Cada vez están subiendo más los productos de primera necesidad, mientras que el poder adquisitivo de las pensiones está bajando.

El día 26 de febrero volvimos a salir a la calle. Lo hicimos delante de la Delegación del Gobierno, al atardecer y portando velas encendidas y mantas, denunciando al Gobierno de España por la subida de la factura de la luz. A este paso se va a convertir en un lujo poder usar la luz, el empobrecimiento energético lo están padeciendo cientos de miles de familias.

Hicimos un gran esfuerzo por invitar a todas las personas jubiladas, con carteles y octavillas. Enviamos cartas a los clubes de jubilados/as, sabiendo que, cuantos más seamos los que nos movilicemos, más eficaces seremos. Es cierto que a nuestra edad el número hace la fuerza.

Fue una acción novedosa, llamativa; más de 400 pensionistas gritando ante la delegación del gobierno contra las políticas de recortes y la subida de la luz y, sobre todo, por todas aquellas personas mayores cuya situación de pobreza es tal que ni fuerza tienen para protestar.

Los medios de comunicación apenas difundieron el que cientos de personas jubiladas nos concentráramos de esa forma novedosa. Nos es difícil de entender tal postura.

Nuestra valoración es positiva y creemos que la movilización nuestra y de toda la gente es el camino a seguir, para hacer cambiar las políticas agresivas del Gobierno. En estos momentos la peor respuesta es el silencio y la resignación no la consideramos como una opción. Las personas mayores estamos cargadas de razones para decir ¡Basta ya!

Queremos expresar que lo que nos mueve es la lucha por la dignidad de personas y no podemos estar callados mientras nos siguen recortando derechos que ha costado muchos años conquistar. No debemos permitir que el Gobierno dé la espalda a una sociedad donde no hace más que crecer el número de personas ricas, mientras una gran mayoría de la población se empobrece.

Lo que está claro es que si no nos movemos, nada cambia. El hecho de moverse es señal de que algo empezamos a cambiar.

Nuestra valoración además es positiva porque con estas actividades nos estamos ayudando a concienciarnos mutuamente. No es por los actuales medios de comunicación cómo nos podemos concienciar, pues en la mayoría de las ocasiones nuestros intereses son contrapuestos.

Con esta actividad hemos sabido descubrir los manejos y las mentiras del poder. Como en otros aspectos de la vida, también en el tema de la luz, mientras nos van arrebatando los pequeños restos del estado de bienestar, ellos se forran y sus ganancias se cuentan por una larga lista de números.

Somos optimistas. Hemos avanzado en la unidad: Aunque tengamos distintas sensibilidades políticas y sociales, tenemos problemas comunes y estamos siendo capaces de abordarlos conjuntamente. Este esfuerzo nos ha convertido en ser hoy referencia para que todas las personas mayores indignadas con las políticas de recortes en pensiones, sanidad, dependencia, etc.

Seguiremos movilizándonos de manera conjunta para conseguir una vida digna para las personas mayores jubilados/as de este País y conjunto de la sociedad que está sufriendo los recortes aplicados hoy por el Gobierno del PP.

Firman este artículo también: Mikel Domeño de Aroa, Ramón Marín de Lacarra, Manuel Vázquez (Pensionistas CCOO), Juanjo Lautre (Pentsionistak martxan), Marivi Erdozain (Sasoia), Melchor Calleja (UJP-UGT).