Ibon Rodríguez Larrinaga
Concejal de EH Bildu en Getxo

Lealtad y responsabilidad en tiempos de crisis. Una visión desde la oposición municipal

Esta discrepancia en los modelos de gobernanza, en la forma en la que los partidos y los representantes públicos entienden la dinámica política y democrática se está haciendo evidente. Deberíamos reflexionar al respecto, pero no olvidemos que en la mayoría de las ocasiones se trata de voluntad política.

Vivimos tiempos excepcionales, que a todos y a todas nos afectan y nos interpelan de una manera u otra. Se ha extendido en estos días mantras como que «toca remar juntos» o que no es momento de críticas si no de arrimar el hombro, y desde las distintas autoridades nos dicen que «ya nos facilitan información». También hay quien confunde responsabilidad y lealtad con silencio e inacción.

Entiendo la responsabilidad en estos tiempos como una actitud. Implica aparcar las luchas partidistas, reconducir nuestra actividad política y nuestra actividad en dos lineas principales.

1. Colaborar en las medidas inmediatas para hacer frente a la crisis e incluso proponer medidas complementarias en nuestro ámbito de acción.

2. Proponer y colaborar medidas que busquen paliar la difícil situación de muchos de nuestros vecinos y vecinas, y pensar como afrontar el día después.

La lealtad se la debemos a la gente, no a los partidos, pero indirectamente esto también afecta a los partidos. Entendemos la lealtad como respeto, toda propuesta es respetable y mejorable, y sobre todo toda propuesta contribuye. Cuando decimos toda es toda, porque en este momento el trabajo en equipo es mas importante que nunca, y cuantas mas personas colaboremos y aportemos visiones muy distintas más completa serán las soluciones. Y sí por supuesto que habrá discrepancias, legítimas. El cómo hacer frente a dichas discrepancias es una de las muestras de lealtad y respeto que nos podemos encontrar (o no encontrar).

Hemos visto como desde posiciones de gobierno se entiende la lealtad y la responsabilidad como silencio servil. Hemos tenido que escuchar que somos desleales porque hemos dado a conocer alguna de nuestras propuesta. También hemos visto como desde esas mismas posiciones se reservan, al parecer en exclusiva, el derecho de crítica, incluso feroz, a otras instituciones y partidos (consejos tengo y para mi...).

Son muchas las propuestas que hemos realizado y que realizaremos. En todo caso, en ocasiones hemos percibido la falta de respeto hacia las propuestas y el trabajo ajeno, incluso el insulto. Se han despachado propuestas de la oposición con palabras y adjetivos despectivos y se ha despreciado el trabajo de todo aquel que no sea del propio equipo. Resulta que esas mismas propuestas despreciadas estaban adoptadas por ese mismo partido en otros municipios.

Quién pide a otros que sus propuestas se hagan en «la intimidad» y que no se comuniquen, quién no desea escuchar si no su propia voz, tal vez tenga en su cabeza otra intención distinta de la búsqueda de la mejor solución, tal vez su prioridad no sea buscar la mejor salida posible entre todos y todas. Tal vez en su cabeza el pasado 5 de abril siga dictando sus actuaciones y palabras.

Y sí, preguntamos a quién ostenta la autoridad, y también le trasladamos la información de la que disponemos, le exigimos transparencia y respeto. Y lo hacemos por responsabilidad democrática. En este momento existe un déficit de control democrático evidente. El parlamento vasco está disuelto y hay quien se escuda en normativas que no contemplan estas situaciones para negar a la Diputación permanente una función de control. También están inactivas las juntas generales de los distintos territorios y los plenos municipales. En todos estos casos no hay ningún control democrático regulado, es por eso, que pese a quien pese la oposición debe ser más propositiva, vigilante y crítica. Se trata de una situación excepcional, por supuesto, pero también en estas situaciones hay que controlar dichas concentraciones de poder. Que no haya sido buscada esta situación no implica que la labor de la oposición deba silenciarse, al contrario; es más necesario que nunca.

También hay argumentos que dicen que se facilita información. ¡Faltaría más! Pero tampoco conviene olvidar que muchas veces dicha información llega primero a los medios. Y en todo caso, creo que en los tiempos actuales no se trata de recibir información si no de compartir trabajo y responsabilidades (más en el caso de quien está en funciones). Esto es algo que parece que algunos no quieren entender. Yo no quiero que el lehendakari, el diputado general o mi alcaldesa me digan lo que ya han decidido y puedo leer en los medios (menos que me vendan la misma medida una y otra vez de formas distintas, pero esa es otra guerra), lo que quiero es que seamos capaces de aportar entre todos y todas, pero lamentablemente creo que hay quien piensa en otra cosa.

Esta discrepancia en los modelos de gobernanza, en la forma en la que los partidos y los representantes públicos entienden la dinámica política y democrática se está haciendo evidente. Deberíamos reflexionar al respecto, pero no olvidemos que en la mayoría de las ocasiones se trata de voluntad política. Y la ley, o la arquitectura jurídica en ocasiones es el parapeto utilizado para esconder la falta de voluntad política.

En lo que a mi respecta, y estoy seguro de no equivocarme si lo hago extensivo a EH Bildu, voy a seguir actuando de forma leal y responsable en mi ámbito de responsabilidad. Lealtad y responsabilidad que se la debemos a la gente en primer lugar. Lealtad y responsabilidad que nos obligan a hacer propuestas y compartirlas para mejorarlas. Lealtad y responsabilidad que no nos exime de posibles equivocaciones. Nuestra aportación (o crítica como se quiera ver) se ha realizado en forma de propuestas y así seguirá.

Esto es lo que yo entiendo como lealtad y responsabilidad desde la oposición. Así vamos a seguir, proponiendo y comunicando. Buscando aportaciones de todos y todas.

Si alguien espera nuestro silencio y nuestra aprobación ciega a sus actitudes y decisiones para considerarnos leales y responsables, le invitamos, con todo el respeto, a que busque un acomodo confortable.

Bilatu