Las redes neuronales (y no los sistemas asistentes del conocimiento) tratan de imitar la reacciones del cerebro humano
Los únicos sistemas que «pretenden» sustituir a la inteligencia humana, mediante intentos que tratan de llegar a copiar las reacciones «químicas» del cerebro humano, son los que se conocen como redes neuronales.
De hecho, esas cada vez más nombradas y famosas redes neuronales no son más que, a pesar de su gran complejidad tecnológica, intentos de imitar los complejos funcionamientos de los cerebros animales y humanos. Y, por eso... ¡Siempre serán unas imitaciones que nunca podrán alcanzarlos ni, por supuesto, mejorarlos!
Siempre y con humildad tendrán que limitarse a tratar de imitarlos, incluso admitiendo la posibilidad de cometer muchos y grandes errores para la Humanidad, y eso también, con la obtención de extraordinarios productos y sistemas que podrán mejorar la vida de personas y hábitats, que es el objetivo inicialmente perseguido por sus creadores...
Pero no debemos olvidar o soslayar nunca esos otros efectos negativos que pueden dar como resultado de su utilización, pueden llegar a ser derivados por mentes interesadas para obtener grandísimos resultados de beneficios particulares en contra del bien general, que pueden permitir el potencial dominio y sometimiento a vasallaje de la población no poseedora de la tecnología bajo el poder de unas élites y mafias dominadoras poseedoras la misma como su «herramienta» para esos efectos... y, fatalmente, en la medida de la popularización de estas tecnologías, la «cómoda» adopción de su uso por grandes contingentes de personas desconocedoras de la materia que «creen beneficiarse» de sus resultados sin ejercer su opción de análisis crítico y, sin más, asumen la herramienta como omnipotente y todopoderosa..., lo que da paso a que esta tecnología puede originar enfrentamientos y guerras tecnológicas y de imposición de criterios entre los distintos grupos de poder involucrados y llegar en su extremo a la destrucción de la humanidad.
Todo el mundo entiende que con las sucesivas imitaciones se obtiene la degradación del original, incluso aunque las copias sean tecnológicamente más avanzadas y novedosas...
Pues bien, eso mismo es lo que se pretende conseguir respecto al funcionamiento del cerebro humano con el desarrollo de las redes neuronales para el avance de estas tecnologías del conocimiento mediante novedosas imitaciones del funcionamiento de la mente-cerebro animal, tratando de darles (a la 2ª, 3ª y sucesivas) la misma categoría/grado de validez que al original...
Sin embargo, y preocupantemente lo que se puede vislumbrar (sin darle un plazo más o menos concreto en el tiempo) es la posibilidad de generación de otros seres/mentes distintos que tomen sus iniciativas con distintas reacciones/decisiones sin que debamos compararlos con las nuestras, ni catalogarlos como superiores o inferiores a los humanos, serían simplemente distintos, y que la principal atención de sus creadores debe estar en el control de sus productos de manera que no pueda llegar a ir contra la humanidad ni, por supuesto, que pueda conducir a su desaparición.
¡Es imposible que una imitación artificial consiga igualar ni, por supuesto, superar al original natural!
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