Félix Placer Ugarte
Abadelaueta Elkarte Etnografikoa

La «Txabola Mayor» de Manurga

Este importante patrimonio de Manurga, la «Txabola Mayor», invita hoy a visitarla y a sentir en aquel entorno lleno de historia, recuerdos y vida, el espíritu milenario que, como manantial que brota del Gorbea y serpentea por sus bosques, ha animado la vida, los valores comunitarios y las relaciones que están presentes en este pueblo.

Entre la frondosa vegetación del bosque de Manurga en Zigoitia, rodeada de esbeltos robles y en un estratégico cruce de caminos que comunican con Olano, Murua, Etxaguen, Zarate y el Gorbea, se encuentra la denominada «Txabola Mayor» o cabaña de Isisibarri que acaba de ser rehabilitada. Estaba en ruinas y en peligro de desaparición, pero un grupo de personas del lugar decidieron recuperar esta emblemática construcción reconstruyendo la parte más importante de aquel recinto de usos ganaderos durante varios siglos.

Como informaban los voluntarios firmantes, impulsores del proyecto, y Helena González Estévez, presidenta de la Junta Administrativa de Manurga, «esta peculiar edificación, otrora modelo de construcción en el entorno forestal, único e inspirado en un precedente maltrecho, pero con estructura fuerte y realizada con materiales del entorno, define de alguna manera la arquitectura vasca que sigue sobreviviendo a duras penas en nuestros pueblos y montes... El uso de esta singular construcción de grandes dimensiones ha estado asociado a labores ganaderas: cobijo, recogida, selección... Con pastor contratado o de ‘renque’ (cada semana, mes... uno de cada casa); el referente de la Txabola mayor siempre ha estado muy presente en la memoria colectiva de Manurga». Citada ya en 1840, su construcción y uso en la edad moderna bien puede remontarse, como opina Isidro Sáenz de Urturi, al siglo XVIII.

Este pueblo, una de las localidades más ricas de la historia de Zigoitia en su bagaje cultural y patronímico, como apunta Micaela Portilla, fue lugar importante de paso entre rutas vizcaínas y guipuzcoanas y la Llanada alavesa por su camino real o Letonabide. Torres solariegas y casas fuertes recuerdan un pasado de luchas entre Gamboínos y Oñacinos y de posterior dominio de apellidos hidalgos. Su enorme y majestuoso templo parroquial, que se comenzó a construir a comienzos del siglo XVI, recuerda la pujanza de un pueblo con más quinientos habitantes. que vivía del monte, de sus tierras y, sobre todo de sus ganados.

Sus modos de vida y subsistencia, exclusivamente rurales hasta hace no muchos años, han hecho de Manurga un lugar de relevantes construcciones populares en sus cuatro barrios (casas, lavadero, fuentes, cruceros, ermitas...). La «Txabola Mayor» para el pastoreo y ganadería de ovino, caprino y vacuno que destaca por las características arquitectónicas indicadas, es especial memoria del pasado de las gentes, entonces euskaldunes, de Manurga, testimonio de su historia, de su trabajo, de su cultura y de sus relaciones vecinales basadas en la vereda o auzolan.

Su emplazamiento en pleno bosque hace hoy de esta construcción admirablemente restaurada un lugar emblemático donde en su silencio se escucha el eco de las mugidos de las vacas, de los balidos de las ovejas y del relincho de las yeguas que tenían allí su cobijo, hoy unido a la berrea de los ciervos.

Los vecinos y vecinas de Manurga, acompañados de los pueblos limítrofes (Ondategi, Murua, Olano, Etxaguen...) celebraron este pasado domingo la recuperación de este lugar, símbolo privilegiado, admiraron su reconstrucción con agradecimiento a quienes la han realizado y rememoraron, en emocionante homenaje musical, la historia de tantas personas que aquí dejaron huella de su trabajo y esfuerzo comunitarios.

Este importante patrimonio de Manurga, la «Txabola Mayor», invita hoy a visitarla y a sentir en aquel entorno lleno de historia, recuerdos y vida, el espíritu milenario que, como manantial que brota del Gorbea y serpentea por sus bosques, ha animado la vida, los valores comunitarios y las relaciones que están presentes en este pueblo emprendedor y son futuro que los niños y niñas allí presentes representaban. Manurga, todo Zigoitia en sus dieciséis pueblos, en sus campos y montes van tejiendo la historia de este municipio cuyo desarrollo en mutua colaboración es un signo de la evolución comunitaria que hoy necesita el mundo rural alavés en Euskal Herria.

Zorionak, Manurga eta guztioi eskerrik asko!

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