Esteban Guillen
Exmiembro del Consejo Ciudadano de Vitoria-Gasteiz

La dimitida dirección de Podemos Euskadi o el rey desnudo

Asistimos con asombro y tristeza a la épica escenificación dimisionaria de la “Cúpula Dirigente” de Podemos-Euskadi en una Plaza pública, emulando a un movimiento (el 15M) que se deshizo por las mismas razones que se deshace Podemos: Ausencia de proyecto político, incapacidad de pasar de la indignación a las propuestas, renuncia a las alianzas con grupos afines, carencia de estructura eficaz, inoperancia organizativa, liderazgos inespecíficos y poco creíbles.

Podemos ha reproducido en su seno lo que pretendía desmontar fuera. Las razones esgrimidas por el Grupo Dirigente supuestamente dimitido señalan sus propios déficits:

1- Denuncian lo que ellos mismos han impuesto en la filial vasca de Podemos: Control absoluto desde la “Cúpula”, relación vertical con las bases, control del proyecto desde el Aparato de Partido. Llámese Madrid, o Núcleo del Secretario Gral de Euskadi. Llámese Iñigo Errejón o Roberto Uriarte. Todo apunta a relaciones verticales en la toma de decisiones y a un control exacerbado de los procesos internos.

2- Señalan Diferencias Políticas sobre contenidos inexistentes, puesto que no se ha debatido sobre ellos. Si algo ha caracterizado a Podemos-Euskadi ha sido la ausencia de contenidos políticos en su devenir organizativo. No se ha debatido sobre nada. No se ha afrontado ningún asunto relevante en nuestro territorio (consecuencias de la violencia política, organización territorial, cuestión identitaria, etc.). En los círculos (cuando existían) no se deliberó sobre estos ni sobre ningún asunto que tuviera un carácter político, pese a haberse propuesto y solicitado en numerosas ocasiones. El único objeto de discusión (que no debate) durante el año de existencia de Podemos ha sido la elaboración de las listas electorales para los cargos internos y para los cargos públicos. Todo ello en un asfixiante ambiente de control de todos sobre todos.

3- No ha habido “Submarinos”, ni de la Izquierda Abertzale ni de nadie, salvo una incipiente presencia de exmilitantes madracistas intentando y en algunos casos consiguiendo su puestito remunerado. La supuesta confrontación de facciones políticas. Hiria, Orain, Sí se puede y sucesivas, solo fueron pancartas para arropar intereses personales de poder e influencia, ya que no existían diferencias sustanciales en sus propuestas organizativas ni programáticas.

4-Las desavenencias aireadas públicamente en torno a la manifestación de apoyo a Arnaldo Otegi demostraron la carencia de criterios comunes de actuación y posicionamiento respecto al llamado “conflicto vasco”. Uriarte se precipitó al posicionarse públicamente en nombre de Podemos-Euskadi sobre algo que nadie le había pedido. Aquello no venía a cuento. Su particular campaña de hostigamiento de la izquierda abertzale en clave de recriminación no era compartida. La necesidad de discurrir, debatir, y consensuar propuestas novedosas que puedan ofrecer otras claves para afrontar las cuestiones territoriales, identitarias y las derivadas del empleo de la violencia política, siguen pendientes en Podemos. Y no se ha hecho porque no se ha querido/permitido, a pesar de haberse propuesto muchas veces.

5- El afán de Poder y el Protagonismo han sido el combustible de Podemos-Euskadi durante toda su andadura. Un autismo colectivo que solo les permitía mirarse a sí mismos, sin dirigir la atención a lo que fue el objeto del proyecto: las necesidades de la mayoría social, el empoderamiento ciudadano. Todo su esfuerzo, tiempo y actuaciones fueron orientados al empoderamiento de los miembros más ambiciosos en términos de poder e influencia. La obsesión por la obtención del cargo interno o institucional sacrificó la posibilidad latente del movimiento Podemos en aras de satisfacer intereses individuales, hábilmente enmascarados bajo una falsa vocación de servicio a la comunidad, agitando los conocidos eslógans en el lugar y tiempo convenientes.

6- El Éxito de Podemos-Euskadi aludido por Roberto Uriarte tiene más que ver con el tirón de la marca Podemos que con la gestión emprendida por la cúpula vasca en estos meses. Una buena campaña de difusión con nuevas ideas y propuestas, buenos candidatos, y vocación de acuerdos y gobierno con otras fuerzas habrían situado a Podemos-Euskadi mucho mejor en las elecciones de marzo. Pero ni se quería gobernar, ni acordar con nadie, ni sacar un resultado significativo (a la dirección estatal tampoco le interesaba). Así que sin hacer prácticamente nada (mala campaña, malos candidatos, ausencia de programas y propuestas serias) solo había que recoger el fruto del tirón mediático de Pablo Iglesias y apoltronarse en la oposición. Un partido que aspira a la transversalidad en las urnas para después rechazar esa misma transversalidad en la búsqueda de acuerdos con otras fuerzas que propicien  gobiernos de cambio, sitúa a Podemos en una posición soberbia y autocomplaciente que cada vez es menos comprendida, y disuade las posibles adhesiones electorales o militantes.

