Tasio Erkizia
Militante de la izquierda abertzale

La alianza vasco-española contra Bildu

La alianza vascoespañola contra Bildu, tras el triunfo obtenido en las últimas elecciones, no es nueva, pero tiene una especial gravedad por la forma y el contexto en el que se está dando. No solo es consecuencia de la voracidad sin límites de un PNV, obseso por no perder el poder que los votos populares les han negado, sino de una estrategia contra el independentismo. Que los jeltzales han hecho dejación de la Independencia es una evidencia, vista la trayectoria de los últimos tiempos, pero que impulsen una estrategia anti-abertzale de la mano de un PP que cada vez está más alineado con los principios políticos de Vox, tiene una especial gravedad. Y si tienen decencia deberían explicar, las razones por las que impulsan esta estrategia y esos pactos vergonzantes de tantas consecuencias para el futuro de Euskal Herria.

En tiempos del famoso Pacto de Ajuria Enea, todas las fuerzas que la mantenían, nos negaban rotundamente el carácter político del mismo, argumentando que era exclusivamente un pacto antiterrorista. El tiempo nos dio toda la razón. Ahora, con otro formato, vuelven a las andadas. Y la pregunta obligada es, ¿por qué los dirigentes del PNV, se unen a las fuerzas de la España cañí, para intentar criminalizar a Bildu? ¿Cuáles son las razones por las que Feijóo y Ayuso, Chivite y Urkullu, Ortuzar y la patronal coinciden con la Guardia Civil y la Ertzaintza en intentar ahogar la voz de Bildu? Nos atacan con virulencia todas las fuerzas políticas que nos intentaron engañar con una Transición falsa del Franquismo; los que firmaron y siguen defendiendo la impunidad del ejército y las fuerzas policiales ante todas las barbaridades de la dictadura; las fuerzas que defienden al capitalismo criminal; los partidos que tienen miedo a que se conozcan sus múltiples corruptelas, etc.

Más allá de la obsesión por retener el poder a cualquier precio y pactos antinatura por seguir en las instituciones, hay razones de Estado en esta actitud visceral contra Bildu. Razones profundas y de calado estratégico les debe molestar a todos los partidos y los estamentos del Sistema del 78 para que les preocupe tanto y creen una alianza tan al unísono. Y curiosamente, cuanto más fuertes nos ven, más les angustia nuestra presencia. Además, esta alianza la han extendido a todos los municipios que han podido. No han dejado pasar ningún pueblo. Lo han trabajado a conciencia. Algunas de las razones que explican esa actitud serían a mi entender:

En primer lugar, que los grandes partidos del sistema implantan la partidocracia en lugar de respetar la Democracia. Los partidos deberían ser medios e instrumentos al servicio de la ciudadanía, pero en su lugar se convierten en instancias de poder y el negocio de unos pocos. En lugar de respetar la voluntad de la ciudadanía, el partido se convierte en el único sujeto y el máximo protagonista. Se margina al votante para utilizar la buena voluntad depositada en las urnas, en beneficio propio. La expresión, «lehenik aberria eta gero alderdia» que muchas veces repetía Ramón Labaien, es modificado por el partido convertido en centro y agente político exclusivo, al servicio de una secta minoritaria. Se priorizan los intereses del partido frente a los de la sociedad. Y se acuerdan de esta casi exclusivamente cuando se acercan las elecciones.

En el caso de Nafarroa, ha predominado una manera de actuar cobarde e indecente, siempre en la misma dirección: mantener una Navarra sumisa y dependiente de España. Chivite y la dirección política de su partido en ese herrialde han demostrado no tener personalidad propia. Ni para hacer frente a las órdenes excluyentes de Madrid, ni para hacer frente ideológicamente a la derecha franquista. Actúan con cobardía. Por otra, ¿no es indecencia aplicar no sé qué «cordón sanitario» contra Bildu, cuando los últimos cuatro presupuestos los han negociado con ellos? ¿A quién pretenden engañar? Sabemos que Nafarroa, especialmente desde el año 78, es «cuestión de Estado», ¿pero qué ganan con decir que con Bildu nada de nada cuando saben que necesariamente tienen que negociar con ellos para que Chivite sea presidente? La cobardía no tiene recorrido en una política coherente y transparente. ¿Y qué decir sobre la indecencia de Koldo Martínez, quien apoyando la criminalización de Bildu, la exige votar a él como alcalde, acusando de falta de generosidad a Bildu al no admitir esa sucia maniobra?

Por otra parte, tienen pánico a cambiar el sistema del 78. El modelo territorial del Estado Español hace aguas y el actual modelo del sistema capitalista cada vez resulta más agobiante para mayoría de los sectores de la población e insoportable para las clases trabajadoras. Fuimos la única formación política que tras la muerte del dictador defendió un cambio profundamente democrático, y seguimos siendo en la actualidad la bestia negra para las grandes multinacionales y todas las fuerzas que quieren mantener al pueblo sumiso y obediente.

Por otra parte, somos alternativa visible y creíble para los trabajadores que apuestan por unas condiciones dignas de vida y para los Pueblos que no se sienten libres en esa España centralista. Y eso les produce pánico. No siempre acertamos y no siempre hacemos bien las cosas, pero somos capaces de realizar la autocrítica pertinente y reconocer nuestros errores. Y no son palabras, es práctica diaria en las instituciones y en las calles. Somos ejemplo de otra manera de hacer política. Actuamos por principios. Desde el comienzo de la campaña marcamos claramente los criterios a seguir en todos los acuerdos. Hacemos lo que decimos y declaramos lo que hacemos. Llevamos años abriendo los ayuntamientos a todas las fuerzas políticas, sociales y culturales. Estamos abiertos al diálogo en base a los intereses del pueblo. Apostamos por crear órganos municipales horizontales, colaborativos. Solo excluimos a los que niegan la existencia de Euskal Herria, a los que odian el euskara, a los que apuestan por beneficiar a los que más tienen, o niegan el feminismo y fomentan el odio hacia los inmigrantes. Para el resto, las puertas del diálogo y la colaboración están abiertas.

Para terminar, reseñar que este clima de alianza anti-abertzale no es nada positivo para Euskal Herria. Ni para la convivencia ni para construir al país del futuro. No es positivo para la convivencia porque están sembrando odio y actitudes viscerales. Copiar de Vox la descalificación sistemática contra Bildu no es positivo, porque no es una crítica basada en la verdad, no ayuda en nada y tiene cada vez menos recorrido. Solo aumenta la crispación y la falta de confianza mutua. Vox tiene como objetivo crear mal ambiente, enfrentamiento entre la población. Su falta absoluta de programa lo suplen con soflamas vacías de contenido. El resto de los partidos, ¿hasta cuándo van a seguir copiando esa estrategia?

Que el PNV fomente un frente común con toda la derecha española, es especialmente peligrosa para la construcción de nuestro futuro como Pueblo Vasco. Cuatro años gobernando con PP, es una muy buena noticia para un posible PP-Vox, pero no tanto para el euskara, la enseñanza, las trabajadoras de las Residencias, ni creo que les produzca mucha ilusión incluso a la pequeña y mediana empresa de la provincia. La voluntad de la mayoría no va en esa dirección. Creo que el País se merece algo mejor.

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