La Tierra plana y Bill Gates jeringa en mano
Y si el apellido de este grupo de médicos ya da qué pensar, lo que no deja ningún atisbo de duda sobre sus intereses, es su conferencia inaugural, proyectada por la plataforma Numedia: vocera oficial de partidos tan democráticos y tan defensores de los derechos colectivos como puede ser Vox
Aunque con notables diferencias, en los últimos tiempos han ido surgiendo diversos grupos que recuerdan, inevitablemente, al movimiento terraplanista nacido hace ya algunos años. Las diferencias son de grado, todo hay que decirlo, ya que en la cuestión de la Tierra plana, la comunidad científica ni siquiera se digno a contestar a aquellos que clamaban por la «verdad» de nuestro pequeño planeta. Y es que, teniendo en cuenta que cualquier marinero con un curso básico de radio-operador podría desmontar fácilmente los postulados terraplanistas, para qué esforzarse. Además, no sería tan grave para la población en general que la tierra tuviera una forma u otra. Me refiero a que todo el mundo podría continuar con su actividad diaria, de igual manera, pensando que esta es redonda, plana, cuadrada o cónica. Qué más da. En cambio, con el nuevo movimiento que pide a los gobiernos la «verdad» sobre la pandemia, ya están respondiendo algunos científicos a título personal y a nivel colectivo, porque, no conviene olvidarlo, estamos ante un problema global de salud pública y la cosa se empieza a desmadrar. Resulta que, cuando prácticamente toda la comunidad científica y los trabajadores de sanidad están trabajando a contra reloj, tratando de buscar soluciones a un problema del que poco se sabe aún, que está dejando cientos de miles de muertos y millones de infectados con graves síntomas y secuelas en toda esta plana tierra, a algunos les ha dado por crear su particular lucha por las libertades, individuales, eso sí. Es curioso que durante las últimas décadas no se hayan percatado del descomunal atropello que se ha producido en lo que a derechos fundamentales se refiere. Resulta sorprendente que, con un capitalismo cada vez más voraz, más descarado y con una extrema derecha subiendo como la espuma en todo Occidente, sea ahora y justo ahora, cuando algunos creen que se están recortando derechos a la población. Claro, anteriormente era muy difícil apreciarlo porque podías ir a la playa sin mascarilla y Bill Gates se limitaba a espiarte delicadamente, con cariño, no como pretende ahora con su vacuna cargada de microchips. En fin.
Por otro lado, entre toda esta marabunta de filósofos, sociólogos y científicos formados en las más prestigiosas universidades de la vida, surge, ahora sí, un grupo de médicos que pone en cuestión la versión oficial sobre la pandemia, pero cuidado, esta vez desde el conocimiento. Son médicos, ahí es nada. Pero lo más llamativo del asunto es que se hacen llamar Médicos por la Verdad. ¿Médicos por la verdad? No hay nada que mejor señale el carácter trilero de dicha organización que su propio apellido. ¿Es que la ciencia se dedica a contar verdades? Las verdades, en un contexto contemporáneo, pertenecen al ámbito de la creencia: a los curas, a los religiosos, a los hippies homeopáticos esperando la justicia divina y el Karma, pero no al ámbito de la ciencia. La ciencia se dedica, principalmente, a crear axiomas, no a contar verdades como puños. Y si el apellido de este grupo de médicos ya da qué pensar, lo que no deja ningún atisbo de duda sobre sus intereses, es su conferencia inaugural, proyectada por la plataforma Numedia: vocera oficial de partidos tan democráticos y tan defensores de los derechos colectivos como puede ser Vox.
Por cierto, no acabo de entender muy bien el motivo por el cual en dicha conferencia los ponentes iban ataviados con batas blancas y estetoscopios colgados del cuello. Quizá, como buenos profesionales que son, estuvieran alerta por si había que actuar de inmediato en la sala. Actuar, claro, de eso se trata. Y qué decir del último médico que aparece en RTVE negando tajantemente el colapso en los hospitales pero, a la vez, haciendo promoción de su nuevo libro. Solo realizando una pequeña búsqueda en internet con su nombre, salta la liebre: la extrema derecha, de nuevo, haciendo de las suyas.
Pero no, todo esto no hace que el mensaje trasladado por los médicos «verdaderos» se ponga en cuestión desde estos grupos de «librepensadores», algunos queremos matar al mensajero, dicen. En cambio, a nadie le da por pensar cuáles pueden ser los sectores más interesados en que todo vuelva a la normalidad. Sí. A esa normalidad sin mascarillas, sin confinamientos, sin medidas protectoras ni leches en vinagre: todos a currar y a estudiar como si no pasara nada.
Venga, haced un esfuerzo, que con esa capacidad de desarrollar teorías reveladoras y tamaña agudeza analítica, seguro que lo sacáis rápido.