y opiniones. Entre otras, afirmaba lo siguiente: «resulta muy poco comprensible que el nombre de la ciudad, Veleia, que ya incluso en ciertas fuentes latinas tardías aparece con B-, aparezca siempre en los óstraca vascos con V-». Al cabo de un año apareció una prueba, la evidencia física de que la opinión del informe era errónea: en 2009 el siguiente director tras la expulsión de Eliseo Gil encontró un ara romana en cuya inscripción aparecía Veleia con V-. [Ib. cuadro 6 ]

2. Otro informe de los que declaraban falsos los grafitos (19-11-2008) confesaba abiertamente que lo que se le encargó es que no apoyase la autenticidad: «el informe requerido no contemplaba en ningún caso la demanda de diseñar un escenario en el que las inscripciones vascas pudieran ser aceptables». [Ib. cuadro 3 ]

3. Después la Diputación encargó un informe a un gabinete grafológico, pero dicho informe concluyó que no se podía saber quién era el autor (11-03-2009): «no puede concluir asegurando que la mano que ha realizado los grafitos de las ‘letrinas’ haya realizado también parte o gran parte de los de los yacimientos». [Ib. cuadro 4]

Por ello, la Diputación encargó un nuevo informe a otro gabinete grafológico. Éste sí, consideraba que solo había un autor de todo (08-10-2009): «no puede significar sino que ha intervenido un único autor». [Ib. cuadro 4]

Sin embargo, la juez no aceptó los argumentos de los gabinetes grafológicos porque la grafología no es válida para analizar escrituras realizadas con un instrumento que perfora el soporte.

4. El Juzgado de Instrucción encargó un informe al Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE). Un geólogo del Instituto presentó su informe (28-10-2013) en el que exponía todos los rastros de metales modernos encontrados. Pero entraba en contradicciones al afirmar una cosa y la opuesta. Sobre un grafito en concreto pontificaba: «Grafito contemporáneo. Anomalías detectadas: partículas de acero inoxidable en trazado del texto». [Ib. cuadro 7]

Pero después se contradecía respecto al mismo grafito (pero sin corregir la anterior descalificación): «Es posible que las partículas de acero inoxidable identificadas hayan sido introducidas durante el proceso de limpieza, por coincidir su composición con la de las hojas de los bisturís». [Ib. cuadro 7]

5. Posteriormente, el 09-10-2015, la Ertzaintza presentó su informe. Exponía lo que no son pruebas, ni siquiera indicios, sino conjeturas de cómo se llevó a cabo la, dada por hecho, fasificación. Encabezaba así una página: «Hipótesis. Se pudo realizar en dos puntos, fundamentalmente: en el propio yacimiento, en ausencia de testigos, es decir, durante las noches, fines de semana, puentes, períodos vacacionales etc. Otro grupo de piezas falsas se pudo hacer en otros lugares controlados por los autores (domicilio, local, taller...), sacando –a escondidas– los fragmentos «vírgenes» del yacimiento, sin que nadie se percatase de ello». [Ib. cuadro 9]

6. Finalmente, la juez en su sentencia (08-06-2020) condenó: «Eliseo Gil Zubillaga, bien por sí o bien por medio de terceras personas, realizó incisiones para dotar de diversas inscripciones». [Ib. cuadro 12]

No deja claro si fue Eliseo Gil o esas otras terceras personas sin identificar, personas ficticias que lógicamente no declararon en el juicio y que nadie sabe quiénes eran. Pero, eso sí, a Eliseo Gil lo condena.

Este asunto llevado al revés demuestra que la única manera de saber si los grafitos son antiguos o recientes, auténticos o falsos, dañados o cuidados, es poner unas muestras en manos de la ciencia, que tiene medios para dirimir la época en que fueron grabados, y formar un equipo arqueológico que excave en el yacimiento, a ver si ahora aparecen o no más grafitos. Si fuesen recientes y no aparecieran más grafitos, entonces habría que buscar la autoría del engaño.

Si los grafitos fuesen antiguos, Eliseo Gil sería inocente y los grafitos, un tesoro de la Humanidad.

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