Por el contrario, la gestión de la cúpula vasca ha erosionado la motivación y la participación de las personas inscritas, agotó la paciencia de los círculos con las sucesivas listas de normas de funcionamiento/sanción en procedimientos internos cada vez más jerarquizados y dependientes de la cúpula dirigente, que parecían orientados a defenderse de la participación de la gente, más que a incentivarla. Han copado los procesos internos de comunicación filtrando cualquier propuesta de debate a su conveniencia, convirtiendo en inviable, de facto, la transmisión efectiva de las propuestas o reflexiones a las personas inscritas y los círculos mediante la aplicación de una suerte de censura interna. En definitiva, la cúpula vasca ha alejado a la mayoría de las personas que participaban en el proyecto, convirtiendo a Podemos en un partido de cuadros a imagen y semejanza de la vieja política que decían combatir.

El teatrillo montado el pasado domingo por “La Cúpula Vasca” dramatizando públicamente su enfado por no tener el monopolio de hacer y deshacer a su antojo evidencia la auténtica naturaleza de sus intereses. Roberto Uriarte ha querido confeccionar las listas al Congreso con gente de su cuerda, presentando a Miren Gorrotxategi, elegida en listas al Senado como candidata al Congreso y moviendo como un peón en el tablero al dirigente de Equo Juantxo Uralde sin consultárselo. Es cierto lo que señalan respecto a la exacerbada dependencia de la cúpula madrileña. Pero solo lo hacen en la medida en que ésta cuestiona los límites del poder de decisión local referidos al núcleo Uriarte, no a la organización Podemos-Euskadi. Es un problema de ubicación del puesto de mando y de las graduaciones y competencias del generalato de Podemos. Sr. Uriarte, los generales mediocres ya lo tenemos aquí. Y las coronelas soberbias. Y los capitanes incompetentes. Y las tenientonas ridículas. Y el asunto es que Podemos no iba de esto. De puestos de mando centralizados y organizaciones jerárquicas. O eso creíamos algunos.

Lo más inquietante de este fallido intento que ha sido Podemos-Euskadi es que no hay recambio para los anunciadamente dimitidos. La participación en los círculos hace meses que se vino abajo. La gente más dispuesta, con más capacidad abandonó el barco al ver a lo que realmente se jugaba en Podemos. Los llamados consejos ciudadanos se  quedaron bajo mínimos y las escasas asambleas en teatrillos del azote y el pataleo, sin ningún contenido político respecto a nada, donde únicamente primaba el afán de notoriedad y protagonismo, con vistas a “colocarse” en buena posición para los sucesivos procesos electorales.

Se alejó la ciudadanía potencialmente participativa, expectante ante el proyecto , y los elementos más preparados y competentes: “los mejores” aludidos por pablo Iglesias también se marcharon. Quedaron los que hoy dicen apartarse de la cadena de mando y los que ambicionan sustituirlos. Más de lo mismo. Otra pugna en marcha. Más autismo. Más endogamia. Los que dicen abandonar el puesto no van a permitir que otros dirijan el vehículo. Los que aspiran a ello darán su batalla particular formando a su vez nuevas estructuras y normas para protegerse de la disidencia interna. Madrid a su vez pugnará por mantener el control sobre unos y otros con sus fieles locales. Y las necesidades de la Gente, las aspiraciones de transformación social, el ensayo de una nueva forma de hacer política, las propuestas, una vez más olvidadas.

Podemos se presentan como lo que no son. Se han sumado a la política del engaño. Podemos no representa una alternativa organizativa eficaz para el cambio, ni una oferta electoral solvente para articular ese cambio que pregona. Podemos-Euskadi es un rey desnudo.Los pocos que quedan “dentro” andan a palos entre ellos. Su indefinición ideológica, su estructura inestable, la ausencia de cohesión interna, la carencia de propuestas concretas en el ámbito local, más allá de las consabidas consignas genéricas, cuestionan su capacidad real para intervenir eficazmente en la política vasca. Un partido político que no habla de política en su seno, que no acuerda con nadie, que no lleva propuestas a otros grupos e instituciones, que se persiguen entre ellos, no es un buen referente electoral. No hay mimbres para desarrollar un proyecto político serio.

Sin cuestionar la capacidad de algunos cabezas de lista como Pérez Uralde, proveniente de Equo, el contexto organizativo en que se desenvuelven suena a fraudulento. El carácter maniobrero de candidaturas de quita y pon moviendo a las personas como fichas de un ajedrez político cuyas reglas y estrategias internas se nos escapan a los que no formamos parte de ninguna “cúpula dirigente”, no suscitan confianza. Para eso ya teníamos al resto de partidos. Todo parece orientado a un “tirar p,alante como sea”. Si unos se van ya buscaremos otros/as, con fichajes estrella para causar tirón, Dirigentes de Equo o Generales OTAN. El caso es no reflexionar, no debatir, no consensuar. A por el mayor número de votos, que a eso estábamos. Como el resto de partidos al uso. La participación, el empoderamiento, la transversalidad, para cuando haya tiempo y gana. De momento no hay uno ni otra. El rey desnudo corre hacia avispero.

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