Oskar Fernandez Garcia

La realidad por muy adversa que sea jamás es inmutable

¿Se podrían desvanecer las ilusiones, que todavía no han tenido ni tiempo ni ocasión de florecer y expandirse por doquier, para desalojar a los cuadros dirigentes del partido autonomista y de derechas, por antonomasia, del gobierno vasco?

La prospección sociológica sobre las próximas elecciones autonómicas, seguramente en otoño, relativa a los tres territorios de vascongadas, encargada por el gobierno vasco actual, según parece, está destinada a esa finalidad: ensombrecer y postergar las ansias y la ilusión por una transformación radical en las relaciones de poder entre la ciudadanía y el gobierno que surja de las urnas.

Las previsiones de voto de la mencionada encuesta auguran, nuevamente, un futuro de sonrisas ladinas, necias y majaderas de un gobierno de mayoría de derechas. El estudio sociológico describe, una vez más, un panorama desolador, negro y opresivo. Las fuerzas de izquierda quedan relegadas a treinta y tres representantes y la derecha, por lo tanto, suma cuarenta y dos escaños. Las fuerzas de progreso, de cambio radical y transformación en todos los ámbitos de la vida están representadas por 18 escaños de Podemos y 15 de EH-Bildu. La intransigencia, la intolerancia, el capitalismo voraz y sin límites, la incultura, la ignorancia ramplona y el nepotismo endémico estarían representados mediante los votos conseguidos por el PNV, el PSE-EE, el PP y C´S. Donde el partido jeltzale consigue, una vez más, la mayoría de representación parlamentaría: 24 escaños.

Evidentemente la subsodicha prospección tiene una doble finalidad muy relevante: por una parte concitar y amasar el voto de todas aquellas personas seguidoras por pura convicción tradicionalista o por telepredicamento de la causa «sabiniana», de tal forma que no se pierda ni un sólo sufragio y lograr la adhesión, beatificada por el éxito, de indecisos, pusilánimes y todos aquellos que se regocijan introduciendo en las urnas el voto ganador. Y por otra parte extender el desánimo, el abatimiento y la claudicación entre las fuerzas de la izquierda revolucionaria, anticapitalista y comprometida profunda y decididamente por una transformación total de la sociedad, que ha tenido que soportar diez legislaturas anodinas, de capitalismo brutal, y depredador de los recursos naturales, paisajísticos, culturales, ecológicos, laborales, humanos, sociales, educativos, comunicativos…

Los resultados de la encuesta, como mínimo son llamativos, a pesar de admitir como un hecho contrastado la variabilidad del voto respecto a las diferentes convocatorias: al Congreso del Estado español, al Parlamento vascongado… Pero cómo interpretar que la formación política, Podemos, que se alzó como segunda fuerza en las elecciones de mayo del 2015 y en la primera en las elecciones del 20 de diciembre, ahora se vea relegada a ser la segunda tras el PNV con una diferencia de seis parlamentarias a favor del autonomismo de derecha confesional. Merece la pena observar como dicha formación se «desinfla» por territorios, según las previsiones de voto realizadas en febrero de este mismo año. La referencia está tomada respecto a las elecciones del 20 de diciembre. En Araba se pasa de haber alcanzado una representación del 27,07% a un 21,3% ; en Bizkaia de un 26,10% a un 19,9% y en Gipuzkoa de un 25,27% a un 21,1%. Para la izquierda independentista también se vaticina otro fracaso, pasando de ser la segunda fuerza en la Cámara vascongada –según las elecciones de 2012– con 21 representantes, a obtener, según las peculiares estimaciones sociológicas, 15 representantes. Perdiendo dos parlamentarias por cada territorio y pasando a ser la tercera fuerza en la subsodicha institución, feudo del PNV en connivencia con el PSE-EE, desde hace décadas al igual que en otras decisivas instituciones de esta comunidad triterritorial. La imagen que termina dibujando el ya conocido estudio demoscópico es el siguiente: las fuerzas de izquierda supondrían en la nueva cámara legislativa el 44% frente a una agobiante derecha que alcanzaría –lógicamente– el 56% de la representación.

Pero lo verdaderamente interesante y relevante es que por ahora no es más que una ensoñación, una quimera un obsesivo sueño de una derecha recalcitrante que desea perpetuarse en la comodidad y suavidad de los sillones capitalistas, legislando exclusivamente en beneficio de las personas que amasan fortunas con el sudor, los padecimientos y angustias de las clases trabajadoras. Por ello es necesario, imprescindible y urgente que el sueño de la derecha se convierta en su pesadilla, arrojándoles, con la fuerza imparable de los votos, de todas las instituciones, mediante las cuales mantienen a un número impresionante de personas sumidas en la abulia y en el espejismo sociopolítico.

Se acercan tiempos que pueden generar una gran ilusión desbordante, una fe y un entusiasmo contagiante y radiante por lograr, tras varias décadas perdidas, la constitución de un gobierno de izquierdas para el tercio autonómico, lográndose de esa forma gobiernos de progreso y compromisos sólidos con el pueblo para toda Hego Euskal Herria. Un gobierno capaz y decidido para poner freno a tanto despropósito y barbaridad, que está literalmente cimentando y asfaltando esta pequeña parte de EH, que está dilapidando ingentes e inconmensurables cantidades de dinero público en una red ferroviaria, el TAV, que es absolutamente inviable y completamente prescindible, empecinado de manera obsesiva con construir una incineradora a 10 kms de Donostia…

Las fuerzas de izquierda tienen ante sí un reto muy importante y fundamental: llegar a acuerdos que posibiliten una única candidatura que aglutine a todas las fuerzas de izquierdas, progresistas, independentistas, anticapitalistas, ecologistas, feministas, todo tipo de colectivos y entidades sociales, defensoras de los derechos de los animales, de los derechos inherentes e irrenunciables de todo tipo de colectivos de personas… La ley D´Hondt facilitaría una mayor representación al ir en un solo bloque, sin lugar a dudas, puesto que esa es su finalidad. El núcleo de ese frente popular debiera de estar constituido por Podemos y EH-Bildu y aglutinar en él a todas las demás fuerzas: IU-UPEC, PACMA-ATTKA, Recortes Cero, EB-AZ, etc. Las representantes de Podemos en la CAPV: Nagua Alba y Neskutz Rodríguez en más de una ocasión han manifestado ser proclives a realizar acuerdos con EH-Bildu, constatando que existen afinidades muy importantes en temas de gran calado y transcendencia social como es en todo lo relacionado con cuestiones fiscales y de políticas sociales. Es el momento esperado, ansiado, deseado y soñado de poner por encima de cualquier cuestión partidista el bien común, representado en este caso por un objetivo, de una extraordinaria fuerza centrípeta, alcanzar un gobierno autonómico mediante la acción combinada del pueblo y para el pueblo. Las líderes y todas las personas con cargos relevantes y determinantes de estas formaciones tienen un reto que no lo pueden obviar de ninguna de las maneras.

La undécima legislatura debiera de ofrecer una auténtica posibilidad a las gentes maravillosas y extraordinarias, que habitan estos tres territorios, de librarse definitivamente de las opresivas, despiadadas y brutales cadenas del capitalismo de una vez y para siempre.

Los astros de esta galaxia se han alineado a favor de este sufrido y combativo pueblo milenario y el uno de marzo el aire será más diáfano y delicado, el sol brillará con más intensidad y en toda EH se dibujará una inmensa y colorista sonrisa desde las fértiles orillas del río Ebro hasta las impetuosas aguas del Adour.

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