Mi familia ha regresado de su viaje turístico: gastronómico y cultural, que han hecho en Euskal Herria. Han venido hoy a verme a mi casa. Vuelven satisfechos, mas alegres y hasta mas guapos, diría yo. El viaje ha sido muy fructífero, han apreciado el trabajo de los mejores cocineros del mundo, que no solo en Bilbo todo es a lo grande, entiéndase por los macrochuletones que se han comido, seguido de un rico bonito al horno, con mayonesa. Mi cuñado se mantiene en su peso, pero mi hermana viene con tres kilos más. Se han roto y caído al suelo, clichés y estereotipos que si otrora pudieron tener algo de cierto, hogaño nada tiene que ver con el vasco actual, del que destacan su gran amabilidad, su cortesía, su cosmopolitismo y la limpieza. Han residido en Hondarribia, en la misma calle donde vive mi sobrina, aunque trabaja en Donostia, y les ha sorprendido lo bien cuidado que tienen todo, la belleza de sus edificios, la proximidad del mar, y la gran limpieza en el lugar. Como anécdota, en el hotel tenían una gran cama, y es que no solo en Bilbo todo es a lo grande, jeeje. En 1997, en la revista anarquista "El cuervo Negro" decíamos: «Ven a Euskadi, conócenos y cuenta». No íbamos equivocados.



El tema del amor, y de las trabajadoras del amor, tema tabú donde los haya. Es un tema que está ahí, que la sociedad no afronta pero GARA sí. En este tema nuestra sociedad es hipócrita y falsa. Es delicado, la gente trata de desentenderse y lo rehuye, por eso nuestra sociedad ni nos ha sabido educar en el sexo, ni conceptualizar ni catalogar ni valorar este fenómeno social. Aunque sin la destreza en este tipo de temas de Itziar Ziga, a la cual admiro su valentía, abordo sin mas dilación, sobre las prostitutas o trabajadoras del amor. 



Los griegos tenían la palabra «Hieródula», que venia a significar tarea sagrada, va ligada al Neolítico a la fertilidad y procreación, según Heródoto, siglo V a.C., profesión de origen divino, con la misma categoría que la realeza o la justicia. Era sagrada, respetable, reyes y alta sociedad entregaban hijas para el culto de la diosa Inanna, Ishtar, Isis, Astarté y Afrodita, diosas del amor y de la fertilidad. Platón: "El Banquete", el diálogo más importante que se ha escrito en la historia sobre el amor, Sócrates cede la palabra a Diotima, sacerdotisa del amor, para que dada su magistratura en el tema aleccione a los filósofos. Pues el amor es algo espontáneo que lo da la naturaleza; es una institución natural y no social.



Dante se enamoró de Beatriz, una joven de 15 años, casada a la que vio una vez en la vida y en una iglesia. Amor que le duró toda su vida y su gran obra "La Divina Comedia" se la dedicó a ella. El amor redime y a él le redimió de su infierno. Las hieródulas del siglo XXI son verdaderas asistentes de higiene mental, emocional y sexo-afectiva, cuantísimos problemas solucionan y evitan trabajo a la Seguridad Social, ademas de mantener el orden publico, pues sin su existencia las violaciones serian el pan nuestro de cada día, gracias a las hieródulas, que neutralizan el fuego sexual de muchos hombres, recurriendo a ellas y dejando en paz a las otras mujeres. Existen personas con deficiencias físicas y de escaso atractivo, que si no fuera por este tipo de mujeres no tendrían acceso en la vida normal a ese tipo de intimidad. Los hay que necesitan ser escuchados, que no tienen comunicación con nadie, ya por timidez o por otro problema, y que estas mujeres le escuchan, le dan cariño y calor, evitando de esa manera el sofá del psiquiatra. En definitiva, son excelentes colaboradoras en la salud pública, y se debe reconocer su trabajo, socialmente y laboralmente, legalizando la profesión , contrato de trabajo y Seguridad Social, deben estar bajo tutela, educación y regulación laboral de la Consejería de Sanidad y, por ende, recibir «cursillos ad hoc», etc. 



En la ciencia siempre cabe discusión, no en el prejuicio ni en el dogma (Dr. Iñaki Antigüedad, EHU). GARA nunca fue de «mesías», prometiendo cual Moisés sacar agua de la roca, ni como Prometeo traer a la Tierra el fuego sagrado de los dioses, parangón a Nietzsche, "Also Spracht Zarathustra", sí es ejemplo de «tocar» temas que nadie toca, y mucho menos con la asepsia y acribia que algunos requieren, es ejemplo de perseverancia, laboriosidad y humildad como la hormiguita. Hay quien no lo ve así, como en tema de los presos vascos, porque como decía Melville «el sirviente ciego obedecía a su aún más ciego Señor». Milagrera, estigmatizada y esperpéntica ya la España de Isabel II Borbón (Valle-Inclán, "La Corte de los milagros") nunca entendió el racionalismo y lógica cartesiana.



En la historia la mujer fue pilar y cimiento de nuestra cultura; ahora, alienada por la política, mercado, desatiende su «rôle» de mujer y de madre, e inicia un camino a ninguna parte. Al caer ellas, cae nuestra cultura, Europa agoniza, el cuerpo no responde y las defensas ya no funcionan. Un nuevo «Teodorico», ¿el Islam?, viene a ocupar su vacío, la mano misteriosa, al igual que a Nabucodonosor rey de Babilonia, hace tiempo nos ha escrito otro "Mane tezel fares": tus días están contados tu fin esta próximo (Biblia). 

Colectivos de la Izquierda Abertzale plantean y desarrollan temas no lejos de la política, como «politeia», asuntos de la «polis» ciudad, (Aristoteles), el de hoy es: el enigma humano. Existe desde siempre porque existe previamente el enigma del Universo. Que ni la ciencia ni la religión ni el arte ni la mitología dan respuestas consistentes y que convenzan. Nos hallamos inmersos en un Universo pavoroso y terrible, que destruye y crea tanto lo bueno como lo malo sin diferencias y que castiga sin justicia. La cultura griega abordó este tema y fue consciente del problema sin poderlo resolver: dejando de manifiesto la· profunda ignorancia manifestada en la inmortal frase de Sócrates: «Solo sé que no se nada». Aparecen las nebulosas de los diferentes tipos de fe, si no es que otro meteorito termina con los problemas de la especie humana como acabó un día con los dinosaurios. En la caja de Pandora; solo queda en el fondo un líquido verde, de la esperanza. 



Protágoras de Abdera también se lo planteó y concluyó: «No resuelvo nada me lo impide la cortedad de la vida y la oscuridad del problema". La herramienta que tenemos para resolver estos enigmas es la razón y esta no da para tanto. La razón se comprende así misma, pero no al mundo que nos rodea, está recluida en el lenguaje y de ahí no sale. Es como si un niño quisiera iluminar un estadio de fútbol en la noche con una cerilla así es la desproporción entre la capacidad de la razón y el problema a resolver. Como decía Shakespeare, «el resto es silencio». Ante la dureza de nuestro destino, decían los estoicos, solo nos queda la ataraxia y la apaceia, porque la felicidad también es otra asignatura pendiente de la humanidad, que por supuesto, también lo «tocará» este diario euskaldun, que trata de ser pionero y llegar a donde otros ni lo sueñan